Una herramienta con nueva funcionalidad para el manejo de las malezas

En el Congreso de Aapresid, FMC presentó un nuevo modo de uso del herbicida Finesse, que apunta a controlar la especie que más hectáreas ocupa en Argentina: la rama negra.

Cuando alguna pieza del motor de un automóvil se rompe, muchas veces no es necesario reemplazarla, sino tener la herramienta adecuada para arreglarla. De alguna manera, lo mismo sucede con las malezas y los herbicidas: para solucionar el problema de un biotipo tolerante o resistente a las aplicaciones, es probable que a veces haya tecnologías disponibles que no se están utilizando con todo su potencial.
En el marco del 28° Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa, FMC dio a conocer una propuesta en ese sentido. “Redescubrir herramientas para el manejo de malezas”, es el título de la disertación que encabezó el gerente de Herbicidas de la compañía, Juan Caporicci, en la que dio a conocer ensayos desarrollados que muestran que el herbicida Finesse tiene éxito no solo en el control de Conyza bonariensis (rama negra) en preemergencia, sino que también puede ser útil en aplicaciones cuando esa especie ya está emergida.
El ingeniero agrónomo Caporicci recordó que la rama negra tiene dos pulsos de germinación: uno en otoño, que es el que suele atacarse con este producto inhibidor de ALS, y otro en primavera, que es el que se busca también frenar con el nuevo método de uso de esta tecnología.
Según el ejecutivo de FMC, se puede utilizar para un barbecho corto, entre 30 y 40 días antes de la siembra. “Es para aplicarlo entre agosto y septiembre hasta principios de octubre, para controlar la rama negra que nació entre julio y agosto y está empezando a elongar”. Los ensayos realizados mostraron altas tasas de eficacia en el control de Conyza. Entre otros beneficios, Finesse aplicado en este momento del año puede cumplir un doble propósito: eliminar la planta ya emergida y actuar como preemergente de cara a la siembra gruesa.
De todos modos, Caporicci aclaró que todo esto requiere una serie de ajustes: es necesario acompañar a Finesse con otros modos de acción, como glifosato y 2,4-D, y elevar las dosis de 15 a 20 gramos por hectárea. Asimismo, recordó que solo puede ser utilizado en la previa de una siembra de sojas STS, materiales de soja totalmente selectivo al uso de este herbicida, que hoy poseen una alta difusión de uso, y los nuevos materiales en su gran mayoría, ya vienen con esta tolerancia a sulfonilureas.
También repasó un concepto que nunca debe olvidarse: quienes ya usaron un herbicida ALS en otoño, no pueden volver a utilizarlo en primavera. Sí es una buena combinación, por ejemplo, por detrás de una triazinas o HPPD. Para prosperar lo máximo posible estas herramientas tan eficientes, debemos rotar cultivos, Modos de acción, y combinar aplicaciones de ALS con otros modos de acción. De esta manera seguirá siendo una herramienta efectiva y económica para el manejo de Rama Negra.

Combatir las resistencias

Por otro lado, FMC llevó al Congreso de Aapresid al experto Eduardo Cortés (foto de portada), especialista en manejo de cultivos y protección vegetal, y que es uno de los investigadores que este año reportó casos de rama negra resistente a inhibidores de ALS, en preemergencia. En ese marco, Cortés explicó que si bien esto recorta la posible eficacia que puedan tener planteos con este sitio de acción, no significa que la tecnología se convierta en inútil para combatir a la rama negra.
Hasta el momento, las resistencias se han detectado en alrededor de 15 biotipos; es decir, que no alcanza al 100 por ciento del área agrícola argentina. Y al respecto, vale recordar que Conyza bonariensis es la maleza más extendida en el país, según los relevamientos de Aapresid. “En FMC no están haciendo caso omiso a esta luz amarilla, pero a la vez es necesario dejar en claro que no significa que este producto ya no tenga eficacia. Sí hay que repensar o mejorar algunos procesos para darle más vida útil: por ejemplo, aplicarlo con otros dos principios activos, e intensificar los monitoreos para poder identificar bien los biotipos y decidir correctamente los tratamientos. No necesariamente hay que manejar todos los lotes por igual”, comentó.

Al respecto, una de las cuestiones en las que hizo hincapié Cortés fue en no confundir un biotipo resistente con una eventual mala aplicación, que pueda llevar a pensar que el uso de determinado herbicida ya no sirve, cuando en realidad el problema estuvo en la forma en que se utilizó. 

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