En la zona de Diamante, a 40 kilómetros al sur de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, “los campos son en su mayoría matizados y quebrados, divididos en sectores muy chiquitos donde una plataforma de 30 pies ya opera como limitante“, explica el contratista Dante Trossero y aclara que las 2.200 hectáreas promedio que cosecha por campaña se concentran especialmente en soja, trigo y maíz, pero también recolecta cultivos como sorgo, colza, raigrás, avena, vicia o cebada.
Mucha de esta producción se desarrolla en pequeñas parcelas con diversidad de cultivos, aunque con una alta demanda tecnológica. Esta compleja demanda que enfrenta Trossero se ve potenciada por el perfil de sus clientes: “en general son productores de punta, muy exigentes en cuanto a tecnología, control de pérdidas y el peso de las máquinas por su impacto en el terreno“, dice.
La necesidad de enfrentar este desafío de cosecha es la que lo acercó hace más de una década a la propuesta tecnológica de Claas. Primero fue una Tucano 430, luego una 460 y recientemente sumó la propuesta de la nueva serie con el modelo 560. “La Tucano es muy sencilla de regular y se puede pasar fácilmente de un maíz con 28% de humedad a uno seco, por ejemplo“, asevera el contratista.
“Mis clientes me pedían monitoreo georreferenciado. Y en su momento, la única que traía de fábrica esa tecnología era Claas. Aparte tenía también la transmisión de datos online con el sistema Telematics“, dice y menciona la tecnología que le permite monitorear desde el celular o la PC la información sobre el rendimiento de la cosechadora: eficiencia de la máquina por hora, cantidad de combustible consumido, o porcentaje de humedad de grano, entre otros aspectos.
En 2014, la Tucano 430 fue relevada por una 460 y, recientemente, Trossero sumó la Tucano 560. “No hay comparación entre las distintas máquinas. A lo largo del tiempo siempre fue evolucionando y mejorando tanto en tecnología, regulaciones, como en capacidad de trabajo. Y todo sin descuidar la calidad de los materiales“, agrega.
Trossero se entusiasma al relatar la evolución de la cosechadora de menor porte de Claas. Así como la Tucano 430 cuenta con el sistema de cilindro acomodador Mega, con una alta capacidad de trilla y un aprovechamiento integral de todo el ancho del cilindro que otorga mucha versatilidad para todos los cultivos, la Tucano 460 fue superadora con la introducción del “Roto Plus”. Con este sistema se logra una eficiente separación de los granos, con un bajo régimen de revoluciones y ahorro de energía. Por último, la Tucano 560 agrega nuevas ventajas: “Por un lado, el sistema de limpieza 3D ofrece compensación dinámica en las pendientes, muy importante para lograr una cosecha eficiente en Entre Ríos; y por el otro, el variador del rotor permite la adaptación continua del régimen de revoluciones“, explica.
Otro aspecto destacable para el contratista entrerriano es el bajo nivel de consumo de combustible que requiere la Tucano. “Presenta una alta eficiencia de trabajo en ese aspecto, con un promedio de 7,5 litros/hectárea“, apunta Trossero. A ello se agrega el excelente rendimiento y capacidad de trabajo que se logra con la máquina, que según sus registros ronda las 20 toneladas/hora en soja, 25 tn/h en trigo y 40 tn/h en maíz. “Se obtiene un camión y medio de soja y un poco más de un camión de maíz por hora, siempre dependiendo del quebrado de los campos y la logística“, apunta.
Por último, el contratista destaca la durabilidad, terminación y calidad de los materiales con la que están hechas las Tucano. “En más de diez años nunca me dio un problema, más allá de alguna sección o correa de plataforma. Aparte es una máquina muy sencilla de desarmar y casi no necesita mantenimiento“, relata Trossero. “Lo último que coseché fue avena y luego dejé regulada la cosechadora para maíz. Ahora en 20 días arranco con la campaña y lo único que tengo que hacer es lavar, engrasar y comenzar a cosechar el maíz“, comenta.
Además de prestar servicios en grandes estancias de Entre Ríos, Trossero también cuenta con 80 hectáreas de producción propia, con una rotación clásica que incluye trigo, soja y maíz. “Soy un productor muy chico y para mi esquema de negocios como contratista la Tucano se ajusta perfectamente. Esta gama de cosechadoras es ideal para pequeños productores, pero también se puede adaptar a cualquier tamaño de emprendimiento. Estoy muy contento con la Tucano 560, que apenas tiene un año. Sin embargo, si algún día decidiera agrandarme, buscaría sumar otra máquina del mismo porte y no pasarme a un modelo grande. Yo sigo apostando por Tucano“, concluye.