En la presente campaña de fina, las variedades comerciales de trigo más sembradas son susceptibles a roya de la hoja amarilla y manchas foliares.
Considerando que las enfermedades representan factores limitantes del rendimiento en trigo, planificar estrategias de rotación de cultivos, fertilización y manejo con fungicidas es fundamental para el manejo de la sanidad.
Trabajos realizados por la ingeniera agrónoma y Msc en Protección Vegetal, Lucrecia Couretot,indican «el control químico es una herramienta importante» ya que variedades de alto rendimiento y muy sembradas en la región pampeana son afectadas en forma severa por royas.
Entre los factores de riesgo, la profesional mencionó el área de siembra con un alto porcentaje de variedades susceptibles a roya amarilla; las nuevas razas del patógeno que se adaptan a mayores temperaturas y son más agresivas; la aparición cada año más temprano en el ciclo del cultivo; así como el cambio de comportamiento de algunas variedades de una campaña a otra.
El panorama actual
La fitopatóloga del INTA planteó que «aunque roya amarilla llegó 10 días más tarde que la campaña pasada, ya estamos registrando lotes con presencia de roya amarilla aun en bajas incidencias. Esto es un indicador para intensificar los monitoreos».
Advirtió que «las próximas semanas serán fundamentales para la toma de decisiones de control, ya que las temperaturas cálidas y altas horas de mojado foliar que pudieran registrarse favorecerá el progreso de roya amarilla y de la hoja».
Añadió que los estudios mostraron que, en roya amarilla, «por cada uno por ciento de incremento de la severidad, se pierden entre 53 y 74 kilos por hectárea. En roya de la hoja, 40 kilos y en roya del tallo, 70 kilos respectivamente».
Actuar a tiempo
La especialista recalcó que, «en roya amarilla. siempre hay más de lo que vemos» por lo que una de las principales causas de las fallas en la aplicación es la demora entre la detección, la orden de aplicación y el momento de aplicación efectiva de los fungicidas.
El criterio de manejo incluye varios factores, entre los que se encuentran «el comportamiento sanitario de la variedad, monitoreo temprano, rendimiento potencial del cultivo y las condiciones climáticas ocurridas y pronosticadas y estadio del cultivo. Este último nos indicará la elección del fungicida a utilizar dependiendo hojas a proteger del cultivo».
Aclaró que «los umbrales de acción son orientativos y dependen de cada lote en particular. Para variedades susceptibles se recomienda aplicación de fungicidas antes la aparición de los primeros síntomas en roya amarilla».
Otro concepto importante planteado es que «para el control integrado de la enfermedad es necesario la utilización de fungicidas combinando principios activos para prevenir resistencia y su rotación cuando se requieren más de una aplicación durante el ciclo del cultivo. Siempre en el uso de fungicidas la calidad de aplicación es de suma importancia. El uso de coadyuvantes que permitan llegar a las hojas de abajo, donde se encuentran los focos primarios de infección, es fundamental para alcanzar buenos resultados en el control».