Soja 2021: campaña deslucida en el centro-sur de Santa Fe

Ya acercándonos al momento de cosecha de la soja de primera, las perspectivas de rendimientos son heterogéneas según las zonas. Mal panorama para la soja de segunda, en el marco de una campaña donde la escasez hídrica adquirió un protagonismo fundamental.

Como todos los años, desde el INTA Oliveros se organizó la recorrida de la red de evaluación de rendimientos de soja (RED), que en esta campaña cumple 25 años brindando información precisa sobre ensayos comparativos de rendimientos para el productor. En esta nueva edición, se apreciaron los estados de los cultivos en los sitios de la RED ubicados en Oliveros, Carcarañá y Pujato.

Silvina Bacigaluppo (INTA Oliveros), una de las coordinadoras de esta RED, comentó que “la campaña sojera este año fue bastante errática. Empezamos con un suelo con muy poca recarga de humedad, siempre dependiendo de los lugares en que nos situemos. Salimos de un invierno y primavera muy secos y la recarga de los perfiles con las lluvias de octubre y noviembre estuvieron al límite para poder iniciar la campaña actual”.

En este contexto, en el sitio de Oliveros hubo que retrasar la siembra hacia fines de noviembre para esperar que las lluvias recarguen los perfiles con al menos un 60% de agua útil.

“Enero, muy diferente a lo que se venía diagnosticando, fue un mes con lluvias abundantes; por ende, los cultivos que se iniciaron a fines de octubre y principios de noviembre, tuvieron un muy buen desarrollo vegetativo y un cuajado de vainas normales. Pero fue clave la sequía de febrero que nadie esperaba; a pesar de que podíamos tener reserva de agua en el suelo, en gran parte del área del centro-sur de Santa Fe, hubo lugares donde no se presentaron precipitaciones”. Con esto el rendimiento final se verá disminuido, en algunos casos por menor peso final del grano y en otros por menor número de granos, destacó la coordinadora. Y un marzo que comenzó con lluvias muy erráticas, típico de Año Niña, donde en algunos lotes se registraron 50 mm y en lotes muy cercanos llovió 10 mm o menos, que de todas maneras ayudará a completar el ciclo de las siembras de primera más tardías aunque, probablemente, no sea suficiente para la soja de segunda que es la más afectada.

Sitio Carcarañá

Carcarañá es un muy buen sitio donde llovió bien en enero. “La fecha de siembra en este sitio fue el 12 de noviembre y el cultivo antecesor fue soja. El suelo es un Argiudol típico, serie Peyrano, de 90 de índice de productividad. Es un muy buen suelo, de alto potencial de rendimiento y el clima tuvo un comportamiento un poco errático, pero llovió finalmente bien” resaltó Juan Ibarlucea (INTA Roldán), referente de este sitio de la RED de soja.

“Desde el momento de siembra hubo buena humedad. Diciembre y enero fueron meses donde, en este sitio en particular, llovió bien, totalizando 280 milímetros de agua caída. Pero en febrero no llovió nada, aunque las hojas no acusaron tanto el impacto de la falta de agua ya que es muy buen suelo y con influencia de napa” detalló Ibarlucea.

No obstante, el referente del sitio aclaró que el ensayo de ese sitio no va a ser representativo de lo que ocurra en el área ya que “en determinados lotes ubicados en Roldán, Soldini y Zavalla, las lluvias fueron menores y los suelos son un poco más limitados. Esto nos lleva a pensar que los rindes en esas zonas, probablemente, sean bastante inferiores a los que obtendríamos en este sitio”.

Sitio Pujato

Oscar Gentili (INTA Casilda) es el referente de la RED del sitio Pujato. Ese lote en particular tiene muchos años de siembra directa, en donde siempre se trabajó con rotación de cultivos como: soja, maíz, trigo y más recientemente la inclusión de cultivos de cobertura. Además de tener un buen manejo de lote, es un campo plano con presencia de napa que, según el especialista, “en un año normal es posible obtener más de 40 quintales de soja”.

Gentili hizo referencia al sitio visitado como de alto potencial de rendimiento, sin embargo este potencial no solo estaba basado en la aptitud del suelo sino que para obtener rendimientos óptimos también debe hacerse hincapié en el manejo del lote que haga el productor. “En tierras cercanas con ambientes similares a este, se han hecho 20 años seguidos de soja de primera, y en años como este se ven las consecuencias de no haber hecho un correcto manejo de esos lotes” afirmó Gentili.

Más adelante, estableció que “venimos de una campaña muy complicada a nivel general. Particularmente, en el Departamento Caseros la situación es bastante heterogénea de acuerdo a los ambientes. Tenemos muchas zonas como Casilda, Sanford, Arequito, Chabás, Chañar Ladeado, donde hay suelos planos cóncavos con presencia de napas, que ayudó a que los cultivos estén bastante bien”. Pero la zona de la cuenca del río Carcarañá o del arroyo Saladillo, que son suelos con pendientes y con napas muy abajo, la situación de los cultivos está muy comprometida.

“En soja de primera, los rendimientos rondarán los 30 quintales, pero se estima una fuerte pérdida en cuanto a soja de segunda. Tengamos en cuenta que la soja de segunda, generalmente, se siembra sobre trigo. En esta campaña, el trigo fue un cultivo de muy bajo rendimiento como consecuencia de la sequía que se dio en el invierno como así también de las heladas” estimó el especialista. A continuación, agregó que “cuando se dieron las lluvias de enero, que fueron caudalosas, uno suponía que la situación iba a revertirse, pero no fue así ya que en febrero no llovió en todo el mes”.

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