Slow Food lanza la campaña mundial para cambiar los hábitos alimentarios de la gente

El objetivo es aumentar la concienciación de la gente, reducir el consumo de carne, beneficiar al medio ambiente y a la salud y apoyar a los ganaderos que crían en armonía con la naturaleza, respetando los animales y los ecosistemas.

Slow Food inicia hoy la campaña Meat the Change, con el objetivo de llegar a gente de todo el mundo gracias a su red de activistas en 160 países y al apoyo de sus estructuras organizativas.
El objetivo de la campaña es alcanzar a tantas personas como sea posible y alentarlas para que reflexionen sobre las consecuencias de sus decisiones alimentarias.

¿Llevas una vida muy slow? Este es el título de un cuestionario corto sobre hábitos alimentarios que anima a los usuarios de las redes sociales a contestar unas pocas preguntas de elección múltiple, como por ejemplo «¿Cuánta carne comes cada semana?» o «¿Qué criterio sigues para escoger carne cuando compras?». Los participantes sabrán cómo de slow es su vida y recibirán consejos personalizados para mejorar el hábito de consumo de carne.

¿Qué significa exactamente «ser más slow»?
Significa comer menos carne y de mejor calidad. Las granjas sostenibles garantizan la calidad de la carne porque anteponen el bienestar de los animales, que pueden moverse libremente por pastos abiertos y se alimentan con comida orgánica. «Ser slow» significa tener un impacto medioambiental bajo. La ganadería sostenible contribuye a la reducción de la deforestación, el uso de suelo y la desertificación.  Puede ayudar a salvar la biodiversidad y a mejorar la fertilidad del suelo. Cuando la cría se lleva a cabo en pastos, un número menor de animales tiene un impacto menor en el clima. En este sentido, esta campaña pretende promover un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente y el clima, empezando por un consumo de carne adecuado.

El consumo excesivo de carne de ganadería intensiva basada en un modelo industrial es un gran problema, tal y como demuestran numerosos estudios e informes. Según la FAO, el sector ganadero —que emite el 14,5 % de la cantidad total de gases de efecto invernadero— es una fuente importante de gases que alteran el clima y acapara un tercio del suelo del planeta, que se utiliza para producir mil millones de toneladas de forraje (principalmente soja y maíz de monocultivos). Todo ello sin mencionar el uso de los recursos hídricos: el 23 % del agua disponible del planeta se usa para la ganadería. Este tipo de empresas ganaderas tienen un gran impacto en los ecosistemas en términos de contaminación por estiércol y emisiones de metano. Otro inconveniente importante es que este modelo considera a los animales meras máquinas de carne, sin tener en cuenta su bienestar y las lamentables condiciones en las que viven.

El resultado final es la producción de carne barata y de baja calidad, una carne que empeora la salud pública ya que aumenta la resistencia a los antimicrobianos, así como los casos de cáncer y enfermedades cardíacas.

Si el consumo mundial de carne se duplica entre ahora y 2050 (tal y como ha predicho la FAO), la carne consumida anualmente aumentará de más de 250 millones de toneladas a 500 millones de toneladas y el sistema se colapsará.
«El modelo de ganadería industrial mundial nos obliga a afrontar costes medioambientales y sociales insostenibles. Necesitamos revisar nuestro consumo para poder imaginar un futuro mejor. Las elecciones alimentarias son cruciales para influir y redirigir la oferta del mercado. Sin embargo, la solución no implica eliminar la carne de tu dieta, porque una cría adecuada —respetuosa con el medio ambiente y con los animales— es esencial tanto para una buena agricultura como para una carne de calidad. Es por eso que debemos apoyar a aquellos que practican la cría sostenible de animales, que a menudo cuidan de áreas marginales y protegen la biodiversidad, como los muchos ganaderos que preservan razas locales», comenta Ursula Hudson, miembro del Comité Ejecutivo Internacional de Slow Food. «La campaña se llama “Meat the Change”, un juego de palabras que nos invita a cambiar la carne en nuestra dieta y al mismo tiempo nos invita a aceptar el cambio. A través de elecciones de consumo más cuidadosas, podemos convertirnos en protagonistas».

La campaña Meat the Change aprovecha la colaboración de Meatless Monday, una iniciativa sin fines de lucro cuyo objetivo es reducir el consumo de carne en un 15 % en favor de la salud de las personas y del planeta.

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