Siembra de maíz: ¿Cuántos dólares cuestan los errores?

El mercado argentino de tecnología para siembra muestra ya un completo cuadro de recursos en pos de alcanzar mayores niveles de precisión. Las sembradoras equipadas con tecnología de avanzada evitan que se pierdan 7.000 dólares cada 100 hectáreas.

Con sembradoras correctamente configuradas y equipadas con recursos de avanzada, se pueden evitar errores que se pagan en dólares. Trabajar por debajo de esos estándares provoca ineficiencias en la distribución y posterior emergencia de las semillas.

Cuando las semillas se depositan en el surco deben encontrar condiciones que les permitan aprovechar, en igual medida, el agua, los nutrientes y la radiación solar. Para lograrlo, es muy importante que se encuentren correctamente distribuidas, que estén equidistantes unas de otras y que todas las plántulas emerjan lo más uniforme posible. De esta manera, se pueden evitar significativas pérdidas económicas.

“En el caso del maíz, una mala práctica de siembra puede generar pérdidas que superan los 1.400 kilogramos por hectárea. Es una pérdida que no podrá ser compensada con manejos futuros”, define Hernán Ferrari, especialista del INTA Concepción del Uruguay (Entre Ríos).

Preparada
Verificar el estado de la sembradora al menos un mes antes de iniciar la siembra es fundamental para contemplar los tiempos necesarios de mantenimiento y de reposición de repuestos.

“Con esta estrategia podremos evitar una desuniforme emergencia de plántulas o una mala distribución de las semillas y evitar estos problemas” , explica Ferrari . “Una mala distribución puede causar, en maíz, un impacto de U$S 7.000 dólares cada 100 hectáreas” , agrega.

“Este valor se puede duplicar si se realiza un mal trabajo sobre las profundidades y se perjudica la emergencia de las plántulas” , alerta Ferrari .
“Existen numerosas tecnologías capaces de reducir al mínimo este número, disminuyendo el consecuente impacto económico” , añade.

Distribución
La correcta posición en profundidad de las semillas se verá afectada drásticamente por factores como la mala distribución del rastrojo en la cosecha, la calibración inadecuada de la profundidad de la cuchilla y un tren de siembra inestable.

También en la posición en profundidad inciden el desgaste de los discos plantadores, la falta o deficiencia del elemento contactador y la inadecuada regulación de las ruedas tapadoras.

En cambio, una mala distribución del material se da debido a un tubo de bajada de semillas inadecuado, una velocidad de avance excesiva, un tren de siembra nervioso, una incorrecta elección del vacío del dosificador o semillas excesivamente descalibradas.

En este sentido, Ferrari remarca que “una incorrecta regulación del sistema de dosificación, más un tubo de bajada de semillas inadecuado, favorecerán a la generación de dupletes y fallas en las semillas siguientes” .

Por otro lado, si hay semillas con una diferencia de densidad del 15 % entre ellas, la de mayor peso rebotará más en el tubo de bajada; mientras que la de menor densidad rebotará menos y descenderá a una menor velocidad; así es que ambas quedarán juntas en el surco.

“Utilizar dosificadores de última generación, que permitan sostener esa semilla, independientemente de la densidad, junto con tubos de bajada curvos que copien en función a cómo está siendo liberada la semilla por ese distribuidor, aporta a que esto no suceda” , describe Ferrari .

Factores
El especialista del INTA también recomienda verificar que los sellos de las placas estén en buenas condiciones, sin fuga de vacío, que las placas no estén rayadas y que el tren de siembra se encuentre estable.

Para lograr que todas las semillas se encuentren a la misma profundidad, de manera tal que germinen y emerjan de manera uniforme, se debe mantener una carga constante del cuerpo de siembra.

También hay que utilizar barre-rastrojos efectivos cuando su volumen sea desuniforme, así como utilizar elemento contactador para mejorar la capilaridad del agua. Una excesiva velocidad de avance del equipo de siembra afectará por igual a ambas situaciones.

Por lo tanto, no se debe sobrepasar la velocidad óptima de siembra de entre los 5 y 8 kilómetros/hora, según la sembradora.

Por Jorge Freites – publicado en el portal MaquiNac ( www.maquinac.com )

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