Señales que indican una salida de la zona de confort a causa del estrés por calor

Por su sensibilidad a los cambios de temperatura y humedad, se deben conocer las señales que indican cuando un bovino están fuera de su zona de confort. Es importante considerar que cada día de estrés calórico representa un día de pérdida para quien se dedica a la producción. Medidas para prevenirlo.

Como consecuencia del estrés calórico, disminuyen la fertilidad, la producción y el rendimiento de los rodeos, mientras aumenta el riesgo de muerte por golpe de calor.

A fin de prevenir golpes de calor en el ganado, en épocas de altas temperaturas se recomienda chequear semanalmente el Índice de Temperatura y Humedad (ITH). Este índice –que es un número utilizado para evaluar si las condiciones ambientales resultan estresantes para los animales– permite tomar las medidas preventivas adecuadas. Es posible consultar el ITH y tener información en línea de las variables climáticas que afectan al bienestar animal en cualquier punto del país, ingresando en el Sistema de Información y Gestión Agro-meteorológica del INTA.

Complementariamente, el Índice de Seguridad Climática para el Ganado (que se conoce como LWSI por sus siglas en inglés) categoriza la intensidad del ITH y establece que, en bovinos para carne, un ITH mayor o igual a 75 se considera nivel de alerta, mayor o igual a 79, de peligro y mayor o igual a 84, de emergencia. Para los bovinos lecheros, un ITH mayor a 72 se considera nivel de alerta (aunque algunos autores lo consideran a partir de 68).

Para estimar la severidad de las condiciones de estrés calórico a las que se encuentra expuesto un animal, es de relevancia contemplar no solo la intensidad del ITH (alerta, peligro o emergencia), sino también su duración (cantidad de días con ITH superior a 75) y la frecuencia de exposición a esas condiciones (cada cuanto tiempo se repiten las olas de calor).

Para que un animal expuesto a condiciones de estrés térmico pueda perder el calor acumulado a lo largo del día y recuperarse, se estima que la temperatura debe descender por debajo de los 21°C en la noche, durante al menos unas seis u ocho horas.

Medidas a implementar
• Provea espacios de sombra suficientes para todos los bovinos. La sombra de árboles es una de las más efectivas, ya que no solo disminuye la radiación, sino que produce menor temperatura del aire por la evaporación desde las hojas.

• Cuando la provisión de sombra sea artificial, debe colocarse de manera de permitir el movimiento de aire por debajo de la misma (a una altura de entre tres y cuatro metros). Se recomienda el uso de malla plástica de media sombra con 80% de densidad, orientada de norte a sur. Además, es importante que el ganado tenga suficiente espacio para evitar el hacinamiento, esto implica disponer entre dos y cuatro metros cuadrados por animal. Todos los animales deben tener acceso libre a la sombra.

• Proporcione agua fresca, limpia y abundante. Considere que un bovino adulto puede consumir, en promedio, hasta 107 litros de agua por día (7 % de su peso). Y si se trata de una vaca lechera de alta producción, puede ingerir hasta 140 litros por día. Además, se recomienda realizar un análisis del agua para determinar las concentraciones de sales y prevenir el rechazo de su consumo.

• El agua deber estar accesible y cerca de los animales. Las fuentes de agua deben estar ubicadas en lugares estratégicos de acceso fácil y rápido. Controle el caudal y la presión antes de períodos de extremo calor y asegure espacio suficiente en los bebederos. Tenga en cuenta que el consumo abrupto de agua, luego de períodos de privación de la misma, puede desencadenar un cuadro de intoxicación con signos nerviosos.

• Adecúe la alimentación. Suministre dietas “frías” (aquellas que por su composición minimizan la generación de calor metabólico manteniendo la oferta de nutrientes). Además, es conveniente conocer el nivel de infección con hongos productores de ergoalcaloides presentes en las pasturas para evitar su ingestión. En bovinos lecheros, priorice los pastoreos nocturnos y de madrugada. En el engorde a corral, administre entre el 30% y 40% de la ración por la mañana y el resto por la tarde.

• Evite manejos estresantes durante las horas calurosas. Cuando esto no sea posible, realice los arreos de manera tranquila, respetando el paso de los animales. Los encierres y trabajos en manga deben realizarse a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde-noche. Brinde agua y alguna fuente de alimento, en los corrales donde permanecerán los animales. Consulte el pronóstico del tiempo antes de programar los manejos de la hacienda. Planifique todas las tareas y prepare los materiales necesarios para minimizar el tiempo de los animales en mangas y corrales.

• Cuando se prevean temperaturas elevadas refresque la hacienda. Se recomienda hacerlo bien temprano a la mañana o durante la noche, utilizando un caudal suficiente para penetrar el pelo. Si se los moja en horas de mucho calor y de manera insuficiente, puede ser contraproducente. También se puede mojar el suelo de los corrales, sin llegar a embarrarlos, para minimizar la radiación indirecta. En bovinos lecheros, proporcione ventilación adecuada en sala de ordeñe y utilice ventiladores y aspersores en patios de espera y en el área de comederos y túneles de enfriado. Se recomienda combinar períodos cortos de mojado intensivo con momentos prolongados de ventilación. El tamaño de gota durante la aspersión debe ser lo suficientemente grande como para mojar el animal.

• Ponga atención al comportamiento de los animales para identificar síntomas de estrés calórico de manera temprana.

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