La situación de los cultivos estivales en la provincia de San Luis no escapa a la general de gran parte de la zona núcleo, o por lo menos la más afectada por las altas temperaturas, correspondientes a la zona central y norte de la región más productiva de Argentina.
Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba reportaron que, de las 473.200 hectáreas que se estiman fueron sembradas con maíz, un 15 % correspondería a fechas de siembras tempranas (antes del 1 de noviembre), mientras que el 85 % restante a fechas de siembras tardías, es decir, después del 1 de noviembre.
Los maíces tempranos hacia fines de diciembre y principios de enero se encontraban iniciando su período crítico para la definición del rendimiento (15 días antes y 15 días después de antesis). Dicho mes se caracterizó por presentar varios días de altas temperaturas y falta de agua, sumado a la ocurrencia de granizo, situación que generó estrés térmico e hídrico alto en el cultivo, resultando en un área perdida aproximada del 3 % a nivel provincial y se espera que repercuta negativamente en el rendimiento.
Por su parte, la etapa crítica del maíz tardío pudo escapar a las condiciones meteorológicas mencionadas ya que, además de sembrarse desde noviembre, hubo un retraso en la labor debido a la falta de agua. Aun así, el cereal sufrió estrés térmico e hídrico durante la etapa vegetativa y a fines de enero, llegadas las lluvias en algunas zonas de San Luis, el 83 % de la superficie se encontraba en la etapa de definición de rendimiento.
El estado general del cereal continúa empeorando desde diciembre, presentando el 25 % de la superficie a la fecha relevada, un estado de regular y malo. Colaboradores mencionaron la presencia de oruga cogollera (Spodoptera frugiperda) en incidencia baja y media.
A las altas temperaturas se sumaron importantes daños por granizo para la soja
De la soja temprana, es decir la sembrada antes del 15 de noviembre, el 85 % se encontraba en floración completa y tan solo el 1 % se acercaba al inicio del período crítico. Respecto a la soja tardía, que representa aproximadamente la mitad de la superficie estimada, los lotes presentaban hacia inicios de febrero distintos estadios fenológicos, culminando los estadios vegetativos y con un 50 % de los mismos en inicio de floración.
Finalizando enero, al igual que ocurrió con el maíz, el estrés hídrico, las altas temperaturas y los granizos del mes afectaron notablemente a la soja. Esta situación se refleja en el estado general de la misma, donde el 25 % de la oleaginosa se encontraba con un estado entre regular y malo. Las pérdidas, principalmente a causa del granizo, rondarían el 4 % de la superficie total.
Cabe mencionar también, que fue reportada la presencia de oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) en baja incidencia.
SORGO. El 70 % de los lotes se encontraban con los niveles máximos de área foliar e intercepción de luz. El cereal también padeció las condiciones ambientales durante enero, disminuyendo el porcentaje de lotes en estado muy bueno respecto al mes anterior.
MANÍ. El cultivo se encontraba en condiciones predominantemente buenas y muy buenas, con estrés térmico e hídrico moderado.
GIRASOL. Con un 64 % de los lotes en estado bueno y muy bueno, el 92 % de la superficie culminaba la etapa de floración, quedando definido el número de granos fijados.
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