La FAO define las dietas sostenibles como aquellas con bajas cargas ambientales que son culturalmente aceptables, asequibles, nutricionalmente adecuadas y saludables. Para aquellos que consumen grandes cantidades de carne, esta transición incluye un cambio hacia dietas más basadas en alimentos de origen vegetal.
Se investigó el impacto en la ingesta de micronutrientes, con respecto al cambio global hacia dietas más sostenibles para proteger el planeta.
El estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, evaluó cómo los cambios en la dieta para reducir los impactos ambientales afectaron a la ingesta de una selección de micronutrientes de interés para la salud pública.
Los micronutrientes críticos que se consideraron fueron las vitaminas A, D y B12, ácido fólico, calcio, hierro, yodo y zinc. Dado que los alimentos de origen animal son las fuentes más biodisponibles de vitaminas A, B12, hierro, zinc y calcio, el estudio indicó que las «dietas más respetuosas con el medioambiente» basadas en alimentos de origen vegetal pueden implicar deficiencias en la ingesta de micronutrientes.
Los estudios analizados se centraron en gran medida en la ingesta de carne y alimentos de origen animal, los impactos ambientales de las dietas y las necesidades nutricionales.
Muchos resultados sugirieron que la ingesta de zinc, calcio, yodo y vitaminas B12, A y D disminuiría con un cambio hacia una dieta basada en alimentos de origen vegetal con el fin de reducir el impacto ambiental. Existe una mayor probabilidad de riesgo de una ingesta inadecuada de zinc, calcio, vitaminas A, B12 y D ya que estos micronutrientes son menos abundantes o biodisponibles en los alimentos de origen vegetal.
El estudio concluyó que una menor ingesta de micronutrientes que son considerados clave es un resultado potencial derivado del cambio hacia dietas que promueven la reducción de la carne para reducir los impactos ambientales.
Está claro que se deben tener más en cuenta las necesidades nutricionales humanas y las implicaciones para la salud al promover políticas ambientales que recomienden la reducción del consumo de carne como la solución para proteger el medioambiente.
Fuente: Artículo original de la European Livestock Voice