Así se abordó el miércoles durante una reunión que encabezó secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, acompañado por el subsecretario de Políticas para el Mercado Interno, Antonio Mezmezian, entre otros funcionarios.
Por parte del sector privado asistieron Pedro Vignau de Maizar; Guillermo García de Argentrigo; Ricardo Martins de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; Gustavo Idígoras de CIARA-CEC; Fernando Rivara de la Federación Acopiadores; Francisco Schang de la Cámara Nutrición Animal y Ernesto Crinigan del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales. Se sumaron virtualmente Carlos Eiras de la Cámara Argentina de Feedlot y Andrés Emilio Ponte de MATBA-ROFEX
Voceros del encuentro explicaron a Télam que Feletti explicó a los representantes de los sectores de la producción que «el fideicomiso es un instrumento imprescindible a los fines de garantizar el paquete de harina 000 y el paquete de fideos de medio kilo en el marco de Precio Cuidados».
En ese sentido, se señaló que el Gobierno considera que si no se genera una herramienta que mínimamente desvincule el precio internacional del trigo de su precio interno, los productores molineros y fideeros dicen que tienen que absorber el costo del precio del trigo y no pueden mantener los precios acordados.
El encuentro se concretó en momentos en que el trigo volvió a cerrar con fuertes subas en el mercado de Chicago debido a la escalada de la crisis entre Rusia y Ucrania, lo que llevó a que el cereal subiera US$ 11,7 hasta tocar los US$ 310 por tonelada, para lograr su mejor precio desde noviembre de 2012.
Ante esa situación, el planteo de la Secretaría de Comercio que se presentó en la mesa de esta tarde de miércoles es la necesidad de afectar 750.000 toneladas de trigo sobre un total de 22 millones de producción, es decir el 3,5 % que se considera permitiría fondear el fideicomiso para sostener los dos productos de consumo masivo.
El Gobierno quiere mantener estable el precio en góndola de la harina 000 y de lo fideos de medio kilo, considerados consumos esenciales.
«Lo que se requiere no es pedirle a nadie que pierda, simplemente que garanticen esas 750.000 toneladas para asegurar el acceso a dos consumos esenciales para la población a un precio acorde y no determinado por los aumentos internacionales», explicaron las fuentes consultadas.
Rechazo de las Bolsas
Luego de la reunión, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reiteró su rechazo a tales medidas al considerarlas un estímulo negativo para la cadena productiva. Al respecto y como se transmitió a las autoridades nacionales, la entidad señala que “sería más eficiente implementar alternativas para subsidiar la demanda y no la oferta. Al respecto, es menester que el Gobierno trabaje sobre las reales causas de la inflación que exceden al precio del maíz o del trigo, los cuales estuvieron siempre por debajo del ritmo inflacionario durante todo el 2021. En ese sentido, cabe destacar que, tanto en estimaciones propias como en consensuadas con toda la cadena de los cultivos en cuestión, no existen problemas de abastecimiento del mercado doméstico e insistir en que la incidencia del maíz y del trigo en el precio al consumidor de los productos procesados es muy limitada y cualquier mecanismo de compensación no va a generar beneficios para el consumidor nacional”, expresaron en un comunicado.
También la Bolsa de Comercio de Rosario se expresó en contra de la propuesta, argumentando principalmente que la medida “no brindará una solución efectiva al problema del aumento generalizado y sostenido de los precios de los alimentos que sufre nuestro país y que generará interferencia en el normal funcionamiento de los mercados institucionalizados de granos afectando la formación de precios de referencia”.