La superficie de trigo en la campaña 2021/22 se estima en más de 1,2 millones de hectáreas, lo que marca un aumento respecto a la campaña pasada del 2 % y una merma respecto al promedio de las últimas cinco campañas del 15 %. De este total, se estima que el 6 % no se cosechará quedando como cultivo de cobertura.
A la fecha, el rendimiento promedio, considerando tanto el cultivo bajo riego como en secano, ronda en 29,7 qq/ha superando a la campaña anterior en un 60 % y al histórico en un 4%, con una producción que podría alcanzar las 3,4 millones de toneladas.
En la segunda quincena de octubre, más de la mitad de los lotes de trigo se encontraba en antesis (floración), etapa que se considera crítica ya que el cultivo deja establecido el número de granos por unidad de superficie, el cual es el principal componente del rendimiento. De los lotes restantes, el 29 % ya estaba atravesando el estadio de grano lechoso, en el cual se termina de definir el peso del grano, lo que influye en la producción final del cultivo.
En general, más del 80 % de los lotes se encontraban en estado general entre bueno y excelente. La mejor situación se encontraba al sudeste de la provincia gracias al aporte pluviométrico ocurrido durante el mes de octubre. Por otra parte, en el norte, la falta de agua tuvo impacto negativo en el desarrollo del cultivo.
En cuestiones sanitarias se mencionó la presencia de algunas plagas y enfermedades, entre ellas: pulgón verde (Schizaphis graminum), mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis), roya amarilla (Puccinia striiformis) y roya anaranjada (Puccinia triticina), todas en incidencia de media a baja. A destacar, al noreste de la provincia varios de nuestros colaboradores reportaron incidencia alta de arañuela del trigo (Penthaleus major), favorecida por la falta de agua en la zona.
Garbanzo
Durante esta campaña, la superficie sembrada fue notablemente menor a las anteriores, llegando a un aproximado de 24.700 hectáreas, 39 % menos que la campaña pasada y 58 % menos que el promedio histórico de las últimas cinco, tras varias complicaciones en el cultivo de garbanzo que justificarían dicha merma.
A la fecha, se estima que el rendimiento promedio para la provincia llegaría a 20,6 qq/ha, considerando tanto el cultivo bajo riego como en secano. Así, se prevé que la producción superaría las 50 mil toneladas lo que, a pesar de posicionar mejor a la legumbre en comparación con la campaña pasada, representa una baja del 42 % respecto a la producción histórica (2016-2021).
A fines de octubre, el total del cultivo ya había superado la etapa crítica para la definición del rendimiento, la cual se vivencia unos 25 días antes y 15 días después del inicio de floración (etapa R1). Con el 73 % del cultivo en el máximo tamaño de semillas, variable que define la calidad y el valor comercial de la leguminosa, el 40 % de los lotes se encontraban con condición general entre muy buena y excelente.
Nuestros colaboradores mencionaron presencia de oruga bolillera (Helicoverpa spp.) y rabia o tizón del garbanzo (Mycosphaerella rabiei) en incidencia baja. Aun sí, la mayor complicación del cultivo es el estrés hídrico dado por las escasas lluvias ocurridas en la zona garbancera, que se concentra al noreste de la provincia.