Propuesta al Sector Ovino para el aumento de la oferta de carne

Este trabajo tiene la intención de mostrar las oportunidades que se presentan en los próximos años, hasta el 2030, en el consumo de carnes en Argentina y las posibilidades de crecimiento que tiene la carne ovina, hoy limitada a un bajo consumo.

Análisis del consumo de carne en Argentina

Los argentinos somos en esencia omnívoros, pero con predominancia de carne en nuestra dieta. Esta dieta estuvo dominada de forma casi exclusiva por la carne vacuna hasta la década del 1990, momento que empieza a crecer el consumo de carne aviar y en la década del 2000, aparece otra opción que es la carne porcina. En todo este período hubo un fuerte crecimiento de la carne aviar, llegando a los 46.7 kilos per cápita y estando hoy en día, por encima del consumo de carne vacuna. En el caso del porcino paso de apenas 1 kilo per cápita de carne fresca a casi 18 kilos en los datos de junio (Aparte se consume 2 kilos más a través de los chacinados). En el mes de junio la carne vacuna 46.1, subido al cierre de las exportaciones, sino sería inferior a los 44 kilos. En este panorama el ovino supera apenas 1 kilo per cápita.

Consumo de carnes en Argentina los últimos 30 años

Fuentes: MAGyP – IPCVA – Propios – JLU Consultora

Vemos una caída en los últimos 30 años de 34 kilos y esto posiblemente no termine ahí. Según mi punto de vista, los argentinos comeremos aún menos carne vacuna y lleguemos al 2030 cerca de los 30 kilos per cápita, no necesariamente por menor producción, pero con una producción similar, una participación mucho más importante en la exportación.

Ahora la pregunta que queda del análisis anterior. ¿Quién ocupará los 15 kilos per cápita vacantes de la carne vacuna?

La carne aviar ha llegado en los últimos años a estar en algunas temporadas cerca de los 49/50 kilos, pero es imposible que pase dicho valor y marca un techo en el consumo local. Crecerá también en el mercado de exportación.

La carne de cerdo, con el sprint de los últimos 10 años puede apostar a quedarse con 8/10 kilos del espacio vacante, teniendo un rápido crecimiento y un techo que puede superar los 35 kilos per cápita.

Quedan entre 5 y 7 kilos per cápita que, traducidos a la población del 2030, serían entre 250.000 ton y 350.000 ton. Éste es un espacio que puede ser aprovechado por la carne ovina.

Proyecciones 2030 de consumo de carnes en Argentina

Fuentes: Desarrollo propios – JLU Consultora

Con estas proyecciones, consumiríamos la misma cantidad total de carne por habitante y por año que hicimos en el 2020, cambiando la conformación de la participación.

 ¿Qué habría que hacer para que el ovino ofrezca al mercado local 300.000 ton más?

• El primer paso es pasar de una mentalidad conservadora y temerosa a una que sea atrevida y desafiante. Pensar en sistemas intensivos y dejar a un costado los sistemas extensivos. En los últimos 30 años, por ser prudente, el sector ovino no avanzó y si no hay un cambio de mentalidad, los próximos 10 años puede ser que no se avance absolutamente nada.

• El segundo paso es definir qué producto se ofrecerá para tentar a la población y que piense que la carne ovina es una opción. Si se sigue pensando en la venta del cordero tradicional, es no entender el desafío. Hay que empezar a vender cortes y los cortes deben ser más grandes de los que obtenemos del cordero tradicional, hay que pasar a un animal más pesado.

• El tercer paso es trabajar traccionando la demanda mediante la promoción y acompañarla con el aumento de la producción ofreciendo producto durante todo el año. Hay que entrar en el plato de los argentinos y con 7 kilos per cápita serían 130 grs. por semana.

• Cuarto paso. Fortalecer el mercado de consumo local, para apalancar el mercado de exportación. Al revés no funcionó, ni funcionará. En el camino de la exportación, siempre el principal mercado es el propio.

Ventajas del sector para aumentar el consumo de la carne ovina

• Tiene un fondo anual, del cual habría que destinar tan solo el 5% para generar la promoción inicial y destinar el 95% restante al desarrollo del aumento de la producción real.

• Nuevas genéticas destinadas exclusivamente a la producción de carne, que se pueden utilizar de forma directa como carneros terminales y mejorar el producto que se obtiene, con aumento de la ganancia diaria y la velocidad de crecimiento.

• La producción está diseminada en casi todo el país y es generadora de mano de obra EN EL CAMPO.

Desventajas del sector ovino

• Falta de plantas de faena, de ciclo II (desposte o despiece) y cadena de frío.

• No hay armado de redes e integraciones entre el sector primario y el industrial.

• Se toma a la carne como un subproducto de la lana y no como un producto para valorizar el negocio.

• Falta de un plan estratégico o más simple, 4 o 5 objetivos con plazos de tiempo.

• Falta de trabajo en equipo. Muy buenos profesionales en varios rubros, que normalmente no son escuchados.

• Falta de programa de promoción del consumo

• Falta de lobby. (Los productores no tienen tanto tiempo para manejar su negocio y representar al sector. Se necesita un grupo que sea 24×7 con llegada a las autoridades nacionales y provinciales de forma directa)

Conclusión
Hay una oportunidad a la vuelta de la esquina que se puede aprovechar y multiplicar casi por 7 la producción actual en pocos años. Los espacios vacíos siempre se cubren, o lo hace uno u otro la hará. No hay un techo inmediato en el consumo per cápita en el país y esto es el punto más importante, sumado a la falta local de consumo de carne vacuna.

Hay fondos desde la Ley Ovina para financiar todo el proyecto y cumplir el objetivo con el cual fue creada.

Se necesita un fuerte cambio de mentalidad y actitud, que será mucho más fácil para los jóvenes y los mayores deben acompañar el cambio. No se podrá convencer a todos, pero cuando comienza el cambio, ya es imposible frenar y los que no se convencieron, lo harán.

Se debe profesionalizar el sector en la representatividad, bajo las indicaciones de los propios productores e industriales, cumpliendo los objetivos, las metas y los plazos establecidos. Hay un tren que está pasando, es un tren de alta velocidad y es el momento de subirse, de no hacerlo en 10 años se estará hablando de potencialidad, lo mismo que hace 30 años atrás y no habrá una realidad concreta.

Por: Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli – JLU Consultora

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