Productores de Patagones se preparan para la zafra lanera

Con una comercialización anual de 500.000 kilogramos de lana, 160 productores de ovinos se inscriben para participar de la sexta licitación pública de la zafra 2021. Gracias al acompañamiento de la Unidad Ejecutora Departamental de Emergencia, lograron reactivar sus unidades productivas y comercializan de forma ordenada y transparente.

El partido de Patagones es el más austral y el de mayor tamaño de la provincia de Buenos Aires. La extensa superficie correspondiente al secano, ocupada por monte natural, pastizales naturales o campos desmontados, posee condiciones óptimas para la producción ovina que, en los últimos años, se convirtió en una buena alternativa debido a los buenos índices productivos en la región, junto con el rápido retorno de la inversión y la rentabilidad de esta especie.

En 2010 se impulsó la compra de hacienda, retención de vientres, implantación de verdeos y pasturas, mejoras de la infraestructura predial, prefinanciamiento comercial y equipamiento para comparsas de esquila, entre otros. Cuatro años más tarde, se crea el Plan de Modernización de Comparsas de Esquila con financiamiento de la Ley Ovina, para la adquisición de maquinaria moderna (tales como motores eléctricos y prensas hidráulicas), lo cual permitió una mejora significativa de dicho proceso. Con todo el esfuerzo desplegado, más de un centenar de productores lograron reactivar sus unidades productivas.

La Unidad Ejecutora Departamental de Emergencia (UEDE) se creó con la misión de convocar a todos los actores de la cadena productiva para diagnosticar, planificar y ejecutar acciones. La UEDE quedó integrada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la Ley Ovina de Buenos Aires, el INTA –mediante su Agencia de Extensión Rural–, la Municipalidad de Patagones y los productores representados en varias organizaciones. 

Sin embargo, la comercialización se realizaba de manera informal, sin medidas objetivas de calidad, a barraqueros locales, a precios muy por debajo de lo que el mercado indicaba. Por esto, se organizaron ventas de lana bajo la modalidad de licitación pública. “Esto permitió que los productores puedan recibir de forma ordenada y transparente ofertas por sus lotes”, señaló Martin Abad –extensionista del INTA Patagones–, quien agregó: “Desde entonces, estos eventos fueron creciendo anualmente en cantidad de participantes, kilos presentados y frecuencia de realización, lo que muestra un esquema comercial transparente que es valorado por los diferentes actores”.

“De hecho, los valores percibidos por los productores bajo esta modalidad de venta, superan ampliamente a los recibidos por aquellos que venden su lana a los intermediarios”, destacó Abad y explicó que las ofertas se hacen en función de la calidad de cada lote, y se aproximan en gran medida a los valores de referencia observados en el Sistema de Información de Precios y Mercados (SIPYM), creado por el INTA y emitido diariamente por PROLANA.

“Estamos próximos a la zafra de primavera, que se realizará en el centro de acopio “Patagonia Norte” de Patagones, y ya comenzamos a inscribir lotes”, señaló el especialista del INTA. Este centro comercializa anualmente unos 500.000 kilogramos de lana, lo que representa el 42 % de la producción total del partido.

En cada evento, participan representantes de firmas exportadoras como Lempriere, Fuhrmann, Ituzaingo, Chargeurs Wool, Unilan que son los que adquieren los lotes, para su posterior procesamiento en el Polo Textil de Trelew. Además, los productores pueden acceder a un pre financiamiento otorgado por la UEDE para afrontar la esquila.

Debido a las condiciones de aislamiento, desde el año pasado, propusieron realizar las ventas de manera virtual a través de una plataforma ZOOM cedida por el Centro Regional Buenos Aires Sur (CERBAS) del INTA. Este 7 de octubre, unos 160 productores ofrecerán su lana, y los compradores podrán participar de forma remota y presencial.

Sector con oportunidades
Hay productores que realizan una esquila al año en primavera, obteniendo vellones cuyo largo de mecha supera los 100 milímetros y otros que realizan 2 esquilas en el año, una en otoño y otra en verano, obteniendo largos de mecha de 40 y 80 milímetros respectivamente.

“Por recomendaciones de las empresas compradoras, una cantidad importante de productores, comenzó a realizar esquilas de ocho a nueve meses, procurando un largo de mecha mínimo de 80 milímetros”, explicó Abad. Por este motivo, quienes optan por esta opción, realizan tres esquilas en 2 años, que generalmente son realizadas en abril, diciembre y agosto.

Estos sistemas tan dinámicos, requieren que las comparsas de esquila trabajen gran parte del año, en una zafra que se extiende casi 9 meses, generando una importante demanda de mano de obra.

Un poco de historia
Desde su fundación, la ciudad de Carmen de Patagones, tiene historia en lo que refiere a tráfico y comercialización de lana. Los animales eran esquilados mayormente a tijera y los vellones se colocaban en lienzos para ser transportados.

En aquellos tiempos, la producción ovina era la principal actividad ganadera, llegando para 1895 a su mayor stock, el cual fue disminuyendo por diversas causas con los años. Las sequías que sufrió la región de 2005 a 2009 tuvieron como efecto la incorporación de hacienda a los sistemas ganaderos.

La hacienda añadida, en su mayoría de la raza merino, encontró condiciones óptimas para producir, mejor clima que en su lugar de origen y una alimentación acorde a la demanda, lo que permitió que expresaran su máximo potencial. Sumado a esto, las condiciones agroecológicas de la región permiten una producción más flexible y desestacionalizada que la del resto de la Patagonia, dándose las pariciones en otoño y primavera, como esquilas durante todo el año.

Por INTA Informa

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