Previsibilidad, eso que se destruye día a día en el país

Quienes trabajamos en el campo sabemos lo que significa construir previsibilidad para nuestro negocio, que es, a la vez, una forma de vida. Sabemos de la importancia de preparar la tierra, de sembrar, de proteger los cultivos, criar animales y, como consecuencia, a su debido tiempo, cosechar los frutos de nuestro trabajo en interacción con la naturaleza.

Por Carsfe(*)

Por supuesto, eso implica que conocemos las labores que se deben realizar y prever, mediante la planificación, con tiempo y precisión, de cada una de las tareas y recursos que deberemos aplicar para obtener aquello que deseamos. También sabemos que corremos riesgos, como empresarios que somos, por las variaciones muchas veces imprevisibles que acarrean el clima, naturalmente, y los vaivenes económicos que proponen los mercados. No obstante, procuramos siempre la tarea de crear valor para promover el desarrollo de nuestras familias, el crecimiento de nuestras comunidades y el enriquecimiento de la Nación que sentimos propia.

Muchas veces, desde el campo argentino, acudimos en ayuda de las necesidades que surgen a nuestros conciudadanos. Desde hace unos años, los derechos de exportación (las retenciones), se establecieron indebidamente como un recurso del cual el Estado nacional se sirve para enmascarar su ineficacia y su ineficiencia, y lo mismo hace con la diferenciación del tipo de cambio al nacionalizar los ingresos provenientes de las exportaciones a un valor diferente al del mercado.

Otro tanto sucede con la permanente intervención en los mercados de distintos productos del agro, con la excusa de proteger a quienes menos tienen. Y en el campo, aceptamos y naturalizamos, por nuestra vocación de servir y de producir, muchos de estos avances constantes sobre nuestra libertad y nuestra propiedad. Pero pocas veces se vio lo que actualmente estamos atravesando. Esa previsibilidad que nosotros generamos es ahora atacada por la inoperancia y la incapacidad de prever las mínimas necesidades del principal sector productivo y generador de recursos del país.

La falta de un recurso básico para la producción y la logística en un momento crucial de los procesos productivos, como es la carencia absoluta de gasoil, es la evidencia clara y contundente de la falta de compromiso de quienes nos gobiernan, envueltos en disputas de poder y desentendidos por completo de las necesidades de quienes producen y, peor aún, del pueblo, que observan con asombro y resignadamente, el triste espectáculo que nos brindan.

La virtual destitución de un ministro, los reemplazos que sólo buscan establecer posiciones dominantes desde la política partidaria y la ausencia de programas económicos, de desarrollo, de contención social y de cuanta herramienta de construcción económica y social podamos imaginar, demuestran a las claras que es necesario una urgente e impostergable asunción de las responsabilidades a las que se comprometieron y que, hasta el momento, han incumplido totalmente. Desde CARSFE, instamos a las instituciones y los dirigentes, sin distinción de tipo y origen, pero en especial a los protagonistas de la política, a que se orienten sin demoras a restablecer las condiciones necesarias para el equilibrado desarrollo de la vida social y productiva del país, dejando de lado las mezquinas posiciones y privilegiando el bien común.

(*) Confederación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Santa Fe.

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