Aunque las lluvias han caído en buen medida en la mayoría de la regiones productivas Argentina donde se sembrará trigo; hay algunas donde ha comenzado a ocasionar algunos problemas y, de recibir mayores caudales de precipitación, podrían comprometer sus trabajos de cosecha y logística, como es el caso del oeste de Buenos Aires, donde hay acumulados por encima de los 100 mm, e incluso se podría complicar el inicio de la gruesa.
Según datos recabados por la Bolsa de Comercio de Rosario, las lluvias se esperaban que fueran muy efectivas en el sur de la región pampeana, pero alcanzaron el centro y norte del país con una cobertura mayor y hay más milímetros acumulados de lo que se esperaba hace una semana. Hay localidades de La Pampa con más de 50 mm, la región núcleo recibió entre 30 y 100 mm. Las lluvias llegaron a Córdoba en forma más modesta pero también se desplegaron en el norte del país y sigue lloviendo.
Pero no todo es color de rosa en este escenario: “Lamentablemente, esto también viene de la mano de problemas de cosecha. En Bordenave, en el oeste de Buenos Aires, se llevan acumulados 110 mm. En Olavarría ya van 141 mm. Hay temor por el estado de los caminos y por los efectos sobre la cosecha de soja”, indicaron desde la BCR.
Un inicio de fina bastante a medida
“Si mayo concreta algunas lluvias adicionales, y creo que lo hará porque mayo seguirá los patrones climáticos cuasi normales, vamos a estar con un escenario adecuado para el inicio de la fina”, indicó el Dr. José Luis Aiello de la BCR en medio de este importante evento de lluvias que plantea una bisagra para el trigo.
Aiello también explica que “La Niña”, si es que se confirma, no afectará al trigo. Y subraya que la falta de humedad no será impedimento para sembrarlo. De todas maneras no descarta problemas de falta de agua en la primavera por la alta ocurrencia de anomalías que vienen dándose en Argentina.
También adelanta un escenario para la próxima gruesa. No será el peor pero tampoco el mejor: “Estamos hoy viendo un Pacífico neutral y los pronósticos señalan una transición hacia un enfriamiento leve, o sea una posible “Niña” hacia el último trimestre. Ojo, hay que ver si esto se produce. De todas maneras, no va a haber una oferta extra de agua durante la gruesa por los fenómenos de gran escala que llamamos planetarios.
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