Panorama Triguero 2006

En la campaña 2005, se sembró un 20% menos de trigo que en 2004. Fueron poco más de 5 millones de hectáreas contra 6 millones del 2004.

De esta manera, Argentina logró una cosecha de 12,1 millones de toneladas, según la Sagpya, lo que significó una caída de casi 4 millones de toneladas respecto a la campaña anterior. La producción cayó 3,9 millones de toneladas respecto del ciclo anterior.
Los primeros cálculos de analistas y empresas ubican el área 2006 nuevamente en cerca de los 6 millones de hectáreas. Sucede que los productores cada vez más afectos a sacar cuentas ubican que el esquema trigo/soja es insuperable en el negocio agrícola, claro que habrá que evaluar la sustentabilidad de los campos.
Respecto a la evolución del mercado, hay un escenario de firmeza para el cereal.
A la vez un informe publicado en Infocampo da cuenta de que el mercado de semillas de trigo, estará muy competitivo en esta campaña, y algunos productores de punta en la zona núcleo aspiran a rindes cercanos a los cien quintales.
Relmó sale al gran cultivo con las variedades Torcaza, un ciclo largo de grupo de calidad I y alto rinde (6.800 kg/ha en La Dulce) y Cóndor, un ciclo corto recomendado para planteos de alta tecnología (se sacaron 6.400 kg en Plá). Pero el mercado va a estar muy ofertado. "Calculo que en precio, la semilla va a estar en valores similares a los del año pasado", adelantó Leandro Ortis, responsable del programa de mejoramiento de trigo de la semillera Relmó.
En tanto el ingeniero Daniel Miralles, de la UBA destacó la necesidad de una determinada densidad de plantas a lograr. "En líneas generales estamos tratando de obtener 250 a 270 plantas por metro cuadrado en ciclos largos y 300 en ciclos cortos", agregó.
Por el lado de la fertilización, Gustavo Ferraris, del Inta Pergamino, destacó la importancia de contar con un buen diagnóstico de disponibilidad de nutrientes y del ajuste de la dosis, no sólo teniendo en cuenta el cultivo del trigo sino el de la soja de segunda también. Un tema bastante debatido fue el de la fertilización nitrogenada en una sola aplicación o dividida. "La idea es arrancar fuerte. Si la disponibilidad es buena conviene hacer una sola; ahora, si no es ideal y hay perspectiva de lluvias para el macollaje, entonces puede convenir dividirla. Otra cuestión importante a considerar es que el nitrógeno aportado después de macollaje va prioritariamente a mejorar la calidad del grano, antes que el rendimiento", sostuvo.

 

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