El "té" terminado entonces se aplica como una rociada foliar o empapando el suelo para promover el crecimiento de plantas y suprimir microbios.
Ahora, nuevas recomendaciones para hacer el té de compost están siendo ofrecidas, gracias en parte a una investigación realizada por los microbiólogos del Servicio de Investigación Agrícola David Ingram y Patricia Millner. Sus estudios han mostrado que los aditivos vendidos para producir el té de compost—tales como el alga soluble, los hidrolisatos de proteínas de pescado, el ácido húmico, polvo de roca y soluciones patentadas de nutrientes—pueden estimular el crecimiento de bacteria.
Generalmente, el compostaje genera suficiente calor para reducir las poblaciones de las bacterias que son potencialmente dañosas. Pero Ingram y Millner, con el Laboratorio de Seguridad Microbiana Ambiental mantenido por ARS en Beltsville, Maryland, descubrieron que ingredientes comúnmente agregados al té de compost podrían estimular el crecimiento de varios microbios, incluyendo patógenos que pueden causar enfermedades en humanos.
Sus experimentos mostraron que cuando el compost con cantidades muy bajas de Salmonella y Escherichia coli fue usado para producir el té de compost (menos de 2 células por mililitro de té), los patógenos se multiplicaron cuando aditivos fueron incluidos en la mezcla inicial de agua. Los patógenos fueron indetectables en todos los tés de compost hechos sin aditivos comerciales.
Según Ingram, este trabajo refuta la opinión entre algunos productores del té de compost que si las condiciones aeróbicas y aditivos de nutrientes están presentes en el compost, las bacterias aeróbicas en el compost inhibirán el crecimiento de bacterias que pueden causar enfermedades en humanos. Suplementos del té de compost pueden dar aún unas pocas bacterias patogénicas un aumento, así que ensayos del té final antes de la aplicación podrían ser necesarios para asegurar la falta de patógenos humanos.
Recomendaciones y pautas para la producción y el uso seguro del té de compost son provistas por el Destacamento Especial de Té Orgánico, formado por el Consejo Nacional de Normas Orgánicas.
Por Sharon Dirham – ARS-USDA