El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) realizó otra jornada virtual a campo acompañado por el INTA en el establecimiento La Dorita, de Pastorino SRL en Coronel Dorrego, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
La apertura del encuentro expuso el titular del IPCVA Juan José Grigera Naón y Horacio Berger, director Regional del INTA CeRBAS.
Rolando Lugones, propietario de la Dorita agradeció y se mostró abierto a compartir su experiencia a cargo de un establecimiento que reúne tradición y actualización tecnológica permanente. Desde el año 1934, son los abuelos de Lugones quienes comienzan con esta tradición agrícola y ganadera, y de allí sus padres y tíos honraron un modo de hacer las cosas que busca eficiencia y respecto al ambiente. “En esta estrategia el personal es un elemento central en nuestra estrategia y en ese modo de manejo contamos con personal que colabora desde hace más de 30 años en La Dorita. Y la nueva camada se está preparando para continuar la tarea, hoy criando aves y ovejas, y plantaciones de olivares”, contó con orgullo.
“Nuestra misión es hacer virtud de los límites que nos impone el escenario productivo y por eso decimos que el principal objetivo es cosechar agua. Contamos con suelos son poco profundos, llueven unos 850mm por año pero los suelos tienen un bajo nivel de captura de ese registro”, cuenta Lugones.
La siembra directa durante muchos años ha pisonado el terreno y es por ello que hemos diseñado una agromáquina que rompe la superficie consistente de la tierra. Lo llamamos “pie de pato”, y nos ayuda en nuestro objetivo de captura de humedad. Aquí los suelos son limosos, es una zona ventosa y esta herramienta nos ayuda a mejorar la capilaridad”, justifica.
“El otro objetivo es rescatar residuos de cosecha a partir de un rodeo de otoño que pasta en campos agrícolas. Se siembra avena con vicia y maíz de segunda, que disputa con ciertas malezas resistentes que la vamos integrando. Nuestros animales hacen una buena musculatura, la presión en el pastoreo es alta y en eso nos ayudan los animales a mantener a raya las malezas y ahorra aplicaciones de tecnología agroquímica”, señala el titular de La Dorita.
La ganadería compite con la agricultura. Y le gana
“Los terneros se pueden destetar en agosto y si hay pasto seguimos hasta noviembre. Son unas 800 vacas en un sistema muy rentable”, confiesa Lugones. En campos alquilados se hace ganadería con agricultura marginal. Se hace cebada en un 50% del área y otra de avena y vicia.
“En zonas más quebradas hacemos pasturas e incluimos cada año unas 100 hectáreas de sorgo que se come diferido para sumar nutrición”, resume.
En los lotes de pastoreo se hace hincapié en el bienestar animal y es por ello que hay sombra y allí el animal descansa, acompañado de rastrojo y agua, con un costo relativamente bajo.
Lugones cuenta que repone a los 15 meses con las pariciones de otoño, y a los 30 días de nacidos los terneros comienzan el proceso de destete. Así, cuando la vaca cede el lote para agricultura los animales van a bajos húmedos con vacas secas o gestando. Los terneros de este rodeo van a corrales a comer avena y vicia esperando el sorgo.
El tercer objetivo es mejorar la calidad de la hacienda en conversión y docilidad, se estresa menos y reduce el compromiso del personal, que es un objetivo permanente. Tenemos unas 150 vacas que van, año tras año, siendo parte de la mejora continua, y de allí se seleccionan las mejores para sostener este proceso de adaptación y parámetros más altos.
“Los pronósticos climáticos nos permiten planificar y ser eficientes en la utilización de los insumos por ejemplo cuando integrar urea al suelo. La telefonía móvil y las cámaras nos ayudan a monitorear todo el sistema. Las guías on line nos aportan y la difusión del conocimiento a través de la web son elementos que se integran a la estrategia”, .
Ventajas de los sistemas mixtos
El manejo agrícola y ganadero en La Dorita fue el motivo de la exposición del Ing. José Massigoge del Inta Chacra Barrow y la esencia hace base en hacer virtud de la adversidad.
“En un sistema mixto hay dos subsistemas: uno agrícola y otro ganadero. Y a este sistema se lo divide en cría, recría o ciclo completo. También se puede caracterizar el modelo a partir si es sistema pastoril o mixto”, apunta Massigoge.
Los sistemas pastoriles con pasturas perennes son estrategias que tienen muy buenos rendimientos. Las pasturas consociadas multiespecie aumentan la biodiversidad (siempre y cuando no haya sobrepastoreo).
Además, reducen los riesgos de contaminación ambiental por el menor uso de agroquímicos y favorecen la vida edáfica (microorganismos y fauna edáfica, entre otros).
Los sistemas mixtos tienen ventajas apreciables. Uno de ellos es el aumento de la fertilidad nitrogenada del suelo cuando se usan forrajeras de las familias de las leguminosas. Y por otro lado, promueven un incremento de la “fertilidad” física del suelo, por aumento de la materia orgánica, sobre todo cuando se usan especies perennes.
“La fertilidad física tiene que ver con estructura del suelo, su capacidad de absorber y retener agua, y en eso las gramíneas perennes ayudan mucho. Estas propiedades del suelo son propias y únicas y se van integrando y construyendo a partir del tiempo. Otra de las condiciones de estos sitemas es que mejoran con los ciclos de rotación”, señala Massigoge.
Otras de las ventajas apreciables de este planteo residen en dos aspectos destacados:
-Atenúan la resistencia de las malezas a los herbicidas (por ejemplo: raigrás, nabolza y otras) por una presión menor de la selección de los herbicidas.
-Los vacunos se comen muchas especies vegetales espontáneas (¿malezas o forrajeras?) y el el ganado ovino es aún mejor.
Como un último aspecto, el especialista de Chacra Barrow señaló la posibilidad de utilizar residuos de cosecha (rollo de cola), rastrojos y “guachos” con categorías de menores requerimientos.
“Es muy importante el manejo en estas cuestiones. Este sistema nos acortan los barbechos largos a partir de una mejor rotación y ayuda a mejorar el combate con las malezas. Y los sistemas mixtos tiene un más bajo extracción de nutrientes comparados con sistemas agrícolas”, subraya.
En el sistema mixto se agrega valor a los granos transformándolos en carne con costos muy competitivos, más aun si confía en pasturas perennes. Otro elemento destacado es que a estos sistemas los afecta menos las condiciones climáticas a pesar de las volatilidades que deban enfrentar.
“En el Sistema Mixto al diversificar se disminuye el riesgo de quebranto. Y desde el punto de vista financiero la inclusión de planteos ganaderos mejoran el flujo de fondos y mejora el perfil para aspirar a créditos”, finalizó.