Existen dos aspectos relacionados que concentran la atención de los productores trigueros cada campaña: la aplicación de la mejor tecnología que le permitirá obtener óptimos rendimientos y el costo de los insumos que forman parte de ese paquete tecnológico.
Para esta campaña, la División Nutrientes y Protección de Cultivos de Nidera presenta una propuesta que permite unir máxima tecnología para trigo a menor costo. Según la responsable de Marketing de la División, Ing. Camila López Colmano, “usando el Plan Nutricional y Sanitario que la empresa pone a disposición a través de sus Unidades de Servicio Extendido Nidera (USEN), los productores trigueros de todo el país pueden acceder a un 26 % más de rendimiento ahorrándose el 6 % en el costo de los insumos necesarios”.
El paquete tecnológico para trigo de Nidera contempla 100 kg/ha de Mezcla Pampero, 170 kg/ha de Z Urea, 2,50 lts/ha de Glifoplus, 165 cc/ha de Dicamba Zamba, 6 gr/ha de Metsulfuron Zamba, 750 cc/ha de 2,4D Zamba, 100 cc/ha adherente, 100 cc/ha Cipermetrina Zamba, 750 cc/ha de Poseidón y entre 500 y 750 cc/ha de Emperador.
Las recomendaciones
Genética, un buen barbecho químico, correcta fertilización y uso de fungicidas son las variables que los productores pueden manejar para crecer en rendimiento en el cultivo de trigo.
Por su costo, son los fertilizantes los que cada año implican un desafío para el trigo. Especialmente el nitrógeno y el fósforo, que se llevan prácticamente la mitad de la inversión.
Desde el Departamento Técnico de Nidera Nutrientes, el Ing. Marcelo Palese explicó que el rendimiento del cultivo de trigo está afectado principalmente por el número de granos, el cual se rige por el número de granos/espiga y en espigas/m2. En otras palabras, el aborto de flores y de macollos son factores que determinarán los rindes a cosecha. El aborto de flores es dependiente de las condiciones que explora el cultivo durante el período crítico. Por su parte, el macollaje puede variar e incrementar por la aplicación de nitrógeno.
“Para una máxima expresión del cultivo se requieren unos 30 kg N/ton.”, indicó Palese. En cuanto a la necesidad de fósforo, el trigo requiere de unos 5 kg P/ton.
Los técnicos indican que se debe fertilizar de acuerdo a los rendimientos objetivos y con el agregado de lo necesario para la soja si la rotación cae en un año de rotación trigo-soja.
“El P es un nutriente poco móvil en el suelo. En el caso que el trigo no encuentre condiciones favorables para su desarrollo por factores ajenos a la nutrición, ese P quedará en reserva para ser aprovechado por el cultivo siguiente. A los actuales objetivos de rendimiento, aún con 20 ppm de P1 en el suelo, sigue marcando respuestas a la aplicación de cualquier fuente fosforada. Será entonces de mayor importancia, la adecuada dosis de P cuando detrás del trigo haremos soja”, agregó.
Para recuperar niveles de fósforo en el suelo se deben incorporar entre 4 a 6 kg de P elemento, es decir 9 a 14 kg de pentóxido.
En esa misma línea, el Azufre ocupa también un lugar preponderante en la nutrición del trigo con 4 kg S/ton a producir, pudiendo acompañar al P desde el arranque –sería lo ideal- para que de esa manera eleve la performance del microambiente del cultivo instalado. La extracción del nutriente es menor (índice de cosecha (IC) = 0,25) que la del fósforo (IC = 0,75). Por esa razón, balancear este nutriente resulta secundario si lo comparamos con el N y el P, pero no por ello menos importante. “La acción del S mejora la respuesta al fósforo y es recomendable tener en cuenta las necesidades de la soja en un año con los dos cultivos. Los suelos arenosos con baja cantidad de materia orgánica van a mostrar una mayor respuesta a la fertilización azufrada. En este caso, el uso de fertilizantes como el MAP-S (fosfato monoamónico azufrado) de Nidera Nutrientes, cubre las necesidades de fósforo y azufre del cultivo”, explicó el técnico de la empresa.
Consejos sanitarios
Es sabido que la presencia de enfermedades foliares en el cultivo de trigo provoca diversos efectos negativos que básicamente limitan la expresión del potencial de rendimiento.
Las enfermedades generan disminución del área fotosintética, taponamiento de vasos, inyección de toxinas, aumento de la respiración y mayor consumo de energía improductiva. Si las enfermedades aparecen en macollaje, cuando el cultivo está determinando el rendimiento y definiendo el número de granos/m2, las pérdidas pueden comprometer hasta el 50% del rendimiento y la calidad.
Para que la planta pueda cumplir su función de fotosíntesis en el período de macollaje es necesario mantener sano el área foliar verde, de manera que pueda expresar el incremento del rendimiento por el aumento de número de granos primero y luego del peso de los granos. Es en este momento cuando el cultivo expresa una mayor respuesta en rinde ante la aplicación de un tratamiento químico para el manejo de enfermedades. Después de hoja bandera, solo se podrá afectar el peso de los granos, y eventualmente la calidad, sea por sanidad o contenido proteico.
Ante la presencia de hongos en las hojas del cultivo de trigo, el Plan Nutricional y Sanitario de Nidera brinda la mejor protección con Poseidón, compuesto por una mezcla de estrobilurina y triazol. Su modo de acción Sistémico y Mesostémico resulta en una herramienta sencilla para manejar riesgos de resistencia a funguicidas. La actividad curativa adicional del triazol y la acción preventiva y residual de la Estrobilurina brinda mayor flexibilidad en el tiempo de aplicación.
El tratamiento recomendado para enfermedades tales como Roya anaranjada, Septoriosis de la hoja, Mancha amarilla, Roya amarilla y Oídio implica una dosis de 750cc/ha de Poseidon (trifloxistrobin + propiconazole) a principio de encañazón y 500 a 750 cc/ha de Emperador (Tebuconazole), para el tratamiento de Fusariosis/golpe blanco, Roya anaranjada, Manchas foliares y Oídio.
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