Matticoli: “Es tiempo de invertir en una sanidad inteligente”

Entidades como el Senasa, el INTA; universidades y distintos foros de profesionales coinciden en que las causas sanitarias ocupan un lugar preponderante entre los factores por los que casi 40 de cada 100 vacas no producen un ternero en Argentina.

La empresa CDV envió a nuestra redacción un material de prensa con la opinión de Fernando Matticoli, director comercial del Laboratorio CDV, en línea con este concepto. La compartimos.

Es una realidad: las enfermedades afectan tanto el bienestar, como el normal desempeño productivo de los animales.

Sabemos también que el negocio ganadero atraviesa un momento crucial, que requiere tomar decisiones inteligentes. Y una de ellas, sin duda, pasa por mejorar la sanidad general de los rodeos en busca de una mayor eficiencia: producir más kilos por hectárea de manera independiente al stock del establecimiento o más litros de leche por vaca en ordeñe.

El impacto de las enfermedades y el mal manejo de ellas está a la vista.

Incluso desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios se sostiene un ejercicio que grafica la situación actual.

Según Caprove, afecciones como la tricomoniasis, vibriosis, IBR, DVB u otras patologías de la reproducción juegan un rol clave para que preñemos unas 76 de cada 100 vacas de cría.

Asimismo, e iniciada la gestación de las preñadas, son 70 las que definitivamente paren un ternero.

Y en esa pérdida nuevamente entra en juego de manera preponderante la sanidad y los inconvenientes ligados a Brucelosis, IBR, DVB, Leptospirosis y otras patologías.

Finalmente, según Caprove, de los 70 terneros que comienzan su crianza al pie de la madre, 9 mueren por problemas de diarrea o neumonía.

¿Hace cuánto sabemos esto?

Quizás tanto como el tiempo que llevamos sin aplicar vacunas reproductivas en más del 40% del rodeo susceptible; o como el que hemos pasado sin lograr dar protección a la totalidad de los animales susceptibles al carbunclo, aún incluso contando con la obligatoriedad de hacerlo en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

Al país y a buena parte de los establecimientos ganaderos les faltan terneros. Está a la vista de todos, al igual que la solución para lograrlos.

Es por esto que desde el Laboratorio CDV redoblaremos los esfuerzos en difundir los beneficios de prevenir las enfermedades que afectan a los bovinos.

Entendemos a la sanidad inteligente como aquella que promueve y justifica la incorporación de planes sanitarios preventivos, ofreciendo un calendario de acciones mínimas a cumplir, indicando en qué momento ponerlas en marcha, cómo y con qué.

Contamos con las herramientas y los profesionales para hacerlo.

Es tiempo de invertir en una sanidad inteligente.

¿A qué nos referimos con esto?

Entendemos a la sanidad inteligente como aquella que se orienta a lograr que productores y veterinarios cumplan con planes sanitarios preventivos, específicamente pensados para sus campos y rodeos.

Tiene el objetivo de potenciar al máximo las mejoras nutricionales y genéticas que los productores logran en los animales. No lo duden, la sanidad inteligente es un seguro a las inversiones realizadas.

Provee un calendario de acciones mínimas a cumplir, indicando en qué momento ponerlas en marcha, cómo y con qué; justificando las acciones propuestas.

Claro que esto no es ninguna novedad para muchos de los que leen este medio; sin embargo, es clave entender la importancia de volver a las fuentes y repasar cuestiones que parecen básicas y sencillas, pero que siguen sin cumplirse.

¿Sería inteligente que todos los campos ganaderos de la República Argentina cuenten con un veterinario asesor permanente?

Claro que sí, pero no ocurre.

¿Es inteligente estacionar el servicio en 90 días concentrando las pariciones?

Hay evidencia de los beneficios que obtienen los productores que lo logran, pero son minoría los ganaderos que lo hacen en nuestro país.

¿Es inteligente realizar raspajes de toros y realizar diagnóstico de las vacas que no presentan un ternero?

Si, tener un diagnóstico de lo que ocurre en nuestro rodeo es inteligente y nos ayuda a diagramar la estrategia sanitaria acorde a la situación.

Claro que la sanidad inteligente forma parte de la Ganadería de Precisión.

Es hoy indispensable contar con personal y tecnologías capaz de medir, monitorear y controlar indicadores representativos de cada animal para generar información de calidad y ofrecer ventajas competitivas en la toma de decisiones.

Hay ejemplos concretos en nuestro país: comederos inteligentes; tambos robot; sensores para aguada y forrajes; APP de bienestar animal; geoposicionadores de parto; monitores de actividad reproductiva en toros y desde un tiempo a esta parte, también vacunas inteligentes como las que elaboramos en CDV.

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