Manejo de carneros y ovejas en servicio a campo

Está demostrado que en un año normal es factible señalar el 100% de corderos en nuestra área. La información y recomendaciones que siguen tienden a lograr esa meta.

El primer requisito es la seguridad de trabajar con machos y hembras en buen estado nutricional, sanos y funcionales, vale decir: libres de defectos genitales, enfermedades infecto-contagiosas como Brucelosis u otras, que afectan a la reproducción y sin problemas de parasitosis que implica pérdida de producción.
 
Es muy importante que los carneros sean vigorosos y de fuerte libido (impulso sexual), los inactivos, eliminarlos. No deben haber sufrido stress alguno durante los dos meses previos al servicio. En las majadas generales conviene usar carneros nacidos y criados en la zona, pues tienen buena adaptabilidad al medio.
 
Las ovejas precisan uno a dos meses de descanso después del destete para recuperar estado y pasar de una condición corporal: grado 2 ó 2,5 (lactancia), a grado 3 a 3,5 (adecuado para iniciar el servicio siguiente).
 
El otro factor fundamental es la época del servicio. La oveja, a diferencia de otros animales domésticos, posee una actividad sexual estacional (es poliéstrica estacional) Se ha demostrado que el factor más importante que determina esta característica es la variación de la luz solar (fotoperíodo); de tal manera que al disminuir la cantidad de horas luz por día, se desencadenan -por vía del nervio óptico-, los fenómenos reproductivos y hormonales de esta especie. Además existen otros factores que ejercen su influencia sobre la manifestación del celo en la oveja, que son la temperatura ambiental y la nutrición. Este comportamiento es particularmente más marcado en razas provenientes del hemisferio norte, como la Romney Marsh, que comienza sus celos fértiles a partir de fines de febrero, es decir 65 días posterior al día más largo del año (21 de Diciembre)
Las ovejas de origen mediterráneo (Merino, Corriedale, etc), son las menos estacionales, es decir tienen un período sexual más largo; los celos comienzan irregularmente en primavera- verano y van acentuándose en marzo y abril para nuestra región.
Coincide para las razas ovinas en general, en todo el mundo, el otoño como época de máxima fertilidad, tanto en las hembras como en los machos. Estudios y experiencias realizadas han demostrado que abril es el mes de mayor ovulación positiva (óvulos viables).
 
Época de servicio y razas
La elección de una adecuada “época de encarnerada” es fundamental, ya que los resultados finales -medidos en corderos logrados-, pueden variar mucho al cambiar la fecha de ingreso de los carneros a la majada.
El período de servicio debe basarse en el conocimiento de lo factores ambientales y fisiológicos del animal y en la posibilidad de manejarlos o controlarlos, para aprovechar al máximo el potencial reproductivo de los ovinos.
Por no interpretar debidamente la importancia de los factores mencionados, persisten criterios erróneos en cuanto al mejor momento para el apareamiento. De ahí que “el cordero temprano” –cuyo logro masivo muchos pretenden-, se diluye en una expresión de buenos deseos. Con las razas disponibles actualmente, la pregunta que aparece es: ¿cuándo deben nacer los corderos? Partamos de la premisa universal que el cordero debe nacer cuando la oveja tenga buen pasto, suficiente para asegurar una abundante lactación y rápido crecimiento durante los 4 meses de crianza. En condiciones óptimas la ganancia de peso diaria de la cría, es casi el doble de la del cordero nacido a destiempo.
 
Siendo el pastizal natural el recurso forrajero más utilizado en la producción ovina extensiva, sólo quedan dos opciones para la parición: el otoño o la primavera. Se analizarán los pro y contra de cada manejo:
 
Parición en otoño: Supone servicio de pleno verano; produce menos corderos y la mayor parte de la lactación en el peor momento del campo, (por escasa disponibilidad de pasto en invierno), y de no contar con un verdeo para esa época, habrá baja ganancia de peso diaria en los corderos. Constituye una ventaja comparativa, la buena nutrición de las madres en el último tercio de preñez, que se traduce en buen peso de los corderos al nacer. Atendiendo los requerimientos nutricionales, se llega con corderos grandes a la esquila de noviembre, pudiendo ser destetados y vendidos temprano, o para las Fiestas de Navidad y fin de Año.
 
Parición en primavera: Los nacimientos concentrados cerca del rebrote principal del campo, se corresponde con un servicio de otoño, muy buena época para encarnerar en nuestra zona, si queremos señalar un 100% de corderos, pues tendrá la más alta fertilidad en ovejas, borregas y carneros y la posibilidad de concentrar naturalmente los celos. Con las razas tradicionales: Corriedale o Romney Marsh, y sin referirnos a sus cruzamientos, cuando la ganancia de peso diaria es buena (P.V. promedio: 200gs a 225 gramos/día), se pueden lograr lotes importantes de corderos para la venta, con un peso vivo entre 27 a 37 kg., a los 4 ó 5 meses de edad. El punto débil es la nutrición de los vientres durante los 40 días críticos pre-parto; pero el buen manejo lo puede minimizar sin mayores problemas, mediante una buena planificación (reserva de potreros, tratamientos antiparasitarios adecuados, suplementación estratégica, etc).
 
Duración del servicio:
El servicio debe ser corto y ubicado en la época más favorable, con el propósito de asegurar una parición uniforme y concentrada. La duración para las ovejas adultas puede ser de 45 días y para las “primerizas” o borregas: 60 días. En caso de manejar una sola majada con ovejas y borregas juntas, y servicio tradicional “a campo”, será aconsejable asegurar un período mínimo de dos meses.
Si durante esta actividad, se presentaran días muy calurosos, con temperaturas elevadas, no comunes para la época y lugar, se prolongará el tiempo de servicio, agregando los días necesarios para compensar los saltos sin cobertura (servicios perdidos).
 
Se destaca que en las borregas, “edad fisiológica” se corresponde al peso corporal umbral que indica madurez sexual. Con buen manejo, éste se logra a los 2 dientes y en razas precoces: (Frizonas, Pampintas), a muy temprana edad, antes del año, o sea siendo aún corderas.
 
El peso conveniente para lograr una buena fertilidad en borregas “primerizas”, según diferentes razas es el siguiente:
Romney Marsh : 40 kg;
Corriedale 38 kg; Texel y Frisonas 40 kg;
Pampinta 39 Kgs.;
Ideal 35 kg.
Merino, con 34 kg de peso corporal al momento del servicio, logran alcanzar un 60 % de parición.
Existe una relación directa entre el peso de los vientres al servicio y el porcentaje de señalada obtenido; experiencias realizadas por el INTA en Patagonia y otras regiones lo han demostrado, vale decir: “a mayor peso, más corderos”.
 
No obstante, una buena herramienta, que reemplaza a la balanza y se utiliza como “indicador” del estado nutricional del animal, es la Condición Corporal (C.C.), medida a través de una “escala” (más información en: http://www.inta.gov.ar/balcarce/info/documentos/ganaderia/ovinos/condcorp.htm)
Al momento de dar servicio deberíamos manejarnos con una C.C. grado 3 a 3,5; así estaríamos asegurándonos el peso mínimo adecuado para lograr una buena fertilidad, tanto en ovejas como en borregas; (siempre que se tenga controlado también, el tema sanidad de la majada).
 
Porcentaje de carneros:
Para condiciones “a campo” un carnero en buen estado (C. C.: grado 3 ½ a 4) de buena libido, vigoroso y sano, puede cubrir hasta 100 ovejas en 30 días. En condiciones normales, considerando el tipo de terreno, factor climático y tamaño del potrero, se puede utilizar un 2 ó 3% de carneros con ovejas experimentadas y un 3% (con repaso de 1% más), en las borregas primerizas, incorporando ese refuerzo a los 15 días de iniciado el servicio.
Estas hembras jóvenes pueden recibir también carneros jóvenes, pero preferentemente con un servicio anterior probado y con examen de Brucelosis (clínico + serología) realizado por un Médico Veterinario, preferentemente dos meses antes de que comiencen a trabajar los carneros. Es importante controlar también el tema parasitosis, mediante la obtención de muestras individuales y periódicas de materia fecal y análisis correspondiente (HPG). Deben entrar al servicio con perfectos aplomos (pezuñas recortadas y sanas, sin deformaciones, ni lesiones interdigitales (evitar Pietín), sin ulceraciones en prepucio; revisar dientes, eliminar del servicio los “cara tapada”, pelar barriga y bolsa escrotal; preferentemente con media lana (menos de 6 meses de crecimiento); 3 cm de lana en el lomo resultará un buen aislante en tiempo caluroso y campos sin sombra. No es conveniente esquilar con peine rasante en tiempo caluroso, pues los rayos directos del sol producen lesiones en la piel que luego se infectan.
 
Manejo del servicio:
El conocimiento de algunos factores que hacen al comportamiento y desempeño animal, permitirá un mejor manejo.
1) Las ovejas experimentadas buscan solas al carnero si estamos en la época correcta para el apareamiento. Este hecho, sumado a la presencia del macho, provoca celos masivos; como resultado se preñan hasta un 70-80% en las primeras tres semanas de servicio.
2) Las “primerizas” van más lento, por su inexperiencia; comportamiento que cambia favorablemente en la segunda quincena de marzo, principio de abril, cuando sus celos se vuelven más intensos y duraderos. Suele dar buen resultado incorporarles un 10% de ovejas adultas, cuya experiencia estimulará a las primerizas, aceptando al carnero en menor tiempo.
Se puede realizar también la “inducción previa”: Consiste en introducir un 2% de retajos entre las hembras de recría durante el otoño siguiente al destete, (edad: 7 a 8 meses). Cuando llegan al primer servicio fértil (2 dientes), su comportamiento se asemeja bastante al de las ovejas adultas.
3) Entre los machos suele haber algún carnero “muy dominante”, más bien prepotente o agresivo (peleador); si observamos ese comportamiento, se sugiere retirarlo, pues molesta a los otros y el resultado es que ninguno puede hacer bien su trabajo. “Los machos de fuerte libido no suelen ser agresivos”.
4) Se debe evitar toda elevación brusca de la temperatura corporal, para minimizar las pérdidas embrionarias y conservar la calidad del semen. No mover la majada en tiempo de mucho calor (+ de 32º C); brindar agua limpia, en cantidad suficiente y si es posible disponer de potrero con acceso a sombra.
5) Es un factor limitante el stress causado por perros y cambios repentinos de “querencia”.
6) Durante las 3 (tres) primeras semanas de servicio en ovejas adultas y todo el 1er. mes en borregas, se necesita máxima atención por parte del cuidador. Los celos masivos pueden agotar a algunos carneros, o lesionarse y deben reemplazarse de inmediato. Es importante mantener reproductores de reserva, para asegurarse de que siempre haya carneros fértiles trabajando
7) Es buena práctica procurar que los carneros estén uniformemente distribuidos, mediante repuntes suaves ( sin perros), hacia los mejores lugares del potrero: un rincón con buen reparo, sombra y agua, preferentemente por la tarde, antes de la entrada del sol.
8) El manejo de las borregas exige mayor atención. Conviene acostumbrarlas con anterioridad a un buen potrero, no muy grande y pueden realizarse hasta dos repuntes diarios, (a primera y última hora del día), evitar también los perros, aunque estén adiestrados, por el stress mencionado.
9) Durante la segunda quincena de marzo y la primera semana de abril, los encierros nocturnos son recomendables, puede ser día por medio. Si se presentara tiempo muy caluroso, la majada debe permanecer tranquila.
10) Cumplidos los plazos del punto 6, se puede reducir la dotación de carneros a la mitad, para que completen el servicio los más fuertes. Sin abandonar el ojo avizor, la segunda parte del servicio requiere menos atención, aunque conviene seguir las primerizas de cerca.
11) La mortalidad embrionaria generalmente se produce 3 a 4 semanas después de la fecundación del óvulo, cuando llega el momento crítico de la implantación del embrión en la pared del útero. El mejor recaudo consiste en evitar todo manejo brusco durante el tiempo de servicio y las dos primeras semanas después de concluido el mismo.
 
Realizando un servicio más tarde (abril-mayo) obtendremos una mayor fertilidad y por lo tanto más corderos; se evita también el stress nutricional de la madre al preparto.
 
En este caso se tendrá en cuenta que el desarrollo de moscas (bicheras), no resulte un factor limitante y que los corderos puedan destetarse oportunamente, llegando a término para la mejor época de venta.
 
El servicio de las “borregas” hasta fines de mayo, significa que nacerá una proporción de corderos durante el mes de septiembre-octubre. Poniendo a punto el manejo, estos lotes cola se podrán destetar también y destinar para venta durante el verano en localidades de la Costa Atlántica, obteniendo precios que alcanzan a $ 120 por cordero, como en la última temporada. No obstante, cada productor decidirá lo que más le conviene.
 
Para más información:
Med. Vet. Jorge Manazza:
jmanazza@balcarce.inta.gov.ar
 

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