El daño se manifiesta como pérdida del color verde de los cotiledones y las hojas, que toman un aspecto plomizo, ceniciento o plateado. En los ataques intensos, estos efectos se perciben a distancia.
Los causantes de estos síntomas son trips, insectos blanco-verdosos en sus estados inmaduros y pardo-negruzcos en estado adulto, de 1,5 mm de largo, que se alimentan de diversas plantas (INTA Informa 355). Hasta hace poco tiempo, se consideraba que los períodos de alta temperatura acompañados de sequía ocasionaban el incremento de las poblaciones hasta el nivel de daño. Sin embargo, en los últimos años se ha observado que esto también ocurre durante las primaveras y veranos húmedos.
Ante los perjuicios que provoca esta plaga, el INTA Pergamino determinó que el control más seguro y redituable se logra mediante el tratamiento preventivo de las semillas con insecticidas a las dosis adecuadas de Gaucho 60 FS, Orthene PS 80% o Cruiser 35 FS, que resultaron los más eficientes en experiencias de campo. Como tratamientos curativos en postemergencia conviene utilizar, entre otros, Dimetoato, Clorpirifós, Fenitrotión, Metomil o Metidatión, acompañados siempre de un tensioactivo. En los casos que presentan abundante rastrojo, se recomienda efectuar la aplicación en forma terrestre, aumentar la dosis de insecticida (20-30%) y utilizar mayor presión (70 lb/p2).
Informes: Ing. Nicolás Iannone, INTA Pergamino, (02477) 439000, perent@pergamino.inta.gov.ar
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