Cabe mencionar que todos los 13 de octubre se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes que recuerda el descubrimiento, hace más de 100 años, del proceso que ha permitido utilizar el nitrógeno presente en el aire para fabricar amoníaco, sentando las bases de la industria moderna de fertilizantes. Desde entonces, los fertilizantes han evitado que miles de millones de personas sufran hambrunas y seguirán alimentando al mundo en las próximas décadas.
Las plantas requieren 3 elementos indispensables para crecer y desarrollarse, y por lo tanto para producir alimentos: agua, luz y nutrientes. Al igual que los seres humanos, si no obtienen suficientes nutrientes, puede afectar su productividad y la calidad del alimento que producen.
Los nutrientes esenciales son 17, entre los que se pueden mencionar, a modo de ejemplo, los siguientes: nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, calcio, magnesio, boro, zinc, hierro. “Estos nutrientes serán utilizados por la planta para producir el grano, el fruto, las hojas y todo aquello que en definitiva será nuestro alimento o el de los animales, o fibras o combustibles”, comenta la Ing. Agr. María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de Fertilizar AC.
Los nutrientes en general se encuentran en la naturaleza, pero muchas veces en cantidades deficientes, o en formas que la planta no puede aprovechar, o simplemente no están presentes en el espacio que la planta puede explorar. Si estos nutrientes esenciales no se encuentran disponibles, la planta produciría menos alimentos y de menor calidad.
La forma o el vehículo a través del cual podemos asegurar el suministro de estos nutrientes presentes en la naturaleza en tiempo y forma para que las plantas puedan absorberlos, son los fertilizantes.
Ante el aumento de la población y la pérdida de tierras de cultivo a manos de la industrialización, una hectárea de tierra, que en 1960 alimentaba a dos personas, tendrá que ser capaz de brindar alimento para cinco personas para 2025.
A nivel mundial, los fertilizantes explican más del 50% de la producción de alimentos. Es decir que, sin ellos, no generaríamos alimentos suficientes para la población actual. “Gracias a los avances en la tecnología de fertilizantes, los cultivos hoy reciben una nutrición más adecuada y eficiente, y pueden producir incluso en áreas con suelos de poca calidad. Es por eso que los fertilizantes contribuyen a la sostenibilidad de la seguridad alimentaria y por ende a nuestro futuro”, agrega.
En Argentina, el uso de fertilizantes se ha consolidado siendo hoy una tecnología indispensable, pero aún su utilización no es suficiente y extraemos más nutrientes con las cosechas que los nutrientes que aportamos con los fertilizantes. Es decir, estamos consumiendo nutrientes del suelo que, al no reponerlos, generan su deterioro.
En este sentido, desde Fertilizar AC recalcan la importancia de acompañar el uso de esta tecnología junto a la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs) aplicando las 4 R de la nutrición de cultivos: fuente correcta, dosis correcta, en el momento apropiado, la forma y lugar de aplicación adecuados.
“A través de este manejo responsable podemos asegurar la sustentabilidad de la producción, pero también la preservación del ambiente productivo y del recurso suelo, pero por sobre todas las cosas, podemos contribuir a la seguridad alimentaria que tanto nos preocupa y nos ocupa a todos”, concluye González Sanjuan.
Evolución de la población mundial real con el proceso de Haber Bosch (H&B), estimación de cómo hubiera sido la evolución de la población sin dicho proceso y evolución del porcentaje de población que fue alimentada gracias a la invención de Haber-Bosch
(Redibujado con datos de Erisman et al., 2008).