En relación a los actuales márgenes económicos de la actividad, la foto es por demás compleja. El punto de partida para entender este escenario es la relación de precios entre invernada y gordo, porque al sumar todos los números, la diferencia es de 35 a 40% en relación a la hacienda liviana.
Aun con alimentación eficiente, para el feedlotero es difícil neutralizar esta cuenta. Con los actuales valores del gordo en el consumo, tanto para novillito como vaquillona y más aún en novillo de 400 a 430 kilos, el eslabón más perjudicado en el negocio es el encierre a corral.
En este escenario desfavorable, en donde el productor se ve limitado para hacer un animal pesado de exportación y pensando en el corto y mediano plazo, no repetirá la experiencia. No hay manera de cubrir costos, si se vende nuestro animal terminado a un valor nominal de 185-190 pesos menos gastos y flete. Se vende lo que está en marcha, pero si no hay una apertura rápida y generalizada de exportaciones, no habrá manera de seguir produciendo en volumen ese novillo.
Una de las consecuencias de este panorama es que habrá menos kilos disponibles en el mercado. Los productores no vamos a embarcarnos en hacer un novillo, que después no sabemos de qué manera y a quien se lo vamos a vender. Estos son efectos reales. Con una baja promedio de 13% en los últimos tres meses y una inflación mensual que oscila entre el 2,5 y 3%, los precios que se pagan por el gordo en Liniers dejaron de ser razonables.
El panorama no es propicio para la producción, porque con estas cifras se diluyen las intenciones de trasladar hacienda a los corrales de encierre.
También te puede interesar
Fuerte caída de la faena bovina en marzo
EEB: acciones para sostener un estatus sanitario internacional
Pautas para realizar un manejo estratégico en el rodeo de cría durante el otoño
Habilitan la importación de vacunas bivalentes contra la fiebre aftosa
Mercado de Hacienda
Mercado de Alfalfa
