Así lo aseguró Mariano Garmendia –presidente del INTA– en referencia al plan ganadero impulsado por el Ministerio de Agricultura de la Nación que inició la ronda de trabajo federal y tiene como objetivo aumentar la producción y fomentar las exportaciones de carne. Además, reconoció que el país tiene todo el potencial y las tecnologías disponibles para cumplir con la meta de incrementar 600 mil toneladas para 2030.
En referencia al programa, Garmendia aseguró que “el INTA es una herramienta clave para lograr que el plan llegue a los territorios” y, en este sentido, ponderó el rol de los investigadores y extensionistas involucrados que “acompañarán la implementación en todo el país”.
A su vez, explicó que el plan tiene un fuerte componente en materia de mejoramiento técnico y, en esto, tanto el Senasa como el INTA son las dos instituciones con las que cuenta el Ministerio en todo el territorio nacional para que el plan tenga un impacto real en la cadena ganadera.
“La carne vacuna es un producto extremadamente demandado en el mundo”, indicó Garmendia, al tiempo que señaló que “es una proteína de calidad que forma parte de nuestra cultura alimenticia”. “La demanda de alimentos está creciendo y nuestro país tiene qué proveer”, agregó y destacó la necesidad de enfocarse en aquellos alimentos, como la producción ganadera, que agrega valor en origen y genera mano de obra de calidad.
El plan GanAr apunta a alcanzar una producción de carne de 600 mil toneladas para 2030, aumentar el stock ganadero, el peso de faena y mejorar la productividad. planean comenzar con un proceso de certificación de producción ganadera durante 2022.
De acuerdo con el presidente del INTA, para llegar a la meta será necesario mejorar dos aspectos productivos clave: aumentar el porcentaje de destete e incrementar el peso de faena. Hoy, la Argentina se ubica en un 60 % de destete y debería aumentar a un 70 o 75 %, mientas que el peso de faena actual ronda los 220 kilos y necesitaría llegar a 260. También es importante reducir el ganado improductivo de los rodeos. Además, detalló que el plan también considera a los tambos y a los sistemas silvopastoriles.
“Con estos ajustes, la Argentina puede cumplir tranquilamente con la meta dispuesta por el ministerio. Como país, tenemos el potencial y las capacidades para lograrlo”, aseguró Garmendia. Y agregó: “Las metas que están planteadas son factibles, alcanzables y técnicamente posibles”.
En este punto, el presidente del INTA fue más allá y subrayó: “Lo importante del Plan es que se convierta en una política de Estado y que se sostenga en el tiempo. Es fundamental que se convierta en agenda pública. Por eso, es clave que todos los componentes del territorio se involucren”.
Un Plan para potenciar a la ganadería
Con una mirada federal, integradora y participativa, que contemple y respete las características agroecológicas, productivas, sociales y económicas de cada región del país, su situación actual y su potencial de desarrollo, el ministerio de Agricultura de la Nación presentó el Plan GanAr.
El plan tiene el objetivo de contribuir al aumento de la producción y de la productividad de la ganadería bovina de carne y de leche, así como mejorar su sistema de industrialización. Para esto se financiarán acciones vinculadas a sanidad y biotecnologías reproductivas; instalaciones para el manejo de hacienda y bienestar animal; infraestructura predial; implantación de pasturas y verdeos, forrajes conservados y alimentación estratégica.
Además, apunta a la incorporación de genética en pie con fines reproductivos; incorporación de tecnología ganadera y conectividad; y adecuación de frigoríficos para el fraccionamiento de medias reses, entre otras acciones. A su vez, el plan implementará tres líneas de crédito o aportes económicos.