De acuerdo a datos proporcionados este miércoles por CIARA-CEC, que nuclea a las compañías exportadoras y procesadoras de granos más grandes de Argentina, en marzo sus asociados liquidaron 1.064 millones de dólares, mientras que entre enero y marzo es cifra ascendió a 3.493 millones de dólares.
La cámara, de la que empresas como Bunge y Cargill son miembros, señaló a la agencia Reuters que en los resultados influyó “especialmente la cuarentena establecida por el Gobierno nacional desde el 20 de marzo” hasta el 12 de abril, con el objetivo de contener la expansión del coronavirus en Argentina, principal exportador mundial de aceite y harina de soja, el tercero de maíz y un importante proveedor global de trigo.
Desde el establecimiento de la cuarentena, los envíos de granos a terminales portuarias también se vieron afectados debido a que muchos municipios del país impedían el paso de camiones -el principal medio de flete del sector- por sus trazas urbanas para evitar la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, fuentes del sector agroexportador señalaron que el flujo de granos desde las granjas hasta las plantas de procesamiento de granos mejoró en los últimos días debido a que el Gobierno nacional, que permite el transporte de cargas, está convenciendo a líderes municipales a permitir la circulación.
“Estamos recibiendo un volumen grande y razonable de granos”, le dijo a Reuters el titular de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras, que explicó que el lunes las terminales ubicadas en el polo agroportuario de Rosario habían recibido el 40% del volumen de granos que habitualmente registran en esta época.
Mientras tanto, los productores argentinos están en las etapas iniciales de la recolección de la soja y el maíz 2019/20, cuyas cosechas la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima en 52 millones y 50 millones de toneladas, respectivamente.