Con el objetivo de asegurar la provisión del cereal en el mercado interno, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación anunció la suspensión temporal de las exportaciones de maíz de la campaña 2019/2020 hasta el 1 de marzo de 2021 cuando comienza la cosecha de la nueva campaña. Sin embargo, este tipo de medidas provocan una caída en la producción debido a los menores precios que recibe el productor y a la alteración de los precios relativos que genera un cambio en la asignación de tierras.
El 30 de diciembre de 2020, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación anunció la suspensión temporal de las exportaciones de maíz de la campaña 2019/2020 hasta el 1 de marzo de 2021,cuando comienza la cosecha de la nueva campaña. La justificación de la medida se basa en el aseguramiento de la provisión del cereal para el mercado interno en vistas del dinamismo del sector exportador.
De acuerdo con el organismo gubernamental, ya se han realizado Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por 34,2 millones de toneladas de maíz de las 38,5 millones de toneladas que se proyectaban exportar para el ciclo comercial, lo cual representa el 89% del total. De esta manera, ese excedente debería volcarse al mercado interno, generando una mayor oferta y por lo tanto disminuyendo los precios del cereal.
Desagregando y analizando los datos disponibles, el sector exportador lleva compradas 37,29 millones de toneladas de maíz, por lo tanto, la diferencia con las 34,2 comprometidas para exportar, resulta en 3,06 millones de toneladas que no podrían embarcar hasta tanto comience el nuevo ciclo comercial.
Por otra parte, los exportadores aún deberían comprar 1,2 millones de toneladas a productores si las ventas externas alcanzaran las 38,5 millones de toneladas proyectadas. Con este monto y con la producción de 58,5 millones de toneladas, no debería haber problemas de abastecimiento en el mercado local y no se justificaría la medida tomada.
De esta manera, la norma genera restricciones mediante la incertidumbre de cuando exportar, por lo tanto, genera un impacto negativo sobre los precios. Continuar el informe ingresando aquí