Ambas líneas de crédito tienen como objetivo promover la tecnificación y competitividad de la agroindustria. Esta iniciativa inédita, que se ejecuta a través del BICE y podrá replicarse en todas las entidades financieras, permitirá a los productores abonar en pesos sobre una cantidad de producto mensual fija según el precio de referencia al momento del pago, lo que brinda previsibilidad.
En el caso de los créditos en soja la cuota se fija en toneladas de producto y se abona en pesos tomando el valor del “Precio Soja” del día anterior al momento del pago.
El préstamo, destinado a proyectos de inversión, como la compra de equipamiento nuevo y la construcción de instalaciones productivas, se otorga con un plazo de hasta 60 meses flexible, es decir, que acompaña la evolución del precio de la soja. Esto quiere decir que ante una baja del precio del producto se estira el plazo del crédito y ante una suba se reduce.
La línea se ejecuta en forma directa a través de la entidad financiera y tiene un monto máximo de hasta $300 millones por solicitante. Está dirigida a personas humanas (con aval de SGR o Fondo de Garantía Público) o jurídicas que sean Micro, Pequeñas y Medianas Empresas con certificado MiPyME vigente al momento del otorgamiento.
Por su parte, la línea para el sector tambero ofrece créditos otorgados en UVA pagaderos en litros de leche. Esto implica que la cuota se fija en litros de producto y se abona en pesos tomando el valor SIGLeA del día anterior al de pago.
Este nuevo paquete de financiamiento se complementa con el lanzado a fines de julio y que ya otorgó los primeros créditos a productores tamberos de Córdoba y Santa Fe. En este caso, al igual que la línea para soja, ofrece un monto de hasta $300 millones por empresa y cuenta también con un plazo de 60 meses, a extenderse o reducirse de acuerdo a la evolución del precio de la leche.
Con este nuevo instrumento, que se ejecuta en forma directa a través de BICE, se busca que PyMEs del sector tambero puedan adquirir sistemas de ordeñe robóticos, rotativos, automatización de salas, sistemas de monitoreo, tanques de refrigeración, pasteurizadores y mejora de las instalaciones, entre otras inversiones que les permitan tecnificar y potenciar su producción.
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