Lanzamiento del Plan Ganadero – Palabras de la ministra Miceli

Señor Presidente de la Nación; señor Gobernador; señor presidente de la Cámara de Diputados; señores ministros; señores funcionarios; señores miembros de las distintas organizaciones del sector; señoras y señores: hoy nos hemos convocado, aquí, con el objetivo de presentar el Plan Ganadero Nacional para la Cadena de Ganados y Carnes Bovinas, que tiene como fin último incrementar la oferta de carnes vacunas.

De manera tal, que en el año 2010, es decir dentro de cuatro años, hagamos posible el adecuado abastecimiento, tanto del mercado interno como del externo, generando una dinámica productiva de crecimiento sostenido.

Es sabido por todos nosotros que la demanda de carne vacuna es creciente y sostenida, tanto en nuestro país como en el exterior. Por lo tanto, la puesta en marcha de las distintas medidas, que componen este Plan y que hemos escuchado, en sus aspectos generales, hace unos minutos, nos permitirán satisfacer ambos mercados, sin descuidar el aspecto referido a los precios, ya que para nuestro Gobierno es prioritario mantener y acrecentar el poder adquisitivo de nuestra gente.

Este Plan engloba las distintas necesidades que hemos detectado; nuestros equipos de trabajo han trabajado en numerosas reuniones con todos los actores privados de la cadena de ganados y carnes y se articula con las estrategias que los gobiernos provinciales están llevando adelante en las distintas regiones del país; contempla los aspectos sanitarios y productivos; el mejoramiento del manejo de los rodeos y de los forrajes; la transferencia de tecnología en materia genética; la aplicación de incentivos impositivos y financieros; las modificaciones para trasparentar y abaratar la comercialización, en sus distintas etapas y el desarrollo de un programa de educación alimentaria para diversificar la dieta de los argentinos.

La aplicación de esta serie de medidas significará una transferencia de ingresos del Estado, y por ende de la sociedad toda, a los productores, de más de 400 millones por año, si a los 214 millones, detallados precedentemente, se les suman los costos de los incentivos impositivos y los subsidios de tasas, tanto para las refinanciaciones como para los nuevos créditos que ya está otorgando el Banco Nación y otros bancos.

Todo este enorme esfuerzo fiscal, inédito en la historia de la ganadería argentina, se realiza con la convicción de mejorar las condiciones de rentabilidad, de más de 182 mil pequeños productores, que constituyen más del 90 por ciento de productores- ganaderos de todo el país.

Esta política sectorial específica para la cadena de ganados y carnes vacunas, viene a reforzar todas las medidas macroeconómicas, que nuestro gobierno ha aplicado sistemáticamente, desde hace tres años y que garantizan que la producción argentina – no sólo la de este sector, sino la de todos los sectores de la economía – presenten condiciones de competitividad y de rentabilidad, que permiten sustentar el crecimiento, basado en la inversión, las exportaciones y el consumo, la creación de empleo y la mejora en los indicadores sociales, mediante de la disminución de la pobreza, la indigencia y la mejora en la distribución del ingreso.

En el caso del sector agropecuario, en su conjunto, se aplican una serie de medidas que disminuyen los costos de los insumos y mejoran, adicionalmente, el margen bruto sectorial. En primer lugar quiero reseñar el mantenimiento de un tipo de cambio competitivo. Para que ello ocurra, todos los días nuestro Banco Central compra millones de dólares disponiendo para ello de los recursos en pesos equivalentes. De no ser así, es decir, si el Banco Central no saliera a intervenir diariamente en el mercado cambiario, el tipo de cambio para el sector, en este caso el efectivo, es decir, descontándole el impacto de las retenciones, volvería a niveles reales cercanos a los de la década pasada.

Quiero destacar que el mantenimiento del tipo de cambio en estos valores, no es una casualidad, sino el producto de una estrategia específica para favorecer los niveles de competitividad de la economía y de rentabilidad de los distintos sectores.

En segundo lugar, el sector ha sido beneficiado también por otra política pública: la estabilidad interna en los precios de los combustibles. En efecto, a pesar del alza internacional en el precio del petróleo, ello no ha impactado en las compras directas de gas oil ni sobre el costo de la arada cuando se utiliza el servicio de contratistas. El sector se ha beneficiado en estos 3 años en una suma superior a los 12 mil millones de pesos por la reducción en el precio de este insumo tan importante.

En tercer lugar, merced también a otra decisión adoptada por nuestro Gobierno, el sector no abona la totalidad de la tasa del Impuesto al Valor Agregado, se ha reducido del 21 al 10,5 por ciento en los fertilizantes que utiliza, reportándole este hecho otro beneficio adicional por 400 millones de pesos anuales.

Es importante que todos conozcamos estos números para que se evalúen con toda objetividad los esfuerzos que estamos haciendo nosotros como Gobierno y la sociedad toda para que el sector agropecuario en su conjunto se beneficie con esos mayores recursos.

Vuelvo a insistir aquí que esto no ocurre debido a casualidades, sino a políticas activas adoptadas por nuestro Gobierno para beneficiar al sector. ¿Y dónde se ven estos beneficios? En las mejoras en los márgenes brutos por hectárea, que combinan la buena evolución de los precios de los principales productos agropecuarios y de los costos de mayor incidencia así como en el valor de la tierra.

En efecto, estudios de la Bolsa de Comercio de Rosario, de distintos analistas e investigadores privados, análisis realizados a nivel público y universitario, tanto nacional como provincial, más la opinión de actores claves del sector, nos precisan que, combinando el efecto de las variables que impactan en los costos y en los precios, el promedio del margen bruto por actividad del último trienio, supera en todos los casos entre un 20 y un 50 por ciento el promedio de la década pasada.

Con respecto al valor de la tierra, ésta no sólo ha recuperado sus valores en moneda estadounidense, sino que los ha superado ampliamente en las distintas zonas del país. La mejora se incrementa al tomar el poder adquisitivo de esos valores medidos en moneda local.

Por todo esto, creemos que con la aplicación de las medidas que aquí se presentan, seguimos trabajando para que el sector agropecuario siga creciendo, para que nuestro interior cuente cada vez más con mayores posibilidades. Consideramos al sector como uno de los pilares básicos de la estructura productiva argentina y en conjunto con la cadena agroalimentaria, constituye uno de los sectores más competitivos del mundo.

Estamos seguros que con el trabajo conjunto, con el diálogo, con el respeto y anteponiendo por sobre todas las cosas el interés general por encima del interés particular, el bien común y la solidaridad por encima del individualismo, lograremos incrementar el stock y la oferta ganadera y apuntalar los logros del sector agropecuario, que son muchos, dando sustentabilidad al desarrollo de nuestro país.

Quiero decir que tenemos las puertas abiertas como siempre para que este Plan que hoy presentamos pueda ser mejorado, perfeccionado y que se le puedan incorporar todas las iniciativas que todavía pueden seguir llegando.

Así que, esperemos que dentro de unos años no más podamos dar por resuelto el incremento del stock y de la oferta.

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