La sistematización predial como alternativa para conservar los suelos

Terrazas de absorción sumadas a otras prácticas agronómicas generan sistemas sustentables que benefician a todos los productores en el sudoeste de Córdoba.

Las lluvias intensas generan problemas de erosión en los suelos, inundaciones, anegamientos, entre otros. Sin embargo, la sistematización predial constituye una buena alternativa para hacer frente a estas problemáticas hídricas, conservar el suelo y mejorar la producción.

Ejemplo de ello, según publicó el portal conservaciondesuelos.org, es la experiencia del establecimiento La Perdiz, ubicado en la zona de Bengolea e integrante del Consorcio de Conservación de Suelos Las Tres Marías. Actualmente el consorcio cuenta con 2300 hectáreas sistematizadas, lo que representa entre un 12 y 15% de la superficie total que abarca el Consorcio.

“Todo esto inicia en el año 2014 donde empezamos a tener lluvias muy importantes que generaron problemas de erosión, destrucción de caminos, etc. Hoy, con las terrazas, tenemos una mayor posibilidad de retención de agua, menos pérdida por escorrentía y mayor rendimiento”, comentó Fernando Lagos, Ing. Agrónomo y productor agropecuario del establecimiento La Perdiz.

En campos propios como alquilados
Los trabajos de sistematización se llevan a cabo tanto en campos propios como alquilados. La gran mayoría son terrazas de absorción y algunas de desagüe. “Empezamos a notar que los dueños de los campos ante el deterioro de los suelos y al encontrarse con zonas de desperdicios, cárcavas, escorrentías, comenzaron a preocuparse por el cuidado de sus tierras. Entonces, con este sistema, la idea es trabajar en convenio con el propietario, poder manejar el campo alquilado como campo propio y lograr contratos a 3 o 5 años en lugar de contratos anuales, porque esto pasa a ser una mejoría para ese suelo», agrega Facundo Lagos, también Ing. Agrónomo y productor. 

¿Cómo hacer un adecuado manejo de las terrazas?
Facundo Lagos cuenta que sistematizaron el campo La Perdiz con terrazas de absorción, acompañado de cultivos de servicios que ayudan a la infiltración de los suelos y a que no se vuelen los rastrojos. Eso, sumado a la siembra cortando la pendiente tanto de maíz, soja como trigo, es una muy buena práctica que evita la generación de escorrentías y la erosión hídrica.

“En todas las terrazas vemos que en los años lluviosos hacen que el agua no vaya a parar a partes bajas y genere lagunas, ni dañe los caminos o inunde los pueblos, sino que quede realmente infiltrada en los campos. Y en los años más secos como estos últimos, las pocas lluvias que hay infiltran ya que la velocidad del agua que escurre es menor. Son como lomas de burro que hacen que el agua disminuya su velocidad de recorrido e infiltre más. Así resulta más eficiente la lluvia en ese lote y, por ende, la producción de ese lote es mayor”.

Por otro lado, explica que en el movimiento de tierra que se saca a los costados y se trae al medio han podido medir y encontrar en el medio de la terraza, una mayor fertilidad respecto a las bases.

“Por eso recomendamos que, por tres o cuatro años, toda esa zona de la base donde se fue sacando tierra sea fertilizada con fósforo y nitrógeno duplicando las dosis que se usan en el lote, para poder establecer y volver a tener buena fertilidad en esa superficie”.

Por su parte, Mariana Pasquero, Ing. Agr. asesor técnico del establecimiento, sostiene que es importante considerar la gran compactación de lotes en toda la zona producto de los últimos años con otoños muy húmedos

Por lo que, “además de pensar en sistemas de conservación de suelos, hay que empezar a recorrer los lotes y ver los grados de compactación que tenemos, porque no sirve de nada hacer una terraza si el lote es un pavimento. Entonces si a veces no da la cuestión económica, es preferible hacer una descompactación de los lotes con alguna labor, porque esa compactación impide la entrada de agua y el desarrollo óptimo del cultivo”.

La importancia del plan básico
Este plan de sistematización inició con el Consorcio de Conservación de Suelos «Las Tres Marías», con sede en Bengolea. El ing. Fernando Lagos cuenta que se comenzó a trabajar con dinero de los mismos productores para la conformación de planes básicos y estudios de las cuencas. Luego, de a poco, cada productor comenzó a desarrollar los Planes Prediales de sistematización en sus campos. “La idea es que con el tiempo se vayan sumando más consorcios, que las cuencas lindantes empiecen con los trabajos para sistematizarlas. Es un proceso lento, pero de a poco se va llevando adelante y el productor está tomando conciencia”, sostuvo.

A la vez, destacó el fuerte apoyo del gobierno de la provincia a través del Ministerio de Agricultura, con la entrega de herramientas a los Consorcios y fondos para las tareas administrativas.

Rápida recuperación de lo invertido en sistematización
Según explica Fernando Lagos, la inversión inicial para esta sistematización es aproximadamente dos quintales de soja para el estudio. Para todo el trabajo posterior, si hay que contratar herramientas, son otros dos quintales más. Vale destacar que son valores orientativos y que dependen de la complejidad del proyecto. “Con la mayor producción obtenida en años donde las precipitaciones no son muy abundantes y el agua que queda prácticamente toda en el campo, la recuperación de lo invertido es rápida”.

Por el bien de todos
La familia Lagos asegura que la sistematización predial no sólo genera beneficios para el propio campo sino para el conjunto de productores de la cuenca. “Tanto la sistematización como el cultivo de servicio y la siembra cortando la pendiente son prácticas que ayudan a que realmente se cuiden los suelos y generar sistemas cada vez más sustentables”.

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