La poscosecha propone nuevos desafíos

Más de 200 empresarios del sector acopio, asistieron al Seminario sobre Poscosecha organizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba, Aposgran, la Sociedad de Acopiadores de Granos de Córdoba y Asociación de Cooperativas Argentinas, en la ciudad de Villa María.

""Las labores luego de la cosecha es un tópico que ha comenzado a tener un peso importante en el panorama productivo, y de allí el interés por mejorar la conservación y evitar las pérdidas.
El profesional americano Dirk Maier, y su intérprete y ex alumno Ricardo Bartosik abordaron el proceso de poscosecha desde todos los ángulos: Las nuevas tecnologías en almacenaje de granos; La preservación de la calidad y pureza de los granos utilizando modelos simulados computados de acopios, y el Secado de granos manteniendo su calidad, fueron algunos de los momentos salientes del encuentro.
Ricardo Bartosik es ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de la Plata e integra el equipo del INTA Balcarce. En su instrucción de posgrado conoció a Dirk Maier, en la Universidad de Purdue (EU), que fue quien lo condujo en el trabajo final de posgrado. En diálogo con TodoAgro, el joven profesional argentino trazó los puntos salientes del encuentro.
–Estamos presentando nuevas tecnologías, o tecnologías alternativas, para disminuir riesgos en granos almacenados, fundamentalmente en lo relacionado a desarrollos de insectos y hongos, y destinado a evitar la implementación de una estrategia química, con los riesgos de contaminación que ello conlleva.
Estamos además, presentando herramientas de simulación con el objetivo de hacer más eficiente las tareas del acopio.
–¿Cómo estamos en nuestro país respecto a las pérdidas en el momento del acopio?
–En general, las pérdidas de poscosecha pueden ser de calidad y de cantidad. Las de calidad son las pérdidas más fáciles de medir y evitar pérdidas de proteínas y otros elementos. Las pérdidas en cantidad son más difíciles de medir y hay programas que nos permiten aproximarnos.

La palabra de un experto
El experto estadounidense Dirk Maier (foto), de la Universidad de Purdue expuso sobre las experiencias en sistemas de refrigeración, ozonifiza""ción, atmósfera modificada y control biológico para el combate de patógenos, que se vienen desarrollando en Estados Unidos.

En un informe publicado en el diario La Voz del Interior, que incluye una entrevista a Maier se enfatizó que sin información precisa que asegure que los insectos que aparecen en los silos vienen con el grano desde el campo, las investigaciones sostienen que la mayor fuente de contaminación es la mala sanidad de las instalaciones e acopio. Entre los indeseables habitantes se encuentran los insectos que dañan el grano –como el gorgojo– y aquellas especies secundarias que se alimentan de los hongos y de los granos partidos, entre otras.
La detección de la población, a través de trampas, es una estrategia que la Universidad de Purdue viene desarrollando desde hace varios años. Su instalación a 30 centímetros de profundidad dentro de la masa granaria permite no sólo atrapar el ejemplar sino también identificar su especie. “Un componente electrónico, a través de un rayo infrarrojo, en el interior de la trampa reconoce el insecto. Es una forma de conocer mejor a los insectos y ajustar su manejo”, agregó Maier.

Tendencias
El sistema de exclusión física de insectos de los silos, como herramienta preventiva, es otra de las prácticas que un consorcio de Universidades de Estados Unidos han venido evaluado con buenos resultados para su incorporación al circuito comercial.
“Se trata de mallas metálicas con un tamiz muy pequeño que se colocan en la entrada a los sistemas de ventilación y que evitan el ingreso de los insectos”, adelantó el experto extranjero.
Para evitar que las larvas puedan introducirse en el volumen de granos, las mallas se pueden tratar con insecticidas autorizados. De acuerdo a lo manifestado por Maier, los resultados aportados por el tamiz son similares a los aportados por sistemas preventivos más caros, como la refrigeración que controlan a los insectos a través del aporte de aire frío.
La detección temprana del deterioro del grano, a través de la concentración de dióxido carbónico, fue una de las tecnologías más novedosas que el investigador dejó sobre la mesa en materia de herramientas preventivas para preservar la calidad.
“Cuando el grano comienza a deteriorarse dentro del silo, por la presencia de hongos, se activa biológicamente y eso desprende dióxido carbónico. Lo novedoso es que hay disponible sensores que permiten captar esa actividad biológica y tomar en el acopio las medidas correctivas necesarias”, agregó Cristiano Casini, especialista del Inta Manfredi en poscosecha de granos.
Los equipos de monitoreo manual, que actúan como centinelas, se colocan en la parte superior de las instalaciones de almacenaje. El equipamiento permite controlar la concentración de gases, la temperatura y el tiempo de almacenaje. Su costo ronda los 400 dólares.
“Si bien la termometría ayuda a controlar la temperatura dentro de la instalación y puede llegar a denunciar esa concentración de gases en el interior del silo, como el grano es un buen aislante puede que esa mayor temperatura se detecte cuando la concentración de gases ya causó daños severos en la masa de granos”, precisó Maier.
En plantas de Estados Unidos, esta tecnología de monitoreo de los niveles de gases comenzó a funcionar desde hace dos años, luego de una exhaustiva investigación por parte de las universidades. En muchas instalaciones, los sensores están conectados a sistemas de radio que transmiten la información al encargado de la planta para tomar las decisiones.
En evaluaciones realizadas en plantas de acopio con maíz, los sensores permitieron identificar la concentración de gases cuatro semanas antes de que la temperatura del silo manifestara los indicios de esa mayor actividad biológica en su interior.

El uso del ozono
El control de los hongos y de los insectos también encontró en el ozono a un nuevo aliado. “Equipos ozonificadores ya están ofreciendo el servicio en plantas de los Estados Unidos”, aseguró Casini.
El ozono se produce a través de un golpe de alto voltaje (9.600 voltios) que reciben las moléculas de oxígeno. Su acción es altamente oxidante y tiene propiedades esterilizantes, similares a la lavandina. Denominado “aire puro”, su utilización está autorizada en Estados Unidos para estar en contacto con los productos destinados a la alimentación humana. “No se han percibido efectos negativos del ozono utilizado en una proporción de 50 partes por millón durante 30 días”, precisó Maier. Su incorporación a los silos se hace desde la parte posterior de las instalaciones y luego se recircula por el interior de la estructura. El aporte del ozono ha reportado buenos resultados en el control en las poblaciones de gorgojo en el maíz.
Mientras la investigación empírica avanza, la industria farmacéutica aporta nuevos productos. La empresa Dow Agrosciences espera la autorización mundial para lanzar al mercado su producto Spinosad, un nuevo formulado “no químico” para proteger granos.

 

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio

Suscribite

Recibí en tu correo nuestro newsletter semanal de noticias.

Verificado por MonsterInsights