La importancia de la regulación en la aplicación de fitosanitarios

La tecnología y la inteligencia artificial (IA) están experimentando un crecimiento exponencial, revolucionando múltiples sectores a nivel global. El sector agropecuario no es una excepción. La agricultura moderna ha sabido responder a estos avances, a través de la adopción de nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia, la productividad y la sustentabilidad de las operaciones agrícolas.

En este sentido, la aplicación de productos fitosanitarios con drones comienza a posicionarse a nivel global, y a generar repercusiones localmente. Esta tecnología innovadora y eficaz transformará la manera en que los productores gestionan sus cultivos y ofrecerá nuevas oportunidades para un manejo preciso.

Los drones no vienen a reemplazar los métodos tradicionales de aplicación, sino que actúan como un complemento. Ofrecen una precisión excepcional en la aplicación, permitiendo un control más detallado sobre las áreas específicas a tratar. Su capacidad para acceder a terrenos difíciles o zonas donde la maquinaria convencional no puede llegar los convierte en una solución estratégica dentro del amplio espectro de dispositivos tecnológicos para el sector agrícola disponibles en la actualidad.

La aplicación de fitosanitarios con drones es un claro ejemplo de cómo la innovación remodela el sector agrícola. Permite un uso más eficiente de los insumos y reduce considerablemente la exposición de los aplicadores a los productos. Permite también la automatización y recopilación de datos en tiempo real, ofrece una visión detallada del estado de los cultivos, mejora la toma de decisiones y fomenta la agricultura de precisión.

Si bien los drones representan una herramienta altamente innovadora y eficaz, de todos modos, es fundamental cumplir con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Es decir, todos los requerimientos ya establecidos para la gestión y aplicación de productos fitosanitarios como la capacitación previa, la utilización de productos aprobados por SENASA y adecuados para el cultivo y la plaga en cuestión, la identificación y protección de las áreas sensibles cercanas y la correcta evaluación de las condiciones meteorológicas al momento de la aplicación.

Comprender los beneficios e implicancias del uso de nuevas tecnologías en el sector agrícola, nos lleva a preguntarnos si es una opción disponible en nuestro país o cuando lo será. En este sentido, como cualquier tecnología para la pulverización, debe ir acompañada de un marco regulatorio sólido que le ofrezca sustento.

En nuestro país, deben cumplirse dos etapas básicas para permitir la aplicación con drones. Una es en ANAC (Agencia Nacional de Aviación Civil), quien si bien ya se expidió en 2019 publicando la resolución 880 que establece los pasos para que una empresa pueda aplicar fitosanitarios con drones, hoy está en revisión y gestando una nueva resolución que simplificará dicho proceso. La otra etapa está en el SENASA, ya que para que se aplique un producto fitosanitario comercial, la tecnología de aplicación debe figurar en los marbetes, y aún el organismo no se ha expedido al respecto. Sin embargo, todos los actores involucrados e interesados en su desarrollo, estamos trabajando fuertemente para poner a disposición del sector esta tecnología cuanto antes. Una regulación clara y actualizada garantizará la seguridad y buenas prácticas en su uso.

La aplicación de fitosanitarios con drones ofrecerá a quienes producen una solución innovadora y complementaria a las prácticas agrícolas ya existentes. Incorporar nuevas tecnologías a los campos, abrirá el camino hacia una producción agrícola inteligente, eficiente y responsable.

Por Federico Elorza, coordinador de Gestión Sustentable CASAFE

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