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El trabajo, que llevó el número 48 y se tituló “Ganancia Genética en Soja en Argentina entre 1980 y 2000”, surgió en el seno de Prosoja y respondió a una labor multidisciplinaria, que incluyó el análisis de los rendimientos de la oleaginosa en los últimos 20 años, a partir de más de 70 ensayos implantados y más de 2.700 parcelas experimentales.
A partir de esta investigación, se determinó que 62% del aumento de los rendimientos en soja en ese período provino del trabajo realizado en mejoramiento genético y el desarrollo de variedades.
El encargado de realizar la interpretación de estos datos y la redacción científica fue el ingeniero agrónomo del Inta Paraná, Diego Santos, quien es uno de los especialistas y mejoradores que trabajan Prosoja, una entidad de profesionales que trabajan en la órbita pública y privada y que está presidida por Julio Ferrarotti.
No obstante, durante toda la etapa experimental participaron técnicos del Inta, Universidades Nacionales, EEAOC, Relmó, entre otras importantes empresas.
El anuncio del premio estuvo a cargo del coordinador científico de Mercosoja 2006, el ingeniero agrónomo Eligio Morandi, quien formuló el anuncio en la ceremonia de clausura del importante congreso desarrollado la semana pasada en la Bolsa de Comercio de Rosario.
El comité ejecutivo organizador del evento estableció categorías de premios para los más de 200 trabajos científicos presentados.
Los especialistas nucleados en este comité seleccionaron los tres mejores trabajos por cada mesa técnica, los cuales recibieron menciones especiales.
Cada mesa técnica, a su vez, tuvo un premio al mejor trabajo y, finalmente, entre todos los premiados se seleccionó el de mejor calidad técnico-científica del congreso Mercosoja 2006.
En aquel momento, el rendimiento promedio nacional rondaba los 2.000 kilos por hectárea. Veinte años más tarde, en el trienio 2003/2005, la superficie se había multiplicado por cinco veces, la producción por seis.
La productividad física unitaria por hectárea, en tanto, había crecido 30%, hasta llegar a los 2.500 kilos por hectárea. En la actualidad, la Argentina produce arriba de 40 millones de toneladas de soja.
El crecimiento de la productividad por hectárea
Diego Santos, investigador del Inta Paraná, determinó en su trabajo que en el período comprendido entre 1984 y el 2002, el incremento de la productividad fue de 23 kilos por hectárea y por año.
En 18 años el productor “promedio” vio aumentar sus rindes en 415 kilos por hectárea.
El gran valor del trabajo de Santos fue que sobre la base del análisis de 1.270 datos, provenientes de 72 ensayos en 10 localidades del núcleo productivo, se pudo determinar que la genética fue responsable de una ganancia de 14,3 kilos por hectárea por año, con picos de 19 kilos para los grupos VII y pisos de 9,5 para los III.
La genética, entonces, explicó el 62% del incremento de la productividad de la soja en la Argentina, valor que es superior a la media mundial, según aseguró Santos. Sin embargo, la investigación se encuentra en el país en un punto crítico: sólo en los grupos V y mayores predominan los desarrollos locales; mientras que en los IV hay un fuerte componente de introducción proveniente de los Estados Unidos, dijo Ferrarotti.
Fuente: Portal Infocampo ( www.infocampo.com.ar )
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