La descarga de trigo en el Gran Rosario, a niveles récord

La descarga de trigo por camión en la zona rompió récords en marzo y en abril, mientras que en mayo se mostró en su mayor nivel en diez años. Un junio que aún no terminó ya muestra el mayor nivel de ingreso de camiones en seis años.

Al comenzar la campaña de trigo en diciembre pasado, el ingreso de camiones en los primeros dos meses se encontró muy por debajo del promedio de los últimos años. La fuerte recuperación productiva, que llevó al trigo a su máxima cosecha histórica, todavía no se veía en los puertos del Up River.

Sin embargo, con la importante recuperación de los niveles del Paraná, acompañada de un dinamismo comercial creciente en los últimos meses, el ingreso de camiones al Gran Rosario tomó un nuevo y fuerte impulso.

La descarga de trigo por camión en la zona rompió récords en marzo y en abril, mientras que en mayo se mostró en su mayor nivel en diez años. Un junio que aún no terminó ya muestra el mayor nivel de ingreso de camiones en seis años. De esta manera, la descarga de camiones con trigo en el Up River sigue recuperando terreno y actualmente en su tercer mayor nivel de la historia, sólo superado por las campañas 2019/20 y 2004/05.

Hacia adelante, preocupa el faltante de gasoil (principalmente en las zonas más alejadas de los nodos portuarios) así como también el incremento de otros costos claves del sector, incluyendo cubiertas y neumáticos.

Para el trigo 2022/23, la falta de humedad en los suelos sigue condicionando la siembra
De acuerdo con el informe semanal del MAGyP, la siembra triguera se acerca a la mitad de la superficie objetivo, con el 60% de los lotes ya sembrados. La provincia de Buenos Aires llevaba un avance de siembra por encima de la campaña pasada, pero la falta de agua ya ubica a la siembra bonaerense 1 p.p. debajo de la campaña pasada en el dato de esta semana. Por su parte, el déficit de humedad de suelos se agudiza en las provincias de Santa Fe y Córdoba, que registran avances de siembra del 62% y 80%, respectivamente, 15 y 7 puntos por debajo de los avances de la campaña pasada.

La diferencia fundamental radica en que en Buenos Aires por el momento no hay problemas de interrupción de la siembra por problemas de humedad. No obstante, si no se registran lluvias pronto, se vería afectado al porcentaje a sembrar de los ciclos cortos durante el mes de julio. Por el contrario, la falta de agua tiene detenida la siembra en delegaciones de Santa Fe y Córdoba, lo que explica la demora en el avance en estas dos provincias.

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