La cocina del pronóstico trimestral

Poder elaborar el pronóstico diario del tiempo es un desafío que requiere mucho estudio y análisis y cuando se trata de prever la tendencia climática trimestral, la dificultad aumenta. Por ello, meteorólogos, climatólogos, especialistas en hidrología y agronomía se reúnen para llegar a un pronóstico de consenso de los próximos tres meses. ¿Cuáles son las variables que tienen en cuenta?.

En el análisis del pronóstico trimestral participan no sólo profesionales del SMN sino también del Instituto Nacional del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO) de la UBA, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, de la Autoridad Interjuridiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, y de la Comisión Regional del Río Bermejo.

“El pronóstico trimestral es importante para distintos sectores económicos como el agro que tiene que planificar los cultivos para los próximos meses, entonces es clave tener una proyección de si va a llover y de las temperaturas”, afirmó a Telam la doctora en Ciencias de la Atmósfera del DCAO, Soledad Collazo, cuyo aporte es la previsión de los extremos de temperaturas máximas y mínimas.

Las reuniones de la tendencia climática trimestral comienzan con el análisis de la habilidad del pronóstico anterior, es decir su capacidad de acierto y allí es cuando el trabajo de verificación de la meteoróloga Mercedes Poggi, de la Dirección Central del Monitoreo del Clima del SMN, adquiere protagonismo. “El pronóstico por consenso es subjetivo, si lo querés reproducir en otro trimestre no es posible y es por eso que hacemos la verificación, para testearlo y compararlo con el objetivo”, señala.

En base a los resultados afirma que el subjetivo resulta más hábil: “Si bien tiene algunas falencias, cuenta con el valor agregado de los expertos en clima y además pronosticamos para todo el país”.

El clima que se viene
En base a que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial se mantuvieron por debajo del promedio a mediados de septiembre y los resultados de distintos modelos climáticos, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, International Research Institute for Climate and Society) de la Universidad de Columbia estima que hay una probabilidad del 75 por ciento de que La Niña siga presente durante los meses de diciembre, enero y febrero.

Cuando este fenómeno se presenta con una intensidad con capacidad de influencia, en Argentina se lo asocia a condiciones más secas. “Lo que tuvimos este año es una Niña de débil a moderada, esto quiere decir que tiene una señal que llega, que tiene influencia”, indica Cindy Fernández desde el Servicio Meteorológico Nacional.

“Al llegar el verano -adelanta la meteoróloga-lo que se observa en los pronósticos es que va a tender a debilitarse por lo que empezarán a jugar otros factores que contribuirán o inhibirán los efectos que tiene La Niña”, por lo que recomienda seguir pronósticos de corto plazo.

Para el último trimestre del año, La Niña continuará con una señal significativa. Según Fernández, este fenómeno contribuye a que el aire esté más seco y que las temperaturas puedan subir o bajar con mayor facilidad y que, por ende, haya mayor amplitud térmica.

Por otro lado, el SMN junto a especialistas de otros organismos elaboraron el pronóstico climático de consenso que indica que para lo que queda del año la probabilidad de precipitaciones será inferior a lo normal en la región del Litoral, norte y este de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, este de San Luis y oeste de Patagonia, mientras que estarán en el rango de normal a inferior al promedio en el norte, La Pampa, sudoeste de Buenos Aires, este y sur de Patagonia. Se esperan condiciones normales en el noroeste y en Cuyo.

“Hay que tener en cuenta que si bien el pronóstico prevé menos precipitaciones por toda esta influencia que hay en la región, estamos entrando en la temporada de lluvias. Octubre y noviembre son de los meses más lluviosos en la región Pampeana, por lo cual es esperable que las precipitaciones empiecen a ser al menos un poquito más recurrentes, aunque sin alcanzar las condiciones normales para esta época”, aclara la meteoróloga.

La atmósfera funciona como un sistema complejo y por esa razón la tendencia climática considera los distintos factores que influyen en la región además del fenómeno de La Niña.

En cuanto a las temperaturas, el pronóstico para los meses de octubre, noviembre y diciembre estima que serán superiores a la media en Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, San Luis, sudoeste de Santa Fe y en el centro y norte de Patagonia, mientras de normales a superiores a lo frecuente en el sur del Litoral y en la región de Cuyo. En el resto del país las temperaturas estarán dentro del promedio para la época.

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