Sin embargo, ese proceso no ocurrió en igual medida respecto de la calidad química del grano que, por contener factores antinutricionales, debe ser sometido a tratamiento por calor para posibilitar su uso como alimento de animales, especialmente aves y cerdos.
En este marco, el INTA Paraná seleccionó materiales con menor contenido de compuestos inhibidores de la tripsina. Como resultado, logró la inscripción de dos nuevas variedades de soja de alto rendimiento en los registros de la SAGPyA. Se trata de INTA Paraná 629, del grupo V medio, resistente a las razas 1 y 4 de Phytophtora sojae -causante de la podredumbre de la raíz y la base del tallo- y al Virus del Mosaico de la Alfalfa (AMV). Por su parte, INTA Paraná 661, que pertenece al grupo III largo, posee además, resistencia al Virus del Mosaico de la soja (SMV).
INTA Paraná 661 e INTA Paraná 629 contienen –respectivamente- un 58 y 67% menos de inhibidores de tripsina que el testigo FAINTA 760, lo que permite acortar sensiblemente la duración del tratamiento por calor, con la consiguiente reducción del costo. Por otra parte, dado que se trata de materiales obtenidos por métodos tradicionales de mejoramiento, el grano producido con ellos podrá ingresar sin dificultades en los mercados que no admiten productos transgénicos.
Informes: Ing. Raúl Vicentini, INTA Paraná, (0343) 4975200, rvicentini@parana.inta.gov.ar
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