Informe del perfil y marcha de la cosecha en Entre Ríos

Les compartimos el último informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos sobre la humedad acumulada en esa provincia pensando en la siembra. Además, va la marcha de la cosecha.

Las primeras lluvias del mes de mayo, concentradas principalmente durante el viernes 5, dejaron una oportuna sorpresa respecto de lo que anticipaban los pronósticos. En efecto, la semana pasada comentábamos acerca de la posibilidad de que el frente caliente que afectaba el centro de la Mesopotamia, descendiera hacia el territorio entrerriano, sin embargo no se esperaba que la oferta de agua fuera tan importante sobre el sur. Casi que podría decirse que fueron lluvias de “diseño” para abastecer las zonas más necesitadas de la provincia, sobre todo hacia el sudoeste provincial, sector donde la intención de siembra de la fina suele ser más significativa.


Como podemos ver en el mapa, gran parte del sur de Paraná, Nogoyá, Victoria, Gualeguay y el oeste de Gualeguaychú, tuvieron un piso de precipitaciones del orden de los cuarenta milímetros. Puntualmente los valores fueron más importantes, pero tengamos en cuenta que este volumen de agua representa casi el setenta por ciento del valor estadístico de mayo para el sudoeste entrerriano. El departamento Diamante, con menos fortuna, quedo acoplado a lo que sucedió del lado santafesino, donde los milimetrajes fueron sensiblemente inferiores, salvando la zona de influencia de Rosario, que resultó en una prolongación de lo que recibió el departamento Victoria.


El norte por el contrario, quedo lejos de sumar en forma satisfactoria. Esto resulta inusual si tenemos en cuenta las buenas lluvias que si recibió gran parte de la provincia de Corrientes. En una mirada más regional, es muy posible que todo el centro norte de la provincia haya quedado dentro de la zona menos activa de la baja presión, por eso las diferencias de milimetrajes y el salteo tan importante en el norte. Como sea, ante el apremio de la falta de precipitaciones, ha resultado muy beneficiosa la distribución de este último evento. El panorama ahora es de estabilidad y sin lluvias por varias jornadas.

Estado de las reservas

Las últimas precipitaciones renovaron el positivamente el balance hídrico del sudoeste entrerriano, manteniéndose en niveles adecuados gran parte de la franja este. Notemos que la sequía que asechaba a gran parte del departamento Diamante, se corrigió pero no de manera eficiente. En este departamento en particular, las lluvias quedaron por debajo de treinta milímetros, suficientes para promover recargas superficiales que se notaron, pero en el promedio del primer metro, el perfil aun acusa la escasez. Con apenas diez o quince milímetros más el área vecina ha subido un peldaño más, para luego ya definitivamente ingresar en una zona donde prevalecen las reservas adecuadas, a tono con lo normal para la época. Sin dudas, una benéfica sorpresa que tiene gran valor atendiendo que volvimos a entrar en un período estable.

Sobre el departamento Villaguay y sur de La Paz donde las reservas venían acompañando con un nivel más cercano al adecuado, las lluvias han sido insuficientes. Como decíamos en informes anteriores, sabemos que el sistema pierde poco en esta época, pero dado el historial deficitario que se ha venido padeciendo en este último año, si las ganancias no son confirmadas, los retrocesos rápidamente se vuelven una amenaza. En este sentido, es ahora el noroeste el que se ve me más complicado, junto a la vulnerabilidad ya mencionada que aun condiciona al núcleo diamantino.

Viendo el mapa y sin escatimar las necesarias revisiones a campo, parece que la corrección de humedad para la fina se ha encaminado en buenos términos. Si aparecen algunas lluvias de refuerzo en los últimos diez días del mes, gran parte del área triguera principal habrá tenido un mes con recorrido normal en términos de totales pluviales. Por lo pronto se han visto cambios ambientales que generan enfriamientos detectables, pero estamos lejos de transitar situaciones rigurosas.

Cosecha de arroz

Las primeras lluvias del mes de mayo, concentradas principalmente durante el viernes 5, dejaron una oportuna sorpresa respecto de lo que anticipaban los pronósticos. En efecto, la semana pasada comentábamos acerca de la posibilidad de que el frente caliente que afectaba el centro de la Mesopotamia, descendiera hacia el territorio entrerriano, sin embargo no se esperaba que la oferta de agua fuera tan importante sobre el sur. Casi que podría decirse que fueron lluvias de “diseño” para abastecer las zonas más necesitadas de la provincia, sobre todo hacia el sudoeste provincial, sector donde la intención de siembra de la fina suele ser más significativa.
Como podemos ver en el mapa, gran parte del sur de Paraná, Nogoyá, Victoria, Gualeguay y el oeste de Gualeguaychú, tuvieron un piso de precipitaciones del orden de los cuarenta milímetros. Puntualmente los valores fueron más importantes, pero tengamos en cuenta que este volumen de agua representa casi el setenta por ciento del valor estadístico de mayo para el sudoeste entrerriano. El departamento Diamante, con menos fortuna, quedo acoplado a lo que sucedió del lado santafesino, donde los milimetrajes fueron sensiblemente inferiores, salvando la zona de influencia de Rosario, que resultó en una prolongación de lo que recibió el departamento Victoria.
El norte por el contrario, quedo lejos de sumar en forma satisfactoria. Esto resulta inusual si tenemos en cuenta las buenas lluvias que si recibió gran parte de la provincia de Corrientes. En una mirada más regional, es muy posible que todo el centro norte de la provincia haya quedado dentro de la zona menos activa de la baja presión, por eso las diferencias de milimetrajes y el salteo tan importante en el norte. Como sea, ante el apremio de la falta de precipitaciones, ha resultado muy beneficiosa la distribución de este último evento. El panorama ahora es de estabilidad y sin lluvias por varias jornadas.

Estado de las reservas

Las últimas precipitaciones renovaron el positivamente el balance hídrico del sudoeste entrerriano, manteniéndose en niveles adecuados gran parte de la franja este. Notemos que la sequía que asechaba a gran parte del departamento Diamante, se corrigió pero no de manera eficiente. En este departamento en particular, las lluvias quedaron por debajo de treinta milímetros, suficientes para promover recargas superficiales que se notaron, pero en el promedio del primer metro, el perfil aun acusa la escasez. Con apenas diez o quince milímetros más el área vecina ha subido un peldaño más, para luego ya definitivamente ingresar en una zona donde prevalecen las reservas adecuadas, a tono con lo normal para la época. Sin dudas, una benéfica sorpresa que tiene gran valor atendiendo que volvimos a entrar en un período estable.

Sobre el departamento Villaguay y sur de La Paz donde las reservas venían acompañando con un nivel más cercano al adecuado, las lluvias han sido insuficientes. Como decíamos en informes anteriores, sabemos que el sistema pierde poco en esta época, pero dado el historial deficitario que se ha venido padeciendo en este último año, si las ganancias no son confirmadas, los retrocesos rápidamente se vuelven una amenaza. En este sentido, es ahora el noroeste el que se ve me más complicado, junto a la vulnerabilidad ya mencionada que aun condiciona al núcleo diamantino.

Viendo el mapa y sin escatimar las necesarias revisiones a campo, parece que la corrección de humedad para la fina se ha encaminado en buenos términos. Si aparecen algunas lluvias de refuerzo en los últimos diez días del mes, gran parte del área triguera principal habrá tenido un mes con recorrido normal en términos de totales pluviales. Por lo pronto se han visto cambios ambientales que generan enfriamientos detectables, pero estamos lejos de transitar situaciones rigurosas.

Cosecha de arroz

En Entre Ríos, la cosecha de arroz ha avanzado en un 95% en las labores, sobre una superficie total sembrada de 54.850 hectáreas para el ciclo 2022/23. Figura 1.

El rendimiento promedio provincial actual es de 7.900 kg/ha, lo que proyecta una producción total de 430.000 toneladas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la producción final podría sufrir modificaciones, ya que aún se está evaluando la superficie no cosechada debido a la sequía que afectó a la provincia. Esta sequía impactó en el ciclo del cultivo, afectando el rendimiento, calidad y la producción esperada.

Se están llevando a cabo evaluaciones para determinar la magnitud del área no cosechada.

Cosecha de soja de primera

La cosecha de soja en la provincia se encuentra demorada en comparación con otras campañas, y hasta la fecha se ha completado aproximadamente el 35% de la superficie total sembrada, que es de alrededor de 446.000 hectáreas.

Esta demora se atribuye principalmente a la elevada humedad que presenta el grano y a las precipitaciones que han ocurrido en la mayor parte de la provincia. Estas condiciones climáticas han dificultado el proceso de recolección de la soja.

El rendimiento promedio provincial se ha mantenido en 820 kg/ha, con respecto a la evaluación realizada hace dos semanas. Con este rendimiento, se estima una producción total de 365.000 toneladas, lo que representa una disminución del 74% en comparación con el año anterior.

Es importante destacar que aún queda por determinar el área no cosechada, lo que significa que la producción de soja de primera podría ser aún menor de lo estimado hasta la fecha.

Los colaboradores mencionaron que, a medida que avanzan con las labores se evalúa y determina en el momento si ese lote o que proporción del mismo será cosechada, en función del rendimiento de la oleaginosa.

Como se ha mencionado en informes previos, el grano recolectado presenta mala calidad, con presencia de granos verdes, quebrados y de bajo calibre. Esta situación afecta la calidad y el valor comercial de la cosecha de soja.

Cosecha de soja de segunda

En Entre Ríos, ha comenzado la cosecha de soja de segunda, con una superficie estimada de 397.000 hectáreas para el ciclo 2022/23.

El avance de cosecha hasta el momento es del 2 %, lo cual está por debajo de lo habitual para esta época del año. Esta demora se debe a que la siembra de la oleaginosa no se pudo realizar dentro de la fecha óptima, debido a la fuerte sequía que afectó la región en ese momento.

Los rindes obtenidos hasta el momento son inferiores al promedio de los últimos 5 años, que es de 1.759 kg/ha.

Déficit hídrico del trimestre febrero/abril

Según el análisis realizado utilizando los datos de la Red de Centrales Meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, se encontró que la precipitación promedio acumulada durante los meses de febrero, marzo y abril del año 2023 fue inferior a la serie histórica de 2002 a 2022. Esta serie histórica tiene un promedio de 379 mm de lluvia en el trimestre mencionado.

En términos de las zonas de la provincia de Entre Ríos, se observó que la zona sur, que incluye Gualeguay, Gualeguaychú, Tala y Uruguay, presentó el mayor déficit de precipitación. Esta zona tuvo una diferencia de 174 mm en comparación con la serie histórica (379 mm). Figura 2.

Las zonas oeste, norte y este, que incluyen Diamante, Nogoyá, Paraná, Victoria, Federal, Feliciano, La Paz, Villaguay, Colón, Concordia, Federación y San Salvador, también experimentaron déficits significativos, con diferencias de 143 mm, 127 mm y 111 mm, respectivamente.

Si bien aún quedan 20 días para que finalice el mes de mayo y se complete el requerimiento hídrico para la siembra de trigo, se necesita que las precipitaciones durante lo que resta del mes sean mayores a los valores normales para compensar las grandes diferencias observadas en el trimestre analizado.

Es decir, para recuperar el déficit de lluvia acumulado en los meses anteriores, se requerirían lluvias por encima de lo habitual en esta época del año. Esto sería beneficioso para garantizar las condiciones óptimas para la siembra de trigo en Entre Ríos.

Cosecha de soja de primera

La cosecha de soja en la provincia se encuentra demorada en comparación con otras campañas, y hasta la fecha se ha completado aproximadamente el 35% de la superficie total sembrada, que es de alrededor de 446.000 hectáreas.

Esta demora se atribuye principalmente a la elevada humedad que presenta el grano y a las precipitaciones que han ocurrido en la mayor parte de la provincia. Estas condiciones climáticas han dificultado el proceso de recolección de la soja.

El rendimiento promedio provincial se ha mantenido en 820 kg/ha, con respecto a la evaluación realizada hace dos semanas. Con este rendimiento, se estima una producción total de 365.000 toneladas, lo que representa una disminución del 74% en comparación con el año anterior.

Es importante destacar que aún queda por determinar el área no cosechada, lo que significa que la producción de soja de primera podría ser aún menor de lo estimado hasta la fecha.

Los colaboradores mencionaron que, a medida que avanzan con las labores se evalúa y determina en el momento si ese lote o que proporción del mismo será cosechada, en función del rendimiento de la oleaginosa.

Como se ha mencionado en informes previos, el grano recolectado presenta mala calidad, con presencia de granos verdes, quebrados y de bajo calibre. Esta situación afecta la calidad y el valor comercial de la cosecha de soja.

Cosecha de soja de segunda

En Entre Ríos, ha comenzado la cosecha de soja de segunda, con una superficie estimada de 397.000 hectáreas para el ciclo 2022/23.

El avance de cosecha hasta el momento es del 2 %, lo cual está por debajo de lo habitual para esta época del año. Esta demora se debe a que la siembra de la oleaginosa no se pudo realizar dentro de la fecha óptima, debido a la fuerte sequía que afectó la región en ese momento.

Los rindes obtenidos hasta el momento son inferiores al promedio de los últimos 5 años, que es de 1.759 kg/ha.

Déficit hídrico del trimestre febrero/abril

Según el análisis realizado utilizando los datos de la Red de Centrales Meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, se encontró que la precipitación promedio acumulada durante los meses de febrero, marzo y abril del año 2023 fue inferior a la serie histórica de 2002 a 2022. Esta serie histórica tiene un promedio de 379 mm de lluvia en el trimestre mencionado.

En términos de las zonas de la provincia de Entre Ríos, se observó que la zona sur, que incluye Gualeguay, Gualeguaychú, Tala y Uruguay, presentó el mayor déficit de precipitación. Esta zona tuvo una diferencia de 174 mm en comparación con la serie histórica (379 mm). Figura 2.

Las zonas oeste, norte y este, que incluyen Diamante, Nogoyá, Paraná, Victoria, Federal, Feliciano, La Paz, Villaguay, Colón, Concordia, Federación y San Salvador, también experimentaron déficits significativos, con diferencias de 143 mm, 127 mm y 111 mm, respectivamente.

Si bien aún quedan 20 días para que finalice el mes de mayo y se complete el requerimiento hídrico para la siembra de trigo, se necesita que las precipitaciones durante lo que resta del mes sean mayores a los valores normales para compensar las grandes diferencias observadas en el trimestre analizado.

Es decir, para recuperar el déficit de lluvia acumulado en los meses anteriores, se requerirían lluvias por encima de lo habitual en esta época del año. Esto sería beneficioso para garantizar las condiciones óptimas para la siembra de trigo en Entre Ríos.

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