El Gobierno argentino recibió de parte de los exportadores de trigo una propuesta de autorregulación de las exportaciones del cereal para garantizar el abastecimiento de harina en el mercado interno y evitar subas en este producto y en el precio del pan y otros subproductos como los fideos.
La propuesta se conoció luego de la reunión de unas tres horas entre representantes del sector exportador de cereales y la ministra de Economía Feilsa Miceli, en la sede de la cartera de hacienda.
En el encuentro los empresarios propusieron un sistema de autorregulación que garantice la provisión de 5 millones de toneladas de trigo anual al mercado interno.
Por la mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que el Gobierno "no está estudiando" la posibilidad de disponer restricciones a las exportaciones de trigo.
Fernández salió al cruce de las versiones que indicaban que la Secretaría de Agricultura iba a regular las partidas exportables y fijar un tope de alrededor de 8 millones de toneladas para el mercado interno, para que no se produzca un faltante de trigo que provoque luego una suba de la harina y del pan.
Los rumeros hicieron caer las cotizaciones del cereal el miércoles en el país sudamericano e impulsaron los precios de la plaza de Chicago. La medida, de concretarse, se emparentaría con la decisión oficial de suspender las exportaciones de carne vacuna para
forzar una caída en los precios al consumidor.
Los argumentos
Según el diario La Nación, en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya) evalúan que los 12,3 millones de toneladas de trigo cosechados en la campaña 2005/2006 no alcanzarán para cubrir al mismo tiempo la demanda del mercado interno y del externo, que tiene como principal destino a Brasil.
En los últimos cuatro días, las empresas anotaron operaciones de exportación por un millón de toneladas de trigo. En total hay registrados unos 6,8 millones de toneladas, lo que significa alcanzar los 7 millones de toneladas estimadas por el Gobierno como saldo exportable.
Según Agricultura, si se sobrepasa el volumen estimado para exportar se provocaría un desequilibrio en el mercado interno, con un posible efecto alcista sobre los precios del cereal y luego sobre la harina y el pan.
Esto puede ocurrir porque la última campaña triguera de Argentina cayó en más de cuatro millones de toneladas respecto del ciclo 2004/05, en un contexto mundial de alta demanda de trigo, especialmente de Brasil.
Este país consume 10,4 millones toneladas de trigo al año, de las cuales produce menos de la mitad. El resto, unos 5 millones de toneladas, las adquiere en Argentina, aprovechando el arancel cero vigente en el Mercosur.
En las últimas semanas, según operadores consultados por La Nación, los compradores brasileños llegaron a ofrecer entre 50 y 60 dólares más por tonelada de trigo argentino, lo cual significaba una tentación para los exportadores locales.
En Argentina, el trigo representa un 75 por ciento del insumo de la harina industrial que se utiliza en la panificación. El pan es el principal alimento de los argentinos, a razón de 100 kilos por persona al año.
Fuente: Noticias AgroPecuarias ( www.noticiasagropecuarias.com )
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