Por lo general, las aplicaciones superficiales de insecticidas en cobertura total no producen resultados satisfactorios. La alternativa es el tratamiento de la semilla mediante diversos productos aunque, hasta el momento en la mayoría de los casos , no se ha superado el 60 o 70% de efectividad. En este marco, durante la última campaña, el INTA Rafaela ensayó ocho insecticidas para semillas, sobre un lote de trigo de siembra directa que, con una población de 14 larvas/m², superaba el umbral de daño –6 a 8 larvas/m²-.
El área no tratada produjo 3000 k/ha de grano, mientras que los tratamientos con imidacloprid B, imidacloprid A, tidiocarb + microelementos y bifentrin rindieron entre 3.800 y 3.700 k/ha, es decir, entre un 29 y 25% más. De esta manera, si bien no asegura una protección total, el uso de insecticidas para el tratamiento de semillas mejora los rendimientos de trigo en situaciones donde las poblaciones de gusano blanco superan el umbral de daño económico.
Informes: Ing. Jorge Frana, INTA Rafaela, (03492) 440118/23/4/5, jfrana@rafaela.inta.gov.ar