¿Es posible y viable el cultivo del haba en Córdoba?

Lejos está la presente nota de un análisis exhaustivo del cultivo del haba en la región centro-norte de la provincia de Córdoba. De todos modos, sirve a los efectos de profundizar su viabilidad en los campos cordobeses.

Se focalizará la atención del lector en el rendimiento en grano seco por unidad de superficie, y a los fines ilustrativos, se comparará la producción del haba (Vicia faba major) con la del garbanzo.

La densidad de siembra fue de 11 semillas viables por metro cuadrado, en un arreglo espacial de 30 centímetros por 30 centímetros, en el campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba.

Las legumbres objeto de evaluación y comparación se sembraron en dos fechas de siembra (1 y 20 de mayo del 2022). La siembra se realizó en forma manual en parcelas de 4 surcos de 5 metros de largo y separados a 0,3 metros. Se contó con tres repeticiones por fecha de siembra.

El haba se cosechó cuando la planta estaba completamente defoliada y las vainas presentaban el característico color negro pergamino. De cada unidad experimental (parcela) se tomó una muestra de 1.4 metros cuadrados (dos metros lineales de los dos surcos centrales), y el rendimiento en grano (kg ha-1), el peso del grano (g) y el número de granos por metros cuadrados resultaron las variables medidas o estimadas.

Los 2124 kg de granos por hectárea de haba logrados en la fecha de siembra del 20 de mayo, respecto a los 1.397 kilogramos de grano por hectárea de garbanzo, se encuentra exactamente a mitad de camino entre 1 y 3 toneladas por hectárea que se cita en la bibliografía consultada.

Atendiendo a que el precio por tonelada de grano para el haba y el garbanzo ronda los 400 U$S, bien podría considerarse al cultivo del haba como una alternativa invernal para el productor de la región semiárida central de la provincia de Córdoba.

Por Ing. Agr. Ricardo Héctor Maich. Doctor Ciencias Agropecuarias, especialista en Genética Aplicada y docente de Profesor Asociado (interino) en la asignatura Genética de la carrera de Ingeniería Agronómica que se dicta en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) / rimaich@agro.unc.edu.ar

Acerca del cultivo de Haba
Originaria de la cuenca mediterránea o del Asia central, hoy el haba se cultiva en todo el mundo. Los principales países productores son Australia, China, Egipto y Etiopía, a los que se deben cuatro quintos de la producción mundial. Está extendido su cultivo también en varios países de Europa y de América Latina (especialmente Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela), especialmente en zonas frías y templadas. La temperatura óptima está en torno a los 15 °C.

El haba se desarrolla bien en casi todos los tipos de suelos, pero prefiere los que tengan un buen drenaje, aunque soporta también los arcillosos. Los suelos muy ligeros, húmedos o secos no le van bien; prefiere un pH entre 6 y 7,5. Requiere bastante humedad y unos 700 mm anuales de lluvia. No es particularmente fotófila, y al ser tolerante a las heladas en su desarrollo temprano se adapta a las condiciones de las zonas de montaña.

Fertilización
No es planta exigente en abonos, pero responde muy bien a los abonados fosfopotásicos y al azufre, ya que este con el nitrógeno y el fósforo son componentes esenciales en la mayoría de las proteínas, y al tener esta planta en su composición una fuerte proporción de proteínas, el azufre le es un elemento importantísimo.

Aunque la planta puede fabricar el nitrógeno que necesita a partir de los nódulos formados por el Rhizobium, siempre es conveniente aportar al principio del cultivo algo de nitrógeno, puesto que en los primeros estados de desarrollo de la planta los nódulos todavía no pueden suministrarle el nitrógeno que la planta necesita. Como abonos nitrogenados le van mejor el sulfato y el nitrosulfato amónicos por el azufre que ceden al suelo.

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