El riego suplementario y sus tecnologías asociadas coparon Manfredi

Desde pivots de riego alimentados a energías solares hasta tecnologías que “riegan luz”, un mundo de novedades e información asociada a al riego suplementario se pudo apreciar en la 7º Reunión Internacional de la temática, realizada en el INTA Manfredi, donde se congregaron más de 500 asistentes.

La posibilidad de incrementar y estabilizar los rindes, sobre todo en un contexto de déficit hídrico, hacen que el riego suplementario gane un espacio destacado en la agenda productiva. Desde hace 25 años, el INTA Manfredi -Córdoba- lidera el desarrollo y la validación de las tecnologías vinculadas al riego de cultivos extensivos en el país y, este año, organizó la 7º Reunión Internacional de Riego, que se realiza hasta este viernes.

El evento arrancó con más de 500 participantes en la Estación Experimental Agropecuaria. Entre los puntos destacados de la jornada, su director Aquiles Salinas, señaló que durante el evento se pudo apreciar mucha información técnica, así como también novedades tecnológicas. “Pudimos observar el funcionamiento del Pivot de riego variable, módulos de riego por goteo subterráneos que funcionan con energía solar y un módulo donde está instalado el pivot de alta velocidad, alimentado también por paneles solares y que tiene uno de los últimos desarrollos tecnológicos, que es la barra de herramienta Hummingbird”, detalló.

Por otra parte, destacó algunas novedades sobre las cuales gran parte de los asistentes quedaron impactados, como el caso de una tecnología de origen brasilera, algo disruptiva: “La definen como luces que riegan luz”, explica Salinas, y agrega: “Esta tecnología emite un tipo de radiación, o energía, que permite un mayor crecimiento de las plantas. Hay que tener en cuenta que para mejorar cada cultivo existen niveles de luces diferentes. Los proveedores de esta tecnología hablan de mejoras en la producción en el orden del 50%, por lo que es algo que queremos estudiar mejor en Argentina (ellos ya lo utilizan en Brasil), y ha generado mucho impacto entre los asistentes”.

Por este motivo, Salinas explicó que es muy probable que el INTA lleve adelante algún convenio para estudiar esta herramienta en campos argentinos, y arribar a conclusiones más certeras para las distintas producciones que existen en nuestro territorio.

El uso de efluentes en sistemas de riego, como aportes de fertilización, es otra novedad que ha llamado mucho la atención. “En los números, se habla de un ahorro de 350.000 dólares en un super criadero de cerdos, por los nutrientes que se aportan por los fertilizantes vs tener que adquirirlos de manera particular en el sistema de comercialización”, expresó.

Uso eficiente del agua para riego
Salinas explicó que “en la región central de Córdoba existe más del 50 % de probabilidad de déficit hídrico en todos los meses del año, limitando severamente los rendimientos de trigo y condicionando los de los principales cultivos de verano, como soja y maíz”.

El también referente en riego de la Experimental agregó que “por esto, más allá de que llevamos tres años consecutivos con un marcado déficit hídrico en casi todo el territorio nacional, nosotros trabajamos para desarrollar tecnología de riego suplementario que aporte estabilidad a los cultivos”.

En términos generales, en la Argentina la producción de granos en secano se encuentra limitada por la alta variabilidad en la cantidad y distribución de las precipitaciones. Por ello, el riego suplementario aparece como una tecnología que permite suministrar agua a los cultivos durante períodos de déficit hídricos en zonas semiáridas, subhúmedas e incluso húmedas, propensas a sequías periódicas.

“Córdoba es hoy referente en riego suplementario de cultivos extensivos, no sólo por la superficie que ocupa, que es una de las más grandes a nivel nacional, sino también por la tecnología aplicada en su implementación y en el manejo de los cultivos”, ponderó Salinas quien recordó que a mediados de la década del 90 solo había 4000 hectáreas bajo riego en el territorio provincial y, en la actualidad, superan las 160 mil.

Debido a esto, en el campo experimental del INTA Manfredi -desde 1996- funciona un módulo de riego. “Se trata de un espacio diseñado originalmente con fines experimentales y demostrativos para proporcionar herramientas al productor de la región”, explicó Salinas quien remarcó que de ahí surgió la idea de organizar, cada dos años, las reuniones internacionales.

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