El Mercosur, con condiciones climáticas desfavorables para la campaña 2022/2023

A diferencia de Estados Unidos, donde se prevé que no habrá factores climáticos extremos en los próximos meses, lo cual brindaría seguridad a la producción agrícola de soja y maíz; para los principales países productores del Mercosur las proyecciones no son optimistas.

Los países del Mercosur presentan condiciones climáticas desfavorables para la campaña 2022/23, disminuyendo sus estimaciones de producción de granos para la mayoría de los casos. Por otro lado, Estados Unidos estima que no habrá factores climáticos extremos en los próximos meses, lo cual brindaría seguridad a la producción agrícola de soja y maíz. Sin embargo, la situación es más ajustada para el trigo, con menores perspectivas para la producción en el hemisferio sur.

En el caso de la soja, en Estados Unidos se encuentra en el tramo final de la siembra de la oleaginosa. Por su parte, para Argentina y Brasil, la cosecha ya está llegando a su fin, mostrando para el primero una producción levemente mayor a la estimada en los meses previos.

De acuerdo con datos de la CONAB, publicados en un reciente reporte de la Bolsa de Cereales de Córdoba sobre la situación global del mercado de granos, en Brasil la producción fue de unos 124,3 millones de toneladas, registrando así una disminución de 13,9 millones de toneladas respecto al ciclo previo. A pesar de que el área sembrada presentó un leve aumento, este bajo volumen cosechado de la oleaginosa se explica, principalmente, por problemas climáticos en el sur y en Mato Grosso. Además de un menor rendimiento en el cultivo, el cual presentó una disminución del 15% con respecto al de la campaña previa.

Para Argentina, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura de la Nación, la producción sería de 44 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas menos que la campaña anterior. Por tercera campaña consecutiva, esta menor producción va acompañada de menores rendimientos en el grano, el cual se vio afectado por escasas precipitaciones y elevadas temperaturas. En conjunto la oferta de soja por parte del Mercosur es de 177,5 millones de toneladas, lo cual representa una reducción intercampaña del 11%, el valor más bajo desde el periodo 2017/2018.

Por otra parte, el Centro de Predicción Climático de Estados Unidos no espera condiciones climáticas fuera de lo normal para los próximos tres meses, con precipitaciones por debajo de lo normal con pocas probabilidades para la parte oeste del Corn Belt y temperaturas levemente superiores.

El país norteamericano tendría una producción de 126,3 millones de toneladas, lo que significarían unas 5,6 millones de toneladas más que la campaña previa. Así, la molienda local aumentaría un 2%, siendo ambos valores récord. Por su parte, las exportaciones aumentarían levemente con relación a las de la campaña anterior, ubicándose en un valor de 59,9 millones de toneladas. Así las existencias finales aumentarían con respecto a la campaña 2021/22, a pesar de que disminuyeron comparado con el informe previo. Finalmente la relación stock/consumo se posicionará debajo del promedio de las últimas campañas.

El USDA estimó, a nivel mundial, una producción de 395,4 millones de toneladas de soja, siendo este valor un récord.  Por su parte, el consumo y las exportaciones presentaron un leve incremento respecto de la última estimación, siendo también máximos históricos. De esta manera, se prevé unos stocks finales por encima de la campaña previa en 14,3 millones de toneladas. Así, la relación stocks/consumo se posiciona 3 puntos porcentuales por encima del período previo y del promedio histórico.

Maiz
En el último informe de la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil, la producción de maíz safrinha para la campaña 2021/22 se estima en 88 millones de toneladas, un récord que supera al ciclo previo en un 45% y en un 33% al promedio de las últimas 5 campañas. El incremento fue consecuencia de un aumento tanto en las hectáreas cosechables (+9,7%) como en los rindes del cereal, que pasarían de un promedio de 40,5 a 53,5 quintales por hectárea.

Sumando el maíz de primera, cuya cosecha ha finalizado, y al maíz de tercera implantación (representa sólo el 2% de la producción del cereal) Brasil tendría una oferta de 115,22 millones de toneladas, 28,2 millones más que el ciclo previo y un 23% mayor al promedio de las últimas  campañas. Este valor configura un récord para la producción brasilera de maíz.

En Argentina, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura de la Nación, el avance de cosecha es del 56%, 3 puntos porcentuales por encima de la campaña previa y se espera una producción en torno a los 57 millones de toneladas. Este número implica una caída en la producción del 5,8% respecto al ciclo previo. El USDA la estima en 53 millones.

En los Estados Unidos, el 70% del cultivo maíz se encuentra en estado bueno y excelente, 5 puntos porcentuales por encima de la campaña 2021/22.
Respecto a los demás países, mejora el panorama de producción por un incremento en la estimación para Ucrania que supera las reducciones estimadas en Perú y Zambia. el USDA estima que en el país ya se han sembrado 4,59 millones de hectáreas, por debajo del 2020 y 2021, pero en torno al promedio de 2014-2020. La producción sería de 25 millones de toneladas para 2022/23, 41% por debajo de la campaña pasada. La mira está puesta en que se negocie el corredor de granos para asegurar que se distribuya su producción.

Según datos del USDA, de producción mundial para la campaña 2022/23 mejora respecto de la estimación de mayo y sería de 1.185,8 millones de toneladas, 30,3 millones de toneladas menos que la campaña previa, y el consumo se estima en 1186,3 millones de toneladas, casi 12 millones de toneladas menos que en 2021/22. De esta manera, la relación stocks/consumo global aumentaría respecto al ciclo previo.

Respecto a la dinámica del mercado, la República Popular China está buscando diversificar sus proveedores de trigo, ya que le compraba aproximadamente el 70% del trigo a Estados Unidos y la mayor parte del resto a Ucrania. Ahora, firmó los protocolos de requisitos fitosanitarios con Brasil, y si comienza un comercio en grandes cantidades se podrían remodelar los flujos comerciales mundiales del maíz.

Además, la recuperación del índice dólar respecto al real, le proporciona una ventaja competitiva a la producción de Brasil ciertamente cuando se hace disponible el maíz safrinha. De esta manera, se estima que Brasil y Argentina aumenten sus cuotas de mercado en detrimento de la de Ucrania, mientras que Estados Unidos estaría cinco puntos porcentuales por debajo de su cuota de exportaciones de 2020/21 del 38%.

Trigo
La proyección de producción mundial de trigo de la campaña 2022/23 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos cayó en 1,4 millones de toneladas de junio respecto a la estimación del mes previo y es casi 6 millones de toneladas menor a la de la campaña previa. El principal recorte proviene de Ucrania, cuya caída productiva se estimó en 11,5 millones de toneladas debido al conflicto bélico que traería problemas de cosecha entre julio y agosto.

Una reducción adicional se daría en el hemisferio sur del globo debido a problemas climáticos, afectando tanto a Australia como a Argentina. Con respecto al norte de América, Estados Unidos incrementaría su producción y Canadá se recuperaría tras la sequía de la campaña 2021/22, con un aumento en las exportaciones de 8,5 millones de toneladas. Es también necesario nombrar la ayuda que promete Turquía a Ucrania para hacer de enlace entre la producción de granos de este último y el Mar Negro, lo que le permitiría al país en conflicto poder colocar sus productos agrícolas en el mercado internacional.

Por otro lado, si bien el consumo presentaría un freno en 786 millones de toneladas, los stocks finales caerían y la relación stocks/consumo sería la más baja de las últimas 6 campañas, pero se mantendría sobre el promedio histórico.

En el hemisferio norte, Estados Unidos atravesó una etapa seca que llevaría a un menor desempeño del trigo de invierno respecto a igual fecha del año anterior, con un 24% del cultivo en estado muy pobre y 18% en estado pobre. Por otro lado, el 72% del trigo de primavera se encuentra emergiendo, que si bien es 21 puntos porcentuales menor al promedio, presenta un mejor estado que su contraparte de invierno. A diferencia de este, solamente un 9% se encuentra en estado muy pobre/pobre, y un 49% se encuentra bien. Sin embargo, el USDA prevé que el rendimiento promedio del cereal será levemente superior a la campaña previa y revisó al alza la producción, ubicándola en 47,3 millones de toneladas.

En Argentina no se espera un clima favorable para el trigo, por lo que la Bolsa de Comercio de Rosario estima el área de siembra en 6,2 millones de hectáreas, 700.000 hectáreas por debajo de la campaña previa.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, sin embargo, proyecta una producción de 20 millones de toneladas, que sería más baja que la del ciclo anterior por 2,2 millones de toneladas.

Brasil, principal comprador de trigo argentino, tiene buenas perspectivas sobre su cosecha. Estiman un incremento del área sembrada de 7,2% respecto a la campaña previa, alcanzado 2,89 millones de hectáreas y un aumento de la producción que la llevaría a 8,4 millones de toneladas, un récord histórico.

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