El Frigorífico de Animales Menores de la Cooperativa Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla Ltda. recibió la habilitación correspondiente (Categoría 1, T1/51), por parte del Gobierno de Entre Ríos, para la faena de ovinos y caprinos con destino a la comercialización para consumo humano en el ámbito de la provincia.
El Gobierno, igualmente, habilitó la fábrica de chacinados de la planta (Categoría A, CH 136) para el troceado, desposte y la elaboración de diferentes tipos de chacinados.
La Cooperativa Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla y los productores, de esta manera, lograron dar un nuevo paso para la puesta en marcha del frigorífico de ovinos y caprinos, un sueño que se inició en 2014 con la compra del predio del ex frigorífico municipal –gracias a un aporte del Régimen para la Recuperación de la Ganadería Ovina y Caprina–, ubicado en el kilómetro 65 de la ruta provincial 19, en el ejido de Mansilla, departamento Tala.
Mejorar las perspectivas de los productores a través del agregado de valor, generar puestos de trabajo y ofrecer cortes de carne ovina y caprina de calidad a los entrerrianos fueron los objetivos que la Federada de Mansilla se planteó en su momento y que ahora ingresa en la etapa final.
“Estamos preparándonos para conseguir los animales”, le dijo Ricardo Garzia, integrante de la cooperativa mansillense a Dos Florines, y precisó que la idea “es faenar 100 animales diarios, en un turno de ocho horas, brindando trabajo a 11 personas a lo largo de todo el proceso”.
Los productos saldrán como animal entero y medias reses, pero también se elaborarán cortes envasados al vacío y chacinados.
Garzia explicó que para la comercialización de la producción, desde la cooperativa ya han establecido contactos con distribuidoras, mayoristas de carnes, supermercados, carnicerías y restoranes, a quienes garantizarán, aseguró, calidad, cantidad y continuidad, tres elementos centrales para el éxito del emprendimiento.
“Estamos convencidos de que con este frigorífico vamos a comenzar a transitar una nueva etapa en Entre Ríos, tanto los productores como los consumidores”, confió Garzia.
El desafío, por cierto, es grande dado que los productores ovinos entrerrianos tienen, con esta alternativa, la posibilidad de cambiar su esquema de producción; es decir, vender animales más pesados.
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