El Merino Australiano, ¿el mejor cordero patagónico?

El cordero patagónico es una comida clásica en el sur del país. Tiene enormes propiedades nutritivas y en virtud de la alimentación que recibe al ser alimentado a pasturas tiene carne magra y baja en colesterol. Tras una visita a la Estancia Maitén -con asado incluido- quedaron flotando preguntas.

La preparación clásica del cordero patagónico es a la cruz y así fue como en la Estancia Maitén, la Compañía de Tierras Sud Argentino brindó al grupo de periodistas que recorrió la región un almuerzo con el Merino Australiano como protagonista.

Vivian Hughes, mayordomo de Estancia Maitén y su equipo fueron los anfitriones en un almuerzo realizado el jueves 1 de diciembre de un grupo de comunicadores que llegaron a la región de la mano del Círculo Argentino de Periodistas Agrarios. 

El experto cuya familia es de origen galesa dijo que “el cordero patagónico Merino es la mejor carne del mundo”, y señalando la cruz donde se asaban dos corderos destacó “es un Merino gordo, pero no está pasado de grasa”.

El administrador de la Estancia Maitén, en la cordillera patagónica -en el límite entre Chubut y Río Negro-, habló con TodoAgro minutos antes de ofrecer un cordero de la raza Merino Australiano asado a la estaca, a una decena de periodistas nucleados en el Círculo Argentino de Periodistas Agrarios.

Ver testimonio de Vivian Hughes – Click aquí: https://www.instagram.com/reel/Cloq95orWJV/?igshid=YmRhOGE0MWQ=

El aporte del Merino Australiano

Una raza con eje en la lana, pero que no descuida la carne. Es que este tipo de ejemplares, al ser alimentado a pasturas tiene carne magra, baja en colesterol, con una excelente relación omega 6/omega. Esa carne está enriquecida con antioxidantes y anticancerígenos, como betacarotenos, vitamina E y ácido linoleico. 

La raza Merino es la más importante del mundo, con un rebaño que se estima en los 220 millones de ovejas, siendo la raza que contribuyó a crear la riqueza lanar en todos los continentes. Se dice que la raza se originó en Asia Menor, en el siglo VII AC (antes de Cristo) y desde allí se fue diseminando, primero al norte de África y luego a España, desde donde fue llevada a todo el mundo.

En España, por el año 1230, la raza adquiere su nombre de los Merinos, que eran agentes educativos que controlaban todas las operaciones comerciales, entre ellas, el importante comercio de lana, que necesitaba su autorización especial para la exportación. Aunque la raza existe hace milenios, es a partir de esta época cuando comienza a ser conocida en España y en todo el mundo.

En un principio la lana Merino era de color pardo o negro, lo que no permitía el teñido, pero luego fue promovida la orientación hacia el color blanco mediante el cruzamiento con razas provenientes de África. Desde España, la raza Merino fue diseminada por todo el mundo, cruzándose con otras razas y generando distintas variedades de Merino.

La raza llega a Australia en 1797, traída de España, y a partir de allí fueron llegando en gran número, desde distintas regiones de la península Ibérica, de Francia y también desde Estados Unidos.

Los productores australianos privilegiaron cantidad y la calidad de la lana por sobre la producción de carne. A comienzos del 1900 se decide que el Merino de ese país debe de tener un gran desarrollo, un vellón denso, mecha larga y lana de mejor calidad, con piel lisa y libre de arrugas, excepto pliegues en el cuello. En busca de estas características los criadores australianos trabajaron intensamente, eliminando los animales que no cumplían con estas características y privilegiando los reproductores mejoradores.

Esta selección permitió llegar al Merino Australiano y hoy Australia es el principal productor lanero del mundo, con tres tipos de Merino: uno fino, de menor tamaño, bajo peso de vellón y alta finura; otro medio, con tamaño y peso de vellón intermedios; y un tercero de buen peso corporal, alto peso de vellón y lana más gruesa.

Los primeros ejemplares que llegaron a América se importaron a Argentina, principalmente al sur de la Patagonia. Predominan los animales astados, existiendo la variedad mocha, llamada Poll Merino, a la que los australianos llegaron a partir de una intensa selección, mediante la elección de los individuos sin cuernos y sus sucesivas cruzas. La lana del Merino Australiano cubre la totalidad del cuerpo quedando libre solo la cara. Los cuernos son en forma de espiral y las mucosas son rosadas y es un animal que vive muy bien en campos secos y altos.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print
Scroll al inicio

Suscribite

Recibí en tu correo nuestro newsletter semanal de noticias.

Verificado por MonsterInsights