El actual precio del maíz cambia las ecuaciones ganaderas

Los actuales valores del grano abren un nuevo y serio interrogante sobre el futuro de la oferta de gordo en los corrales y obliga a repensar el negocio ganadero en su conjunto. Un análisis de Ignacio Iriarte se refiere a las consecuencias de esta importante variación del insumo pecuario, al tiempo que reflexiona sobre lo que se viene para las diferentes categorías de hacienda.

Por Lic. Ignacio Iriarte (informe elaborado para FIFRA)

Hay una oferta ganadera irregular, que se ubica claramente por debajo de un año atrás (-5/-10%). La faena de vacas y novillos ha caído poco, pero es muy importante el faltante de hacienda liviana de consumo, especialmente vaquillonas y terneros, y en menor medida novillitos. El feedlot en los últimos dos meses había comenzado a recuperar sus índices de ocupación, pero la reciente suba del precio interno e internacional del maíz abre un nuevo y serio interrogante sobre el futuro de la oferta de gordo de los corrales.

Cuando la ganadería argentina parecía empezar a adaptarse a una relación carne/grano muy adversa, aparece esta nueva e importante suba del precio del grano, debiéndose recordar que el maíz -bajo todas sus formas- sería responsable de no menos del 25% de la producción de carne vacuna en la Argentina. Los números del feedlot en estos últimos días han vuelto a presentarse en rojo, y es difícil asegurar que en el segundo semestre vayan a mejorar.

La relación de compra/venta (invernada/gordo), que ha mejorado con la zafra de terneros, por razones estacionales tendería a subir a partir de julio. Si el grano está prohibitivo, el precio real del gordo ya dio todo lo que podía dar, y el ternero de invernada a partir de julio tenderá a valorizarse nuevamente, puede pronosticarse que la oferta del feedlot en el segundo semestre seguirá siendo muy ajustada, ubicándose por debajo de los volúmenes de años anteriores.

Una oferta con pronóstico reservado, una demanda interna que se resiste a bajar de los 45 kilos y una demanda externa que espera un segundo semestre muy positivo, en precios y en volúmenes. Si no fuera por la fuerte incertidumbre política, económica e institucional, estaría todo dado para el inicio de un vigoroso proceso de retención.

Precios
Mientras que la inflación de los últimos doce meses ha sido del 45%, el precio del novillito en Liniers se incrementó un 94% y el del ternero de invernada (180-200 kg) subió un 110%. Frente a estos aumentos del ganado, que se ubican bien por arriba de la inflación, un índice ponderado de insumos ganaderos entre mayo del 2020 y mayo del 2021 se incrementó un 70,5%, también bien por encima de la inflación. El crecimiento de este índice de insumos durante el último año (18,5% en dólares) se debe en buena medida al fuerte incremento en el precio del maíz, de los fertilizantes y del alambre; mientras tanto, el costo de la alimentación (praderas, verdeos de invierno, silaje de maíz) subió entre el 58% y 68%. Se ubican por debajo del promedio la suba de los salarios y del gasoil. A medida que se intensifica el engorde, el aumento de los costos supera la evolución del kilo de novillo, como reflejo de la notable suba de los precios internacionales del petróleo y de los granos.

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