Efecto coronavirus en el mercado ganadero argentino

La exportación de carne continúa menguada por los efectos de renegociación de contratos y del coronavirus en China, pero a pesar de ello, la falta de novillos en Argentina también le pondría un techo a las posibilidades de ampliar las exportaciones en el corto plazo. En contrapartida, el mercado doméstico comenzó a repuntar en su consumo por varios factores.

Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) destacaron una alta preocupación por la influencia del nuevo virus en Argentina, que podría afectar la producción en la industria frigorífica, e incluso frenarla en algunas empresas faenadoras en caso de detectar síntomas en alguno de sus empleados, ya que deberían recurrir a medidas como la cuarentena, implicando un parate importante en parte de la actividad.

Frente a este escenario, se han tomado las medidas preventivas afirman desde FIFRA: “Todas las empresas están desarrollando y aplicando protocolos al respecto pero ninguna está ajena a que haya contagios”.

Más allá de esta preocupación, la cual también no es ajena a la mayoría de las empresas productoras de alimentos en Argentina, desde la entidad afirmaron que “la actividad de faena del mes de febrero de 2020 muestra una mejora respecto a Enero producto  de la recuperacion del mercado doméstico, mientras que la exportación continua menguada por los efectos de renegociación de contratos y del coronavirus de China, el mercado doméstico a través del aumento de salarios, la tarjeta AlimentAR y de precios competitivos está recuperando el nivel de consumo. Los datos y composición de la faena así lo demuestran, en enero se faenaron  1.168.793 cabezas en 22 días hábiles con un promedio diario de 53.126 animales, mientras que en Febrero se faenaron 1.021.785 en 20 días hábiles con un promedio de 56.766 animales, es decir, la faena diaria fue mayor. En virtud de esta nueva realidad mundial creemos que el consumo interno crecerá pero lo hará a costa del valor de la hacienda que se estaba recuperando”.

¿Qué se vislumbra en el mercado exportador?
El especialista en mercados ganaderos Ignacio Iriarte, manifestó en su reporte para Fifra las importantes posibilidades que aún tiene Argentina para fortalecer su mercado exportador de carnes, a pesar de la coyuntura actual. “A raíz del enorme volumen de carne que ha pasado a demandar China, que sería del orden de las 3,5 millones de toneladas anuales, sumando las importaciones legales y el contrabando, consultoras y organismos internacionales tratan de estimar hoy qué países están en condiciones en el futuro de aportar volúmenes de importación al mercado internacional, considerándose que los dos países que están en mejores condiciones -como ya se probó en el 2019- de aumentar sus exportaciones de manera considerable son Brasil y Argentina”, subrayó el profesional.

Argumentó el anterior comentario afirmando que “La India, que hace cinco años llegó a ser el primer exportador mundial (con carne de búfalo), ha retrocedido continuamente desde entonces, y tiene serias limitaciones en sus ventas (limitadas hoy a sus vecinos asiáticos), derivadas de la baja calidad de sus productos y de la gran cantidad de enfermedades que prevalecen en su rodeo vacuno y bubalino. La India, fuera del mercado regional asiático, y gran parte vía contrabando, no está en condiciones, por su status sanitario, de acceder a ninguno de los mercados internacionales de valor. Australia, ha perdido un porcentaje importante de su stock ganadero a causa de la seca, y al menos en el corto y mediano plazo, experimentará una caída del saldo exportable anual (15-20%). El cambio climático está afectando a Australia como a ninguno de los otros exportadores. Estados Unidos está llamado a ocupar una posición importante a la hora de colocar cortes enfriados de alto precio, con abundante marmoreado, cortes muy demandados por el mercado asiático, pero es mucho menos competitivo cuando la demanda -como es el caso de China- se concentra en cortes baratos y magros. En este rubro, los Estados Unidos son deficitarios y debe importar enormes volúmenes anualmente de carne tipo manufactura de Australia y Nueva Zelandia, la misma que demanda China. En el caso del Uruguay, que se puede hacer extensivo a Nueva Zelandia, se considera que por el tamaño de sus rodeos y por la improbable expansión de los mismos en los próximos años, exportarán en el corto y mediano plazo volúmenes muy similares a los actuales”.

Esta situación mundial en el mercado favorecería a nuestro país según el analista ya que Argentina tiene mayor capacidad de cubrir esta demanda internacional; pero también estaría limitada en el corto plazo por la falta de novillos en los rodeos. “Argentina, que terminó el año 2019 (último trimestre) embarcando el equivalente a un millón de toneladas anuales, también estaría próxima a un techo, a juicio de varios analistas y organismos internacionales. La limitación más seria, estaría dada por la falta de novillos -se mata la mitad que hace quince años- y por la errática e imprevisible política ganadera. Un consultor internacional, que pasó por Buenos Aires hace unas semanas, y que vino a nuestro país buscando explicaciones para el inesperado boom exportador argentino del 2018-2019, declaró que de recuperarse la demanda china, y considerando una producción de carne de 3,1 millones de toneladas anuales, se podrían exportar un millón de toneladas anuales, y consumiéndose localmente 2,1 millones de toneladas, unos 47 kilos per cápita anuales. Manifestó que Argentina tiene hoy una formidable producción de sustitutos, tanto de pollo como de cerdo, que hace quince años no tenía. Está en condiciones de exportar un millón de toneladas anuales de manera sustentable”.

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