Convertir a la transición en una oportunidad

La etapa de transición entre el final de la gestación y el inicio de la lactancia constituye un gran desafío que deben atravesar las vacas de hoy. Es un gran reto para la vaca y, por lo tanto, para la producción lechera. Sin embargo, también debemos considerar que cuando es atravesada correctamente, puede ser altamente rentable.

(*) Por Luis Ignacio Vidaurreta, MV, MSc

La selección genética y la evolución de los sistemas de producción han llevado a que las vacas lecheras produzcan cada vez más. Así, ellas se han transformado en verdaderas atletas que pueden responder con más producción ante una adecuada nutrición y manejo, logrando de esta manera maximizar el retorno económico sobre la inversión. Sin embargo, la etapa de transición entre el final de la gestación y el inicio de la lactancia constituye un gran desafío que deben atravesar las vacas de hoy.

Este período es importante porque en las 6 a 8 semanas alrededor del parto la vaca debe ajustar de manera rápida y precisa su metabolismo. Así, en una etapa donde su capacidad de consumo se encuentra deprimida, ella debe satisfacer los nuevos y mayores requerimientos nutricionales del inicio de la lactancia.

Esta situación conlleva a la movilización de reservas corporales que, cuando es excesiva, aumenta el riesgo de presentación de enfermedades metabólicas (Cetosis, Hipocalcemia). Junto con esto, el déficit de ciertos nutrientes (calcio, glucosa, microminerales y vitaminas), sumado a una elevada movilización de reservas, hacen que durante esta etapa la vaca también este inmunodeprimida. Por lo tanto, durante la transición ellas se enfrentan además a una mayor probabilidad de sufrir enfermedades de tipo infecciosas (Metritis, Mastitis, etc.).

Investigaciones han demostrado que aún en diferentes niveles de producción, manejo o raza, alrededor de la mitad de las vacas desarrolla algún tipo de enfermedad infecciosa o metabólica en los primeros meses de lactancia. Esto condiciona la producción y la reproducción (Grafico 1) y ocasiona pérdidas que podríamos considerar como inmediatas o de largo plazo (Figura 1). Estas últimas, aunque menos visibles, son las más importantes ya que representan 2/3 de los costos que pueden afectar esta etapa.

La transición es un gran reto para la vaca y, por lo tanto, para la producción lechera. Sin embargo, también debemos considerar que cuando es atravesada correctamente, puede ser altamente rentable. Y esto es así no sólo por las pérdidas que dejan de producirse, sino por los efectos positivos que esto acarrea sobre la producción y la reproducción de la siguiente lactancia.

Es por esto que Provimi Argentina ha desarrollado Ready2Milk. Un programa de Cargill Nutrición Animal para la transición que define puntos de mejora. Este plan de trabajo es personalizado, al igual que el monitoreo de los resultados. De esta manera se puede esperar una menor incidencia de enfermedades, un mejor desempeño reproductivo, más producción de leche y un mayor retorno económico de la producción.

* Consultor Técnico en Lechería – Provimi Cargill Animal Nutrition

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print
Scroll al inicio

Suscribite

Recibí en tu correo nuestro newsletter semanal de noticias.

Verificado por MonsterInsights