Durante la campaña 2022/23 se sembraron 16,2 Mha de soja, una reducción de 100 mHa con respecto a la campaña 2021/22 y una caída de 6 % con respecto al promedio de las últimas 5 campañas (Superficie promedio últimas 5 campañas: 17,1 MHa).
Si bien estos números no mostraban grandes variaciones respecto a lo que se venía sembrando de soja en Argentina, sí lo hicieron los valores finalizando la campaña, tanto en materia de rendimiento como de hectáreas cosechadas, a causa de los estragos de la gran sequía generalizada.
Es así que, dado por finalizada la campaña y arrojando los datos de cierre de la misma, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que “el rinde promedio nacional fue de 15,4 qq/ha, una disminución del 44,8 % en comparación al ciclo previo y una merma de 44,9 % con respecto al promedio de las últimas 5 campañas”.
En cuanto a los datos de producción, detalló que “el total nacional se ubica en 21 MTn, 22,3 MTn por debajo a la campaña 2021/22 y un 53,1 % por debajo a la producción promedio de las últimas 5 campañas (Producción U5C : 45,1 MTn)”.
Finalmente, las condiciones sobre el Sudeste de Buenos Aires fueron distintas al resto, alcanzando rendimientos por encima del promedio histórico.
Tras el adverso escenario climático del año pasado, marcado por un nuevo año de sequía, la cadena de la soja aportará a la economía argentina USD 7.345 millones en el 2023 en valor agregado, lo que representa una disminución del 67% en comparación con el valor del año pasado. Adicionalmente, generará exportaciones por USD 12.542 millones (-50% i.a.) y aportará USD 4.350 millones en recaudación fiscal (-57% i.a.)