Con la napa, y un buen manejo, hay una yapa

En un campo en la zona de Punta del agua, a 20 kilómetros al sur de Hernando en la provincia de Córdoba, Daniel Beltramino y Aldo Pecoud lograron un rinde de 120 quintales de maíz, en el marco de una campaña zonal en la que el promedio fue de 60 quintales. El campo tiene la napa freática alta, pero además los productores poseen un excelente manejo y desde hace 16 años lo trabajan en siembra directa.

""Aldo Pecoud tiene 70 años y una historia que lo liga a Francia. “Mi papá vino con mi abuelo desde Francia a los 8 años, antes de la Primera Guerra Mundial”. El matrimonio Pecoud, tuvo 5 hijos, 4 varones y una mujer. En principio la familia se estableció en Cruz Alta, Córdoba. “Mi papá se llamaba José Noel, en primera instancia alquiló campos, y con el tiempo logró tener campo propio”.
Por la década del ´50, Aldo comienza a tener una participación más activa dentro de la empresa familiar. “Yo entré a la actividad más o menos por el año 50, haciendo maní y ganadería. Pasado los años se dejó el maní y se empezó a hacer sorgo y continuamos con la ganadería”.
Pecoud decidió dejar de lado al maní a fines de los ´70. “Se dejó por el año 67 porque la tierra, por sus enfermedades, ya no daba más”, explicó.
Aunque es un hombre que transmite mucha paz, supo de momentos de muchos nervios. “El año 1972, fue tremendo, ya que perdimos casi toda la cosecha”, dijo.
Pecoud decide entre 1995 y 1996 abandonar la actividad ganadera, porque los números no cerraban. “Ya no era rentable para nosotros, éramos invernadores y no nos cerraban los números, por lo que vendimos todo”.

La siembra directa hace un gran aporte
Para esa época la decisión de jugar todo a la agricultura  tuvo un puntal fundamental: Su yerno Daniel Beltramino ayuda a profundizar el giro de la empresa, de la mano de la siembra directa. “Desde hace 10 años que se empezó e trabajar, en su campo, con siembra directa. Los campos donde estamos ahora ya tienen 16 años de Siembra directa”, explicó en referencia al establecimiento ubicado a unos tres kilómetros al norte de Punta del Agua, que son arrendados por Pecoud-Beltramino.
La vinculación de Beltramino con la siembra directa fue fulminante. “Yo había visto como se hacían cultivos en directa, en la estancia La Morocha, en la zona de Las Peñas, donde trabajaba. Me gustó el hecho de no mover la tierra y me fui familiarizando con lo que es la tecnología y el manejo de la siembra directa”, dijo Beltramino. Agregó que a pesar de la profusa información y el impacto de la técnica, todavía se cometen errores. “Hay productores, incluso algunos cercanos a nosotros que trabaja 5 años en siembra directa y de un día para el otro le pasa un paratil, y con eso se rompe todo el proceso de la siembra d"Elirecta. No se entiende que la técnica tiene una función. Con cualquier cosa que le pases al suelo, rompés lo que viniste haciendo durante años. Nosotros tenemos en algunos lotes, son blandos, tenemos problemas de huella, y estamos estudiando que hacer para mejorar ese sistema, pero sin romper el suelo”, expresó Beltramino.

Acuerdos sustentables
El buen criterio de propietarios y arrendatarios ayuda la sustentabilidad de la empresa de Pecoud. “Estos campos son arrendados, pero siempre los tuvimos nosotros. Fui yo quien empecé con la siembra directa en estos campos al principio y los propietarios han comprendido que le estamos cuidando el capital”, expresó con apasionamiento Daniel.
La  firma tiene casi todos contratos largos, fijos, y con alquileres a porcentaje. “Hay algunos propietarios que no comprenden generalmente que hay que cuidar la tierra. Nosotros estamos haciendo este laburo porque tenemos contratos a 5-6 años y los dueños de estos campos saben que cuidamos la tierra. Conozco productores amigos que les hacen el contrato año a año y ante esto no cuida la tierra, pero esto también porque al dueño del campo tampoco le importa entonces que le cuiden la tierra. Está obligado a hacer monocultivo. El que tiene que tomar conciencia sobre esto es el dueño del campo”.
En la zona, los valores de alquileres oscilan entre los 8 y los 10 quintales y a partir de la implantación de la siembra directa el impacto en el bolsillo y en la estructura del suelo fue para bien: “Hoy estamos en 2% de materia orgánica, todavía es bastante pobre, pero yo tengo análisis de suelo de hace 14-15 años atrás, veníamos con 1 parte por millón. Ya estamos en las casi 2 partes por millón, es decir, estamos subiendo con esta inversión en el suelo. Y ya empezamos a trabajar con los micronutrie"Excelentesntes, con el azufre, el boro, el zinc, pero todavía no hay respuesta, pero no hay que dejar de probarlo”

La napa brinda una yapa
La presencia de napa freática alta o fluctuante juega como una variable favorable en años con lluvias normales, pero desfavorable en años muy húmedos; asociando esta característica en primer lugar por su incidencia sobre el stand de plantas y en segundo lugar con el aporte de agua en períodos críticos, pero además puede profundizarse los problemas en la cosecha. Es el caso de esa zona en cercanías de Punta del Agua, donde el problema de compactación por huellas viene desvelando a los productores de la zona, ya que han existido años muy llovedores, sobre todo en la cosecha.
Al describir las Características del suelo, Daniel Beltramino indicó: “La zona es más o menos homogénea  arrancando del arroyo de Punta del Agua, hacia el norte, es decir hacia Hernando. Calculo que son unos 10 kilómetros que es la parte de la napa baja. En agosto hicimos los análisis de suelo para el maíz y a 80 centímetros había barro. Son aguas saladas. El PH está normal para estos suelos, está un poquito alto pero no es necesario hacer encalado o esas cosas”.
El maíz sembrado en Punta del Agua rindió 120 quintales. “El vecino de acá, cruzando el alambre, tuvo rindes de 90 quintales en maíz. Saliendo un poco afuera de acá se viene un poco abajo los rindes, más para las sierras, están hablando de 60 a 80 quintales en maíz. En soja, este año en la zona de Punta del Agua, entre 30 y 40 quintales, buena cosecha. Y si nos vamos a la zona de Las Petacas, 28-30 quintales”, explicó Daniel y agregó: “La diferencia está en la napa y en el manejo, estamos echando caso 300 kilos de fertilizante. Este maíz tiene 120 kilos de fósforo y 150 kilos de urea todo a la siembra, no se refertilizó ni nada. El maíz curado y con todos los chiches. El material es Nidera 882, tuvo algo de vuelco, pero anduvo bastante bien”, precisó.
No en todos los lotes se sembró la misma variedad, ya que Beltramino tiene la consigna de que todos los años hay que probar algo nuevo, “lo que es en soja la semilla no dura tres años”, indicó, dando evidencias de su espíritu emprendedor.
La empresa de Pecoud-Beltramino trabaja alrededor de 1.000 hectáreas, de las cuales la mitad es arrendada. “Tenemos campos en la zona de Punta del Agua y en la zona de Las Petacas. Hacemos soja y maíz en el 50% del campo. No incluimos trigo por ejemplo porque nos viene dando muy buenos resultados estos dos cultivos”.

En Hernando hubo bajos rindes en maíz, y mejores en soja
El ingeniero agrónomo Cristian Giraudo asesora a clientes de Agroglobal, una novel firma de Hernando que se puso en marcha a partir de la asociación de 11 productores de la zona. La empresa vende insumos agrícolas y participa en el negocio del acopio.
En diálogo con Semana Rural, Giraudo puntualizó que en la zona de Hernando la mayoría de los suelos son franco-limosos, aunque hacia el norte, yendo hacia Pampayasta, las tierras pasan a ser franco-arenosas.
En general, los campos tienen bajos contenidos de materia orgánica y fósforo, del orden del 2% en MO y de 10 partes por millón en fósforo. “Hay situaciones más complicadas y otras menos complicadas, pero en general están faltando macronutrientes como nitrógenos y fósforo”. Quizás en la historia agrícola de la zona, mucho tenga que ver con esta realidad, las prácticas extractivas del suelo como el "ingenieromonocultivo del maní.
En lo que hace a la campaña 2005-2006, el estrés calórico y la ausencia de agua en momentos claves, jugó en contra del maíz. Los rindes promedio del maíz en la zona fueron muy variables, y promediaron alrededor de 60 quintales. “Claro que hubo excepciones, como en la zona de Punta del Agua donde las napas freáticas están altas y eso ayuda en períodos críticos”.
Giraudo fue el director a campo del ensayo que realizó Nidera, en el Campo Líder que se instrumentó en el establecimiento de Fabricio y Rafael Giraudo, a 2 kilómetros de Hernando, y a la vez condujo el ensayo de variedades comerciales y experimentales que Nidera puso en marcha en el campo de Aldo Pecoud, en el marco de su red de ensayos. “Se hacen con la finalidad de probar materiales, y se implanta con la misma tecnología que usa el productor”.
En el campo de Punta del Agua se probaron 18 materiales de maíz, entre ellos 5 experimentales. Se fertilizó con 100 kg. de fosfato diamónico y 100 kilos de urea a la siembra, lográndose 85.000 mil plantas por hectárea.
Como ya dijimos en el campo de Pecoud el rinde promedio fue de 120 quintales por hectárea (se usó el híbrido AX 882 MG), y en particular en el ensayo, los valores fueron similares, sobresaliendo el AX 820 que promedió 135 quintales. “Tendiendo en cuenta como influyeron la temperatura y las lluvias, se vieron beneficiados los ciclos cortos”, indicó Giraudo.
En l que respecta a la campaña sojera, las cosas fueron diferentes, ya que la oleaginosa soportó mejor los períodos de estrés térmico e hídrico y las siembras de primera promediaron los 30 quintales, en tanto que las siembras de segunda oscilaron en los 22 quintales. “Se comportaron muy bien los grupos 4 largos”, señaló el profesional.

Punta del Agua, un pueblo con historia
Punta del Agua es un pequeño pueblo de unos 100 habitantes en su zona urbana y unos 300 en total, si se suma a la colonia agropecuaria. En realidad cada día más agrícola que pecuaria. Está enclavada a unos 20 kilómetros al sur de Hernando y se accede por una ruta de asfalto, en regular estado, la que a raíz de movimientos de barro por momentos se estreche e incluso tiene un nivel más bajo que la banquina. Antes de que la estación del ferrocarril se estableciera en Hernando, Punta del Agua llegó a tener más de mil habitantes y era el principal centro poblado de la zona.
La comuna ostenta un verdadero record y hasta genera envidia en no pocos funcionarios. Sucede que don Orfilio Gastaudo, es el presidente comunal que más años ininterrumpidos se mantuvo en el poder en toda Argentina. Cuando en diciembre del año próximo finalice un nuevo período de gobierno, este político radical habrá cumplido 41 años consecutivos al frente del gobierno de la localidad y ha anticipado que no repetirá un nuevo mandato. Una de las grandes virtudes de Gastaudo, es que jamás cobró un peso por su tarea como presidente de la comuna.
En el pueblo se ve mucha limpieza y armonía y posee una iglesia centenaria, al lado del edificio comunal. Pero si hay un lugar en donde se puede ver el peso de la historia de Punta del Agua, es su cementerio que, en un amplio solar, tiene tumbas centenarias y una impronta arquitectónica muy peculiar.

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