En el caso del ovino, cuando se ve sometido a temperaturas por encima de su rango de bienestar térmico, puede llegar a responder mediante mecanismos compensadores como la evaporización respiratoria y cutánea, pero cuando estos mecanismos son insuficientes, la temperatura corporal aumenta produciendo hipertermia o estrés térmico. Aunque el ovino es una de las especies ganaderas más resistentes al calor, la exposición de las ovejas a altas temperaturas ambientales tiene un efecto perjudicial en el rendimiento productivo y en las características nutricionales y propiedades tecnológicas de la leche.
Las consecuencias del estrés por calor en las ovejas tienen una repercusión económica por la bajada de producción y la marcada disminución de la grasa y la proteína en la composición de la leche. Existen herramientas nutricionales y de manejo, que nos ayudan a reducir los efectos negativos del estrés por calor sobre la producción de leche y que pueden también mejorar las funciones inmunológicas de la oveja y consecuentemente la sanidad de la ubre.
Algunas recomendaciones:
1.- Aportar los alimentos al final de la tarde y adecuar las instalaciones para mantener el ambiente ventilado son estrategias útiles.
2.- Para evitar las consecuencias de la radiación directa del sol es conveniente proveer de lugares de sombra a los animales.
3.- Las ovejas deben tener acceso al agua en toda hora; que debe ser fresca, limpia y en cantidad suficiente. Hay que tener en cuenta que la ingesta de agua en el verano se incrementa en un50%.
4.- Se deben evitar dietas ricas en concentrados
5.- Recurrir a suplementos vitamínico-minerales en las épocas más calurosas.
6.-Elegir la raza adecuada según la zona.
Por: Alejandra Parracia, Ingeniera en Producción Agropecuaria. Tomado de Tiempo de Ovinos Enero 2023